Opinión de la Pensión O Muiño – O Pedrouzo

Llegué a O Pedrouzo y fui directamente al albergue que tenía reservado desde hacía dos meses. Aquí, como en Arzúa, también me dijeron que mi reserva no aparecía por ningún sitio y la chica que me atendió me enfadó bastante. Su trato no es que fuera de lo más amable, y no me daba ninguna solución. Por más que le enseñaba la reserva, no parecía interesada en nada que me concerniera. Es más, incluso me dijo que dejara de estar en mitad del paso porque tenía que seguir atendiendo… Al final, cuando por fin entendió que no me iba a ir de allí estando todo pagado ya, y llevando yo la razón, de muy mala gana empezó a hacer llamadas y me dijo que fuéramos a la Pensión O Muiño.

Allí el trato cambió de la noche a la mañana. Más amables no pudieron ser. El señor que me recibió me contó que comprendía mi situación y que era normal que los grupos de peregrinos se separaran y… No le dejé terminar. ¿Qué grupo? Por lo visto, la del albergue le había contado cualquier otra historia. Cuando vio que no le cuadraba, se quedó asombrado y dijo que ya solucionaría la situación más adelante, pero que lo primero era que pudiera descansar.

El dueño me llevó a una casita rural preciosa. A la entrada estaba el salón y el baño compartido y, más adentro, estaban las habitaciones. Todo con una decoración y un cuidado exquisito, y el wifi funcionaba estupendamente. Mi habitación estaba limpísima y las camas fueron muy cómodas.

En la parte de fuera, hay una estupenda zona de terraza y tendederos. Aunque si llueve, como me pasó a mí, también hay un sitio techado donde poder tender.

En otro edificio, se encuentra el bar donde tienen la recepción. La ubicación es muy buena porque, con sólo bajar una calle, ya estás en la avenida principal del pueblo.

Sin duda, la experiencia fue muy buena. Y lo mejor, el trato.