El pequeño
pueblo de Castrojeriz es una parada indispensable si estás haciendo el Camino
de Santiago Francés. Éste lo cruza longitudinalmente a lo largo de más de 1.500
metros, conformando la travesía más larga de toda la ruta jacobea. Los
peregrinos la conocen como la ciudad larga.
Además del
Camino de Santiago, por él también pasa la ruta de Las cuatro villas de Amaya, junto
con Villadiego, Melgar de Fernamental y Sasamón. Su importancia es tal, que la
villa entera está considerada Bien de Interés Cultural.
Junto al río
Odra, un poco antes de su unión con el Pisuerga, la organización de Castrojeriz
gira en torno a una calle-camino, sobre la que se van situando diversos
edificios notables y que acaba coronada por las ruinas de un antiguo castillo
del siglo IX. En el siglo X consiguió obtener el primer fuero otorgado en
Castilla y en el que decía que cualquier campesino que tuviera un caballo se
convertía automáticamente en infanzón, caballero villano.
Qué ver en
Castrojeriz
1. Castillo: en
este lugar se han encontrado restos de una fortaleza celtíbera, romana y visigoda,
pero los que ves ahora corresponden a un castillo que se cree fue mandado
construir por el conde Muño, o Nuño Núñez, quien lo defendió a finales del siglo
IX contra los árabes. En él fue asesinada en 1359 la reina Leonor de Castilla,
hija de Fernando IV de Castilla y esposa de Alfonso IV de Aragón, por orden de
su sobrino, Pedro I.
2. La Puerta
del Monte: en la zona baja verás los restos de una de las antiguas murallas que
protegían Castrojeriz. Aquí se encuentran la mayoría de bares y restaurantes.
3. Iglesia de
San Juan: esta iglesia gótica, construida entre los siglos XIII y XVI, presenta
un doble sistema de contrafuertes que le dan un aspecto de fortaleza.
Originalmente perteneció a los Templarios y más tarde a la orden de los
Hermanos Hospitalarios de San Antonio. De ella llama la atención una torre de
carácter militar, cuya base es románica y que está coronada por cinco
pináculos. En el interior puedes ver su artesonado mudéjar, su claustro
románico y el sepulcro de Juan de García Gallo.
4. Iglesia de
Nuestra Señora del Manzano: el edificio actual comenzó a construirse en 1214,
por orden de la reina Berenguela de Castilla, madre de Fernando III el Santo.
La puedes ver bajo el castillo. Un enorme templo que en el pasado ostentó el
rango de colegiata. Dentro se encuentra el sepulcro gótico de Leonor de
Castilla.
5. Iglesia de
Santo Domingo: el templo es del siglo XV, pero hoy en día está desacralizado y alberga
el Centro de Interpretación del Camino de Santiago IACOBEUS.
6. Monasterio de Santa Clara: el original fue fundado por Alfonso X el Sabio en 1264, pero en 1326 lo trasladaron a su emplazamiento actual por petición popular. Desde entonces ha sido habitado por una Comunidad de Hermanas Clarisas que se dedica a la repostería y a la lavandería industrial. Lo puedes encontrar junto a la carretera que une Castrojeriz con el Monasterio de San Antón.
Ruinas del Monasterio
de San Antón
El monasterio
está a 2 km del pueblo. Para ver sus ruinas tienes que salir de Castrojeriz con
dirección a Villaquirán de la Puebla. Es el primer monumento que se encuentran
los peregrinos cuando van de camino a Castrojeriz.
Sus tierras
estuvieron antiguamente ocupadas por el palacio y huerta de Pedro I de
Castilla. Su fundación como monasterio cisterciense se remonta a 1146, cuando
Alfonso VII lo fundó para albergar a los antonianos que cuidaban a los peregrinos
que llegaban enfermos y que iban haciendo el Camino de Santiago, sobre todo a
los que iban afectados de ergotismo (la llamada fiebre o fuego de San Antonio).
Esta enfermedad se producía por una intoxicación por hongos presentes en los
cereales y que podía producir quemazón, e incluso gangrena en las extremidades.
El hospital fue
sede de la Encomienda General de la Orden de San Antonio en los reinos de la Corona
de Castilla y Portugal, de la que dependieron más de veinte encomiendas menores
compuestas por casas, monasterios y hospitales.
Los restos que
hoy ves pertenecen al siglo XIV. El Camino de Santiago pasa por debajo de dos
impresionantes arcos del pórtico del siglo XVI que protegía la entrada a la
iglesia. Aún puedes admirar dos alacenas que se utilizaban para dar de comer a
los peregrinos que llegaban a deshoras al templo, así como una iglesia con
escudos reales en su pórtico y en las claves de las bóvedas y que demuestran
que estuvo bajo la protección real.
Su ruina
comenzó a finales del XVIII, cuando la orden de los antonianos fue disuelta, y
se consolidó con la Desamortización del XIX.
Hoy se ha
convertido en un albergue de peregrinos que cuenta con un bar en frente (El
cátaro) y con curiosos carteles.
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