7 lugares que ver en las Lagunas de Ruidera (aparte de las lagunas)

Las Lagunas de Ruidera son un conjunto kárstico que las aguas del Alto Guadiana han ido moldeando durante siglos para dando lugar a un gran sistema lagunar en el que todas ellas están conectadas mediante cascadas y saltos de agua. Este sistema está formado por 15 lagunas y tiene una extensión de 30 kilómetros, compartiendo territorio con las provincias de Albacete y Ciudad Real.

¿Ya has visto todas las lagunas de este impresionante parque natural? Este entorno es tan rico que ofrece un montón de alternativas. Si te alojas en el parque, puedes aprovechar tu estancia para hacer senderismo por una de sus variadas sendas, disfrutar de la gastronomía manchega en uno de los restaurantes de su amplia oferta turística, practicar kayak, hacer una ruta en bici o visitar algún pueblo cercano, como Argamasilla de Alba. Dentro del parque, aquí te dejo algunos lugares que no pueden faltar en tu visita a Ruidera. 

Qué ver en las Lagunas de Ruidera (aparte de las lagunas)

1. Embalse y Castillo de Peñarroya: Hoy pertenece al Ayuntamiento de Argamasilla de Alba y el acceso es libre. Está situado en una gran explanada en el kilómetro 11 de la carretera que une Argamasilla con Ruidera. Pero incluso más interesante que el propio castillo, es dónde está situado. Se considera La Puerta al Parque Natural de las Lagunas de Ruidera y se está elevado sobre un acantilado desde el que obtendrás unas vistas espectaculares del Embalse de Peñarroya, que se nutre de las aguas del Guadiana.  Para disfrutar de este paisaje puedes recorrer una senda que se desarrolla en torno a la fortaleza y que está compuesta de seis paradas temáticas a lo largo de un recorrido circular de menos de 2 kilómetros. 👉 Más información. 

2. Cascada del Hundimiento: es el salto de agua de mayor altura de este Parque Natural. Su nombre se debe a una enorme inundación que ocurrió el 20 de enero de 1545. Hay constancia de que la crecida del Alto Guadiana fue tal, que una laguna se desbordó, el agua arrancó los molinos y llegó hasta Argamasilla de Alba y Tomelloso. Desde entonces, se celebran las fiestas de Santa Águeda para que proteja a esta zona de las tempestades. Puedes llegar a ella caminando desde el cementerio de Ruidera. Allí hay espacio para aparcar el coche. A través de unas escaleras bajarás a disfrutar de la belleza de este salto de 15 metros de altura.

3. Cueva de Montesinos: cerca de la carretera que une Ossa de Montiel con las Lagunas de Ruidera podrás bajar a esta cavidad de 80 metros de profundidad que ha sido habitada desde el Neolítico y por cuyo interior discurre un pequeño riachuelo. Su visita se encuentra dentro de la Ruta del Quijote, ya que es aquí donde el hidalgo sufría el terrible encantamiento que aparece en la segunda parte del libro. Las visitas son guiadas. 👉Más información.  

4. Castillo de Rochafrida: de esta fortaleza militar sólo se conservan los restos de un torreón y parte de la su muralla. Los musulmanes los construyeron a finales del XI y principios del XII, pero pasó a manos cristianas tras la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212. El castillo siguió siendo famoso gracias al Romance de Rochafrida, que habla de los amores de la princesa Rosaflorida con el conde Montesinos y que inspiró a Cervantes para narrar una historia a Sancho al salir de la cueva de Montesinos.

5. Parada del Santo San Pedro: desde la cueva de Montesinos parte un camino cuesta abajo que te llevará a este bonito mirador en plena Cuesta de la Almagra. Se corresponde con la Parada número 2 de la Senda del Pie de Enmedio. Si continúas hacia abajo, puedes llegar al molino y a la Ermita de San Pedro.

6. Ermita de San Pedro de Verona: su origen está en una antigua ermita visigoda que fue desvalijada y abandonada con la amortización de Mendizábal (1853), para acabar siendo destruida durante la Guerra Civil. Sus restos fueron demolidos en 1943. Lo que puedes ver ahora es una coqueta ermita levantada sobre el mismo lugar en los años cincuenta. En su interior se encuentra la imagen de San Pedro de Verona, al que se le hacen dos romerías: una del Domingo de Resurrección, en la que es traído al pueblo, y otra el 29 de abril, en la que es llevado de nuevo a la ermita.

7. Quebrada del Toro: esta increíble formación natural se sitúa al bode de los acantilados que rodean la Laguna de San Pedro. Es una enorme grieta de unos 400 metros de largo y 5 metros de anchura media, que tiene una profundidad máxima de 25-30 metros. Desgraciadamente, no te podrás ni acercar al mirador si no contratas una visita guiada.



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