La mayoría de los grandes viajes en carretera que
recorren la costa este de Australia acaban aquí. Pocos continúan más para el
norte. Cairns está plagada de tiendas y agencias de viaje que no paran de
ofrecer sus excursiones al punto estrella: la Gran Barrera de Coral. La ciudad
es muy asequible a pie. No hay mucho que ver en ella, aunque está llena de
actividades en los alrededores.
Qué hacer en Cairns
1. Pasear por The Esplanade: aquí es donde se reúne
la gente en Cairns para hacer deporte, pasear, disfrutar del mar o relajarse
tomando el sol. Al final del paseo marítimo hay una piscina de agua salada,
justo al lado del mar. En la mitad del paseo, puedes hacerte fotos con el War
Memorial y también mirar a los pelícanos que vienen aquí cada atardecer. Los
sábados de 8’00 a 16’00 es la sede del mercado de artesanía, con música y
bailes.
2. Comprar souvenirs en el centro: Cairns está
llena de asiáticos. Hay multitud de japoneses y coreanos, sobre todo. La
mayoría de las tiendas de recuerdos son suyas y hay miles. Los precios varían
mucho de una a otra, así que tómate un tiempo para recorrer varias y hacerte con la mejor ganga.
3. Comer en el Night Market: Cairns no tiene
Chinatown, pero este sitio es como si fuera un trocito de ésta. El mercado
nocturno está lleno de tiendas de recuerdos y de restaurantes de comida
asiática a precios muy razonables. Muchos son buffet libre. Pagas un plato y te
echas todo lo que quepa en él. Además, en todo el recinto hay wifi gratis.
4. Ver a los canguros in the wild en el Centenary
Park: saliendo de Cairns, busca el Centenary Park, cerca de Trinity Beach. Allí
hay un club de bolos con unas vistas magníficas. Sus vecinos son un montón de
wallabies salvajes. Yo entré para verlos sin saber que era propiedad
privada. Pero no hubo problema. Les expliqué que quería ver a los
wallabies porque los había visto desde la carretera y, muy amables, me llevaron al sitio desde donde mejor se veían. Sin necesidad de entrar a la
bolera, se pueden ver rodeando el edificio, aunque no tan bien.
5. Conocer a los aborígenes del Tjapukai: este parque
cultural es una de las mejores oportunidades que hay en la zona para aprender
de los aborígenes de Cairns, que son muy distintos de los que tienes en mente,
los típicos altos del desierto. En este parque muestran su arte, sus bailes,
sus tradiciones, incluso puedes probar a tirar un boomerang o una lanza.
6. Pasear por los jardines botánicos: a 3-4 km del
centro estos jardines, creados en 1887, albergan una de las mejores colecciones
de plantas tropicales de Australia. Atravesando sus pasarelas puedes llegar a
los
Centenary Lakes, formados por un lago de agua salada y otro de agua dulce
en los que se reúnen más de 136 especies de pájaros.
Qué hacer cerca de Cairns
7. Visitar la Gran Barrera de Coral: a 40 km de
Cairns, en un barco tardarás dos horas en llegar a sus proximidades. Patrimonio
de la Humanidad desde 1981, es una visita obligada. Pero, siempre respetando. Haciendo
turismo responsable. Su futuro es incierto debido a la contaminación, el cambio
climático y las actitudes estúpidas de algunos turistas.
8. Ver cocodrilos en Daintree Forest: Patrimonio de la
Humanidad desde 1988 dentro del conjunto de humedales tropicales de Queensland,
es la mayor extensión de bosque del país. Yendo hacia el norte, desde Cairns,
se pueden ir haciendo paradas interesantes en sus playas más alejadas (Palm
Cove Beach es la más concurrida), recorriendo una carretera sinuosa, llena de
curvas y con paralela al mar en muchos tramos. Los puntos más destacados son
Daintree pueblo, Port Douglas (para hacer el sendero de Mossman Gorge) y Cape
Tribulation. En la zona hay muchas empresas que se dedican a hacer cruceros por
el río para ver cocodrilos.
9. Hacer el Waterfall Circuit en coche: a una hora de
Cairns, puedes hacer este recorrido que parte del pueblo de Millaa Millaa para
ver una sucesión de cataratas impresionantes. Atherton Tablelands es la zona
más famosa.
www.amazingaustralia.com.au
10. Viajar en el tren de Kuranda: Kuranda está a 30km
de Cairns. La mejor manera de visitarla es subiéndose en el Kuranda Scenic
Railway, un tren de vapor que atraviesa la selva y nos deleita con sus
paisajes. Hace algunas paradas para poder tomar buenas fotos, como la mítica Barron
Falls. La vuelta, para que el viaje sea completo, se puede hacer en el teleférico.