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8 lugares imprescindibles que ver en Herrera de Pisuerga

Situada en la comarca palentina de Boedo-Ojeda, su nombre parece hacer referencia a una herrería que se cree que existió cerca del río Pisuerga. Sí que se tiene constancia de que sus tierras fueron habitadas por los romanos (posiblemente creando el antiguo emplazamiento de Pisoraca) y visigodos, aunque su época florida le llegaría en el siglo XVI, cuando Carlos V la visitó hasta en dos ocasiones, y en el XVIII con la construcción del Canal de Castilla.

Pero por lo que se hace famosa cada año Herrera de Pisuerga es por su Fiesta del Cangrejo, que se celebra durante el primer fin de semana de agosto y que concluye con la quema nocturna de la Falla del Cangrejo. Sus orígenes se remontan a 1972, cuando Ricardo Salvador Merino creó la Fiesta del veraneante y se realizaban concursos de cocina cuyo ingrediente debía ser el cangrejo que habita en las aguas del río que pasa por Herrera.

Qué ver en Herrera de Pisuerga

1. Casa del Cangrejo de río: cruzando la pasarela sobre el río Burejo llegarás a este curioso edificio de tres plantas que se encarga de divulgar información sobre el cangrejo originario del río y cómo éste ha ido desapareciendo tras la invasión de otras especies, como el cangrejo rojo americano.

2. Parque de aves: en el margen izquierdo del río Burejo, este amplio parque ofrece la oportunidad de dar un tranquilo paseo rodeado de frondosa naturaleza y de visitar su minizoo, dedicado a las aves. En el centro también podrás ver una reconstrucción de la Puerta de Aguilar.

3. Ermita de la Virgen de la Piedad: muy próxima al Parque de aves, este pequeño templo data del siglo XV. Todas las paredes de su interior están decoradas con frescos al óleo creados por Mariano Lantada, lo que le aporta una belleza extraordinaria.

4. Aula Arqueológica: en ella se recrea la época romana de la ciudad y cómo vivían las legiones que aquí se asentaron. Los restos arqueológicos del Campamento Pisoraca están declarados Bien de Interés Cultural.

5. Plaza Mayor: esta pequeña típica plaza castellana cuenta con varios edificios con soportales tradicionales y con una fuente de hierro en el centro. Además, en el suelo se exponen los restos de la muralla romana original, fechada entre el 12 a. C. y el 20 d. C.

6. Iglesia de Santa Ana: situada en la parte alta del pueblo, su construcción data del siglo XV, aunque su torre no se terminó hasta 1659. Dentro destaca su Retablo Mayor de estilo barroco.

7. Puerta Nueva: es un trabajo realizado en 1553 por el cantero Hernando de Valdelastras. En la parte superior muestra por un lado el escudo del Condestable de Castilla y por el otro, una hornacina con la imagen de la Virgen de la Piedad. Hoy es de los pocos recuerdos que quedan de la antigua muralla medieval que rodeaba al pueblo.

8. Canal de Castilla: 5 km de esta excepcional obra de ingeniería pasan por el término municipal de Herrera de Pisuerga. A 6 km del centro podrás disfrutar de un gran área recreativa y de un paseo en el Barco Marqués de la Ensenada y del Centro de Interpretación del Canal de Castilla. 


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Ruta de Senderismo – Cascada del Hervidero, Senda del Mesto y Cañón del Guadalix

Una ruta bastante atractiva y sencilla a escasos kilómetros de Madrid, es la que lleva a través de un bonito sendero que recorre el cauce del río Guadalix hasta la Cascada del Hervidero, un hermoso salto de agua entre fresnos, alisos, escaramujos y majuelos. El itinerario se puede completar recorriendo el cañón del río hasta la central hidroeléctrica y aún más si se rodea el monte por la Vereda del Carril de las Mentiras.

Ten en cuenta que el tramo 1 literalmente es un hervidero de gente los fines de semana.

Tramo 1 – Cómo llegar a la Cascada del Hervidero

El coche lo puedes dejar aparcado en las inmediaciones del Área Recreativa del Lago de los Patos y del polígono industrial el Raso de San Agustín del Guadalix. Desde la rotonda en la que está el Dia, sale un camino boscosa a tu derecha que cruza el río por un pequeño puente.

Una vez cruzado, sale una senda a mano derecha que continúa paralela al cauce del río. Se trata del camino del Brincadero que lleva directamente a la cascada. No está señalizado, pero no tiene pérdida alguna.

La cascada se nutre de las aguas del río Guadalix, que en árabe significaba río de alisedas, por todos los ejemplares de alisos que aún hoy recorren su ribera.

La primera parada obligatoria que vas a hacer es para encontrarte con la Cascada Becerra, fruto de una pequeña presa que se construyó a principios del siglo XX y que hoy pertenecen al Canal de Isabel II. Al fondo verás también los restos de un pequeño molino.


La senda sube por la izquierda y se va haciendo cada vez más ancha, hasta unirse con la antigua carretera de servicio del Canal de Isabel II. Allí podrás ver un antiguo puente de metal y las escaleras que llevan a una almenara que guarda el sifón que recogía las aguas del río.

Siguiendo el cauce del río a contracorriente, pronto llegarás a un puente cercado desde el que salen unas pequeñas escalerillas que llevan al Charco del Hervidero, desde donde podrás observar la cascada. La vuelta la puedes hacer por el mismo camino por donde has venido o continuar tu viaje.



Tramo 2 – Senda del Mesto por el Cañón del Guadalix

El siguiente tramo recorre la senda hacia el Azud del Mesto,  un antiguo embalse que se inauguró en 1905 para llevar las aguas del río Guadalix hasta el Canal Bajo, que abastecería a Madrid tras el fracaso de la presa de Pontón de Oliva.

Para recorrerla, tienes que subir de nuevos las escalerillas y buscar una senda que sale cuesta arriba dejando el puente a tu espalda. No está señalizada, pero está muy marcada.

A medio camino de la subida hay un lugar abierto que actúa como mirador y desde el que se pueden contemplar las aguas de la cascada. Desde este mirador la senda se vuelve más empinada. El camino está lleno de piedras, por lo que tendrás que ir con cuidado para no escurrirte.

El final de la subida llegarás a la Senda del Mesto, ancha y fácil de seguir. Para mí, fue el tramo más bonito de toda la ruta. Una vereda que discurre bordeando el cañón del río rodeado de vegetación, aunque sin ninguna sombra.

A lo largo del camino te encontrarás con una zona rocosa que forma la pared de la Peña Águila. Siguiendo el sendero aparecerán algunos respiraderos del canal y es que bajo tus pies están las tuberías llevaban las aguas del río Guadalix hasta el sifón que viste antes.


Al fondo aparece el Acueducto de Zegrí, con 8 arcos de medio punto y pilares de más de 21 metros de altura para salvar el barranco y que forma parte del Canal de El Vellón.

Al final de la senda te encontrarás con la antigua presa. Para continuar tu camino deberás volver sobre tus pasos por la Senda del Mesto, bajar por la cuesta de las piedras y llegar de nuevo a las escaleras de la Cascada del Hervidero, sin bajarlas.  


Tramo 3 – Vuelta por el Carril de las Mentiras

Si has decidido seguir caminando unos kilómetros más por otro camino distinto, tienes que cruzar el puente y llegar hasta la casa del lavadero, que está en el otro extremo. Aquí se para mucha gente a descansar y a hacer picnic.

Verás un sendero que va cuesta arriba dejando el río a tu espalda. Tampoco está señalizado, pero se ve claramente, subiendo y subiendo.

Al final de la subida te encontrarás con la Almenara de los Castillejos, sigue subiendo levemente un poquito más y acaba en una pista muy ancha. Tienes que dirigirte hacia la izquierda y continuarlo viendo las torres de Madrid al fondo.


Tras dar varias curvas, a tu izquierda saldrá la Vereda del Carril de las Mentiras, atravesando una verja. La senda continúa y cruza un camino muy ancho por el que pasan coches, no hay que desviarse, sino continuar recto. Poco a poco el tramo se va haciendo más ancho y acabará en frente del Área Recreativa del Lago de los Patos, en la Avenida de Madrid.

                            🏃  Llévate agua, crema solar y un buen calzado. 
                            🏃  Longitud: Alrededor de 15'5 km 
                            🏃  Dificultad:  sencilla
                            🏃  Duración: 5 horas.
                            🏃  Recorrido circular.
 


Ruta de Senderismo - Desde Baños de la Encina hasta el Yacimiento de Peñalosa


Una ruta corta que se ha vuelto popular últimamente entre los visitantes del pintoresco pueblo de Baños de la Encina es la que se encamina hacia el Embalse del Rumblar para encontrarse con el curioso yacimiento arqueológico de Peñalosa.

Para iniciar la ruta puedes dejar el coche en el aparcamiento del pueblo y bajar la cuesta hasta el desvío o aparcar directamente a escasos metros del comienzo del sendero. Tanto si optas por uno, como por otro, también puedes visitar los restos de la calzada romana que se vislumbran al tomar el desvío de la carretera, aunque están muy deteriorados.


Desde el segundo aparcamiento sale una senda a la derecha bien marcada por varios paneles informativos. Es una senda sin apenas desnivel, que ofrece unas maravillosas vistas del majestuoso Castillo de Burgalimar, el conjunto fortificado mejor conservado del Califato de Córdoba y el segundo castillo más antiguo de Europa, lugar de nacimiento de Fernando III el Santo. 


No hay ninguna sombra en el camino, que se va acercando poco a poco a la orilla del embalse del Rumblar, que recibe las aguas del río Rumblar, del arroyo de Murquigüelo, del de las Higueruelas y del río Chico o del Renegadero. Su entorno está catalogado como Lugar de Interés Comunitario, pues en él habitan especies como ciervos, buitres, águilas, gamos, jabalíes o zorros. Asimismo, en plena Sierra Morena, sus montes presentan el lugar idóneo para el lince ibérico.  Sus aguas están llenas carpas, barbos y bogardilla, una especie endémica de la zona. 




Continuando por el mismo, pronto te encontrarás a lo lejos con la silueta del yacimiento. Durante la Edad del Bronce, se comienza a colonizar la cuenca del río Rumblar con la construcción de numerosos poblados asociados a la explotación de las minas de cobre que hay repartidas por toda esta zona. Todos ellos tienen rasgos propios de la cultura del Argar.


Peñalosa forma parte de este conjunto de poblados que se construyeron hace más de 4000 años. Éste se asienta sobre un espolón escarpado de pizarra, defendido por profundos cortados y por la existencia de una línea de muralla, lo que hacía muy difícil su acceso.


Las casas son de planta ovalada o rectangular y fueron construidas con pizarra. Su disposición se hizo en terrazas que estaban comunicadas entre sí por calles estrechas, pasillos y rampas que aún se pueden ver. El interior de las viviendas estaba dividido por tabiques, aunque también tenían espacios abiertos dedicados a los trabajos metalúrgicos. Dentro de estas habitaciones eran enterrados los muertos de la familia. Cada familiar era enterrado en la misma área de habitación, en contenedores diferentes, estableciendo así una comunicación física entre unos y otros. 

Estas rampas y callejuelas también servían para canalizar el agua de la lluvia llevándola a una cisterna en la parte inferior del poblado que tenía capacidad para 400 m3. 





Como curiosidad, además de los múltiples restos que se han encontrado que han permitido asociar Peñalosa a la actividad metalúrgica, también se ha descubierto una especie de vertedero fuera del núcleo de población en el que tiraban los deshechos propios de esta actividad. Este vertedero es el primero que se ha encontrado en un yacimiento de la Prehistoria Reciente en la Península Ibérica. 



El camino de vuelta se realiza por el mismo sendero por el que has venido. Esta vez te encontrarás con las vistas del puente y del castillo de frente.


                            🏃  Llévate agua, crema solar y un buen calzado. 
                            🏃  Longitud: 4'8 km (Ida y vuelta)
                            🏃  Dificultad:  muy fácil
                            🏃  Duración: una hora.      

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Ruta de Senderismo - Cómo llegar a Las Ollas de Cenicientos

Cenicientos es una población madrileña poco conocida situada en las estribaciones de la Sierra de Gredos, donde empieza ya a vislumbrarse el Valle del Tiétar y donde Gredos se encuentra con la Sierra de Guadarrama. Es el municipio más occidental de la Comunidad de Madrid, lindando ya con Castilla-La Mancha.

Curiosamente dice la leyenda que su nombre proviene de la época de la Reconquista, cuando el rey de Castilla solicitó al pueblo ayuda para luchar contra los musulmanes. Al preguntar si podían aportar cien lanzas, su representante le contestó: "Con cien y cientos puede contar, Su Majestad". Y así quedó bautizado el núcleo desde entonces. También pudiera ser que se debiera al nombre del color de su piedra granítica (ceniciento), derivado de ceniza. 

Uno de los senderos más sencillos de realizar por la zona es seguir la vereda que comunica el centro del pueblo con el entorno de Las Ollas, una formación rocosa muy llamativa que ha provocado la erosión de las piedras debido a la acción continuada del agua del arroyo Cantarranas. El agua ha pulido las rocas creando unas pequeñas pozas. 

Para llegar a ellas tienes que atravesar el pueblo de Cenicientos, puedes pararte a ver su iglesia y continuar cuesta abajo por la calle García Lorca. Al llegar al parque, gira a la derecha para continuar por el Camino de Paredes y Escalona (aparece en cualquier GPS como tal). 

El camino sigue bajando por una suave pendiente mientras va dejando atrás el pueblo. A un kilómetro, más o menos, aparece un camino a mano derecha que lleva a un pequeño puente romano que atraviesa el Arroyo de los Molinos. 

Después de cruzarlo, continúa por el Camino de Paredes y Escalona hasta llegar a una bifurcación en la que tendrás que coger el camino de la izquierda, que acaba en los restos de un molino harinero. 


Siguiendo campo a través y dirigiéndote hacia donde suena el agua, pronto te encontrarás con el paraje de Las Ollas. Parece ser que actualmente no está recomendado el baño, dado que las aguas provienen de una depuradora. La vuelta la puedes realizar por el mismo camino por donde has venido. 

Al no estar muy señalizada, la ruta puede parecer algo engorrosa por la cantidad de desvíos y caminos que salen por todos lados. Si tienes GPS, puedes descargarte alguna en Wikiloc. La que yo realicé fue ésta. Seguí el tramo que va desde el centro del pueblo (8) hasta el hito 11. 

Luego continué hasta Peña Escrita, aunque para mí fue una decepción, ya que el lugar está vallado y es imposible el acceso sin cita previa. Cuando fui no había ningún cartel que así lo avisara al inicio de la senda, ni en ninguna página web oficial. Por lo que me sentó realmente mal llevarme la paliza de andar por la tarde (por la mañana ya había subido a la Peña Cenicientos) para encontrarme de bruces con el cartelito y la valla. 😥 Tuve que darme media vuelta y volver al pueblo - pero esta vez toooodo cuesta arriba. Una gracia, vamos. Lo más cerca que estuve de la piedra fue desde en frente del arroyo y le pude hacer una foto de lejos, pero no distinguí mucho.  

                            🏃  Llévate agua, crema solar y un buen calzado. 
                            🏃  Longitud: 5 km  (ida y vuelta)
                            🏃  Dificultad: fácil
                            🏃  Duración: unas 2 horas.