En el Paseo de
Recoletos, justo en frente de la Cibeles, se levanta el gran palacio que José
de Murga y Reolid y Raimunda de Osorio y Ortega, los Marqueses de Linares,
mandaron realizar en 1877. Esta suntuosa construcción está compuesta por cuatro
plantas y presenta un estilo ecléctico, mezclando estilos como el barroco, el
rococó y el de la época de Luis XV.
Los marqueses
vivieron en su palacio durante once años, hasta que fallecieron y pasó a manos
de una ahijada. A partir de entonces, fue pasando de empresa en empresa, como
la Confederación de Cajas de Ahorros o la Compañía Transmediterránea, hasta
quedar casi en estado ruinoso a pesar de haber sido nombrado Monumento
Histórico Artístico en 1978. En la actualidad, es la sede de la Casa de América
y ofrece visitas guiadas los fines de semana.
La visita
comienza en la planta baja del edificio. Allí, en una sala habilitada como cine,
verás proyectado un pequeño documental sobre su construcción. A continuación, subirás
por una espectacular escalinata hasta la primera planta del palacio, que estaba
dedicada a la vida diaria de sus moradores.
A lo largo del
recorrido, verás las estancias más representativas fijándote siempre en su
suntuosa decoración, con suelos realizados con mosaicos de teselas y formas
geométricas que están idénticamente representadas en pisos y techos, a modo de
simetría perfecta.
Atravesarás salas
como el dormitorio, la biblioteca, la Sala de Juegos, la Sala de Fumar y el
gran comedor. El palacio tan sólo contaba con una pequeña cocina en los sótanos,
que estaba reservada al uso de los sirvientes. La razón era que Raimunda no
quería que su palacio oliera a fritanga, por lo que pidió que no construyeran
una gran cocina para ellos y todos los días pedía que le trajeran la comida desde
el restaurante Lhardy.
En la segunda
planta puedes caminar por habitaciones como el salón de tapices, un magnífico
saloncito chino o el comedor de gala (con mesas y sillas originales).
La joya de esta parte de la visita es la Salón de Baile, decorada en estilo rococó con temas relacionadas con la música. Tenía un pequeño escenario (la galería de los músicos) en la parte superior sobre el que tocaban los músicos. Este podía ser tapado para que los músicos no vieran nada de lo que estaba ocurriendo en el salón y los invitados pudieran disfrutar de la música en la intimidad, sin ser vistos.
La última
parada de la visita es la capilla del palacio, de estilo románico bizantino. Desde
su techo hacían bajar a los bebés en una canasta con una polea para ser
bautizados delante del altar.
La verdad es
que la visita me gustó, pero me quedé con sabor agridulce por varias razones:
😕 No se habla
prácticamente nada de quiénes eran los Marqueses de Linares, ni de sus vidas.
Mucho menos de las leyendas que hay sobre ellos. A lo mejor esto lo dejan para
las visitas teatralizadas, pero las visitas de los fines de semana están casi
totalmente centradas en aspectos arquitectónicos del edificio.
😕 El recorrido
se hace muy corto. Para la capacidad y el número de estancias que tiene el
palacio, se visitan pocas y muy rápido. Cuando lo visité, mi impresión fue que no
te da tiempo a fijarte bien en los detalles porque la guía tiene demasiada
prisa en acabar la visita. Las opiniones de sus guías en internet no suelen ser
muy buenas, y ahora ya me puedo hacer una idea del porqué.
😕Tampoco se puede
entrar en los jardines. Es un poco molesto que la guía indique que se pueden
visitar de lunes a viernes libremente, pero que los fines de semana no. Si estamos
asistiendo a una visita guiada que sólo hacen los fines de semana, podrían
abrir también los jardines para que los asistentes pudiéramos tener una visión
más amplia del recorrido. Hay gente que viene de fuera y no puede venir dos
veces seguidas para completar su visita.
😕 Como no se
pueden visitar los jardines, tampoco se puede tener una impresión de la Casita
de Muñecas. Éste es un pequeño pabellón de madera, construido en estilo
romántico y al que no se puede tener acceso. La única visión que tuvimos de él
todos los que hicieron la visita conmigo fue asomarnos durante un segundo por
una ventana de una de las estancias para verlo. Y la guía se enfadó porque estábamos
tardando mucho y nos llamó la atención para que corriéramos a la siguiente
estancia.
En fin, no
suele haber mucha información sobre los marqueses que fundaron un hospital en
mi tierra. De hecho, muchos de mis conocidos en Linares se piensan que nacieron
allí y poco saben de la existencia de este palacio madrileño.
Si quieres
conocer un poco más sobre su vida y sus leyendas, yo te recomiendo que vayas a
Linares y visites el Hospital de Los Marqueses. Allí podrás ver su capilla y el
lugar donde están enterrados tan curiosos personajes. Aprovecha para darte una
vuelta por mi tierra, disfrutar de sus tapas gratis y ver lugares como el Museo de Rafael o el Yacimiento de Cástulo.
Cómo conseguir
la entrada al Palacio de Linares
Para visitarlo
por dentro tienes dos opciones:
👻 Contratar una
visita guiada.
👻 Contratar una
visita teatralizada.
La entrada
para la visita teatralizada se puede comprar a través de internet, pero, si lo
que quieres es sólo ver el edificio por dentro, es un engorro porque no se
venden online.
Para comprarla tienes que ir a la taquilla, de lunes a viernes,
en horario de 10’00 a 15’00 y de 20’00. Si tienes en cuenta que las visitas se
hacen sólo los fines de semana, tienes que ir dos veces y esto es un engorro.
También ponen a
la venta entradas un poco antes de que comiencen las visitas, pero sólo para
cubrir las plazas que no han podido vender antes. No esperes hasta el último
momento, porque es muy fácil que te quedes sin ellas.
📷 La única foto que permiten hacer es en el hall de la entrada, donde está la taquilla.