La isla de
Jeju, al sur de Corea, cuenta con tres nombramientos de la UNESCO: Geoparque
Global, Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad. Además de salir elegida
como una de las siete maravillas naturales del mundo moderno. Su belleza es
enorme, aunque suele estar olvidada en los itinerarios de viajeros que visitan
Corea del Sur. No así para los locales. Jeju es un destino famoso entre los
recién casados y las parejitas, que suelen hospedarse en alguno de los resorts
de Jungmun.
Aunque la isla
cuenta con una amplia red de autobuses, yo te recomiendo que alquiles un choche para
visitar todo lo que puedas y aproveches más el tiempo. Además, conducir aquí
es súper sencillo y sale rentable. Pasa de los mamotréticos hoteles de Jungmun
y alójate en Seogwipo, una ciudad en el sur de Jeju, que está bastante cerca
de muchas atracciones turísticas. En tu visita a Corea, ¡no puede faltar Jeju!
Qué hacer en Jeju
1. Pasear
hasta la cascada de Cheonjiyeon: un camino lleno de naturaleza, frente al
puerto de Seogwipo, te llevará hasta esta cascada, cuyo nombre significa La que
une el cielo con la tierra. El agua del
río Sombancheon cae sobre una poza y continúa su camino hasta un estanque
artificial. Precio: 2.000 W.
2. Ver cómo
llegar al mar la cascada de Jeongban: su forma es mundialmente famosa por ser la
única cascada cuyo caudal cae directamente al mar. También se encuentra en
Seogwipo. Precio: 2.000 W.
3. Comer cerdo
negro a la barbacoa: una de las carnes más famosas y exclusivas de Corea es la
del cerdo negro de Jeju. Se sirve en barbacoas acompañado de otros muchos
platos de verdura y salsas.
4. Comprar
mandarinas: Desde el siglo XIII se tiene conocimiento de
que las naranjas y las mandarinas dominan la isla de Jeju. En estos escritos
hay registros de las medidas que estaba tomando el gobierno de aquella época
para organizar y promover las plantaciones de gyul, un tipo de mandarinas. Tal
era su fama que inmensas cajas eran mandadas a la familia real dos veces al
año. Hoy se pueden encontrar principalmente dos tipos de fruto, que venden
también en zumo: mandarinas (kamgyul) y naranjas gigantes (hallabong).
5. Subir hasta
Seongsan Ilchulbong: uno de los monumentos naturales más impresionantes de Jeju
es este monte en forma de cono que está unido a la tierra formando una curiosa
península. El ascenso no es fácil, pues hay que salvar sus 90 metros de altura.
Su origen es fruto de una enorme erupción volcánica ocurrida hace miles de años. Precio: 2.000 W.
6. Hacerse
fotos con los dolharubang, los abuelos de Jeju: las estatuas más famosas de
Jeju representan a los dioses de la fertilidad y de la protección en la isla.
Se solían poner a la entrada de los pueblos para proteger a la gente de los
demonios. Están esculpidos en roca volcánica y su nombre significa abuelo de
piedra en el dialecto de Jeju.
7. Disfrutar
de las vistas de Oedolgae: al sur de la isla, cerca de Seogwipo, hay un montón
de miradores gratuitos desde los que poder admirar esta impresionante roca que
se eleva 20 metros en medio del mar.
8. Ascender a Hallasan,
el pico más alto de Corea del Sur: este volcán, ubicado en el centro de la
isla, ofrece las rutas de senderismo más espectaculares de Jeju. Aquí el paisaje
se transforma y pasamos, de la calidez de la playa, a la humedad e incluso frío
en su pico en pleno verano. Desde la base hasta la cumbre hay pocos kilómetros,
pero mucho desnivel. Se puede ir y volver en el mismo día, pero hay que tener
en cuenta que las condiciones atmosféricas pueden cambiar en cualquier momento,
por lo que hay que ir preparado. Si consigues hacer el recorrido, podrás adquirir un título de tu hazaña (previa comprobación de la misma,
enseñando una foto en la que aparezcas tú mismo posando junto a la piedra de
la cima).
9. Aprender
sobre la cultura de Jeju en Seongeup Folk Village: este poblado tradicional está
rodeado por una gran muralla y su interior muestra la arquitectura tradicional
de sus antiguos habitantes. Casas hechas con roca volcánica y paja, templos,
una escuela confucionista, antiguas oficinas gubernamentales, un enorme árbol
de más de mil años (zelcoba), talleres de tintado… Seongeup lo tiene todo para
disfrutar de un agradable paseo mientras te rodeas de la antigua cultura
isleña. Gratis.
10. Atravesar
el Túnel de lava de Manjanggul: existen varias cuevas y túneles en Jeju, pero
el más espectacular y visitado de la isla es el de Manjanggul. Y es que se
puede pasear por su interior durante 1 km, pero con un 99’99% de humedad. Precio: 2.000 W.
11. Visitar la
Isla de Udo y comerse un helado de cacahuete: a 3’5 km de la costa de Jeju, a
Udo se puede acceder en poco tiempo usando uno de los muchos ferries que salen
desde Seongsan Port. Udo es conocida por ser como Jeju, pero en miniatura.
Tiene una forma similar, pero mide sólo 6 km², contando con una ruta de
senderismo que la recorre a lo largo de 16 km con maravillosas vistas del mar y
de Seongsan Ilchulbong.
12. Entrar a
algún museo raro: Jeju es el paraíso para los amantes de los museos
estrafalarios. Los hay de todos los tipos. Su especialidad son los eróticos,
que suelen ser de visita obligada para los coreanos durante su luna de miel en
la isla, como Love Land o The Museum of Sex & Health. Pero también puedes visitar el de ositos de peluche, el de Hello Kitty, el de Da Vinci… La oferta
es enorme.
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