El dulce más querido
de la comarca madrileña de Las Vegas ha hecho famosa a Morata de Tajuña, un
pueblo de unos 8.000 habitantes, que recibe cientos de visitantes durante el
fin de semana que celebra la Feria de la Palmerita.
Para ser un
pueblo pequeño, hay que decir que cuenta con muchas pastelerías y obradores que participan:
💗 La Dulcería
💗 Paco-Pan
💗 Panadería Conejo
💗 Panadería Encarni
💗 Pastelería de
La Torre
💗 Pastelería
Real
En la última
edición hubo tres grandes aparcamientos a las afueras del pueblo para recibir a
tanto visitante. Desde allí, se llega rápidamente andando hasta la Plaza Mayor,
donde están preparados todos los puestos de los obradores para vender sus
palmeritas. También se aprovecha para vender otros productos, como Vino
Licinia.
La estrella es
la gran palmera gigante, que se empieza a repartir gratuitamente entre los
asistentes más madrugadores. También hay otras
actividades complementarias, como talleres y conciertos.
En un solo fin
de semana se llegan a producir más de 115.000 unidades de palmeritas. Su elaboración
se hace de manera artesanal de un día para otro y no se congelan. Están buenísimas
y las hay de varios sabores distintos: fresa, chocolate negro, chocolate
blanco, tradicionales…
En los puestos
de la plaza se agolpa muchísima gente. En ellos sólo se pueden vender cajas del
mismo sabor. Si quieres probar varios, no pierdas el tiempo y vete directamente
a las pastelerías. En ellas sí que hay peso y te puedes llevar una caja de
palmeritas variadas.
Mi consejo es
que vayas pronto porque, una vez empezada la feria, las colas son enormes,
tanto en la puerta de las pastelerías, como en los puestos de la plaza.
Cuando te
hinches a palmeras, puedes hacer la ruta andando de la Vía Verde que une Morata con Perales de Tajuña. Es muy bonita y así no te sentirás tan culpable.