A 40 km de Pamplona, esta antigua capital del Reino de
Navarra cuenta con un Conjunto Histórico y Artístico inmejorable y con uno de
los castillos más elegantes de Europa.
Qué hacer en Olite
1. Visitar la Iglesia de San Pedro: es la iglesia más antigua de Olite
y se encuentra a la entrada de la ciudad, algo alejada del centro histórico. Se
empezó a realizar siguiendo el estilo románico y, más tarde, se amplió en la
época barroca. Tiene una torre gótica de 54 metros de altura.
2. Pasear por la Plaza de Carlos III: una vez metido en el casco antiguo,
inicia la visita en la esta plaza, justo delante del Castillo de Olite. Está
llena de vida. Restaurantes, bares, tiendas… En ella está también el
Ayuntamiento, una torre capitel, que hoy es la única puerta de la muralla que se
mantiene en pie, y unas galerías
medievales reconvertidas en sala de exposiciones, a las que se pueden acceder a
través de unas escaleras que hay en medio de la plaza. La entrada cuesta 1,50€
y el horario es de 11 a 13 horas de martes a viernes, de 11 a 14 y de 17 a 19
horas los sábados y de 11 a 14 y de 16:30 a 19 los domingos.
3. Tomarse algo en el Parador Nacional:
está ubicado en el Palacio Viejo, creado entre los siglos XII y XIII
sobre una antigua construcción romana.
4. Entrar a la Iglesia de Santa María: sin alejarte mucho, esta iglesia
gótica del siglo XIII se levanta entre el Palacio Viejo y el Nuevo. La entrada
cuesta 1’5€. Aquí puedes ver los horarios.
5. Visitar el Palacio Real de Olite: su suntuosidad ya estaba
presente en la Europa del siglo XV. En el British Museum se puede leer una
descripción de un viajero alemán que vio el palacio en aquella época: “Seguro
estoy que no hay rey que tenga palacio ni castillo más hermoso y de tantas
habitaciones doradas”. Su interior estaba lleno de
patios y jardines colgantes, y algún que otro animal exótico, como jirafas o
leones.
La entrada principal al castillo cuando se
construyó se realizaba por el Palacio Viejo (hoy Parador). Hoy se hace por
un amplio patio.
Tras aguantar la cola y comprar las entradas comienza visita por libre al castillo. La verdad es que, para
hacerla por libre, la señalización es algo confusa. Al final la gente va yendo
galería tras galería por donde le parece bien. El resto de viajeros que me encontré cuando fui estaban tan perdidos como yo.
El palacio cuenta con un recorrido divido en
21 puntos, dos plantas y las torres. La visita más impresionante es la subida a
la Torre de la Atalaya, que tiene cuatro plantas y desde allí hay unas vistas
estupendas.
Otros lugares que relevantes son la Galería de la reina y la Torre de las tres coronas, que parece de juguete y
se dice que servía como zona de juego a los hijos del rey.
Precio: 3’5€. Horarios
Antes de salir del centro histórico aprovecha para ver por fuera del palacio, desde la Ronda del castillo, una especie de huevo
gigante junto a una de las torres. Esta construcción tan extraña, se creó en el
siglo XVII y se utilizaba como nevero. Tiene unos 8 metros de profundidad.
6. Ver por fuera el convento de San Francisco: desde el castillo se observa este
enorme edificio que se cree que fue fundado por San Francisco de Asís cuando
iba peregrinando a Santiago. Hoy sólo se puede ver por fuera.
7. Visitar el Museo del vino y/o alguna bodega: si aún te queda
tiempo para estar en la ciudad, aprovecha para llevarte una visión de los
viñedos navarros. Olite está lleno de bodegas abiertas al público. El Consejo
Regulador de la Denominación de Origen Navarra y la Cofradía del Vino tiene su
sede aquí.
🚘Dónde aparcar en Olite: puedes hacerlo en la Ronda del Castillo, cerca del nevero. Está a dos pasos del centro.