5 lugares imprescindibles que ver en Puentedey

Enclavada en la comarca burgalesa de Las Merindades, la aldea de Puentedey tan sólo tiene unos cincuenta habitantes, pero se llena de turistas que van a admirar uno de Los Pueblos Más Bonitos de España. Y no es para menos, pasear por sus pocas calles es dar una vuelta por el pasado de la Merindad de Valdeporres.

En la parte baja del pueblo tienes un amplio aparcamiento y una preciosa área de baño junto al río Nela. La tenacidad de éste ha dado lugar a una excepcional obra de excavación formando un enorme arco natural sobre el que se asienta el centro histórico del pueblo.

Los antiguos pobladores quedaron tan maravillados con esta formación que la atribuyeron directamente a Dios, por lo que el asentamiento tomó el nombre de Puente Dei, Puente de Dios.

Desde la parte alta del pueblo, tendrás unas increíbles vistas de los Cortados de Dulla.

Qué ver en Puentedey

1. Puente Natural: el río Nela ha tardado más de 90 millones de años en horadar la roca caliza y crear este arco de 15 metros de altura en su camino hacia el Ebro. Un cómodo paseo por su orilla te permite caminar tranquilamente bajo él para atravesarlo. Al otro lado se encuentra la Cueva del Santo, en la que se reunía tradicionalmente la Junta de Puentedey hasta la década de 1920. Sobre el propio arco se asienta el casco histórico.



2. Iglesia de San Pelayo: este templo románico se alza sobre el arco natural desde el siglo XI. Está compuesto por una sencilla nave de piedra. Acércate para contemplar su portada. Allí, sobre la puerta, verás una representación muy graciosa de un hombre con una espada que está luchando con una especie de serpiente. Se cree que es una representación de San Jorge enfrentándose al dragón. 😊

3. Palacio de los Brizuela: cerca de la iglesia tienes esta casona del siglo XV catalogada como Bien de Interés Cultural. Está construida sobre el punto más elevado del arco natural y presenta dos torres de parte rectangular.

4. Conjunto etnográfico: en el casco histórico se han restaurado varias construcciones tradicionales de los habitantes de Puentedey. Así, puedes ver la hornera de pan, el molino o el antiguo potro de herrar, que hoy alberga el Museo de Bolos.

5. Mirador de San Andrés: de reciente construcción, el mirador se halla suspendido sobre una estructura metálica transparente desde la que puedes observar el vacío bajo tus pies y unas preciosas vistas de la parte trasera del pueblo sobre el arco natural.

En las inmediaciones de Puentedey puedes caminar por la Vía Verde del Santander-Mediterráneo, visitar la cercana Cascada de La Mea (aunque en verano probablemente esté seca) o adentrarte en las cuevas de Ojo Guareña.


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6 lugares imprescindibles que ver en Espinosa de los Monteros

 

Se dice que después de Burgos capital, Espinosa de los Monteros es el segundo núcleo con más monumentos catalogados de la provincia burgalesa. Lo cierto es que la localidad posee una gran belleza en sí misma, además de lo espectacular del entorno que la rodea, en plena comarca de Las Merindades e inmersa en los bellos valles pasiegos de Burgos.

La villa ha sido conocida a lo largo de la historia por sus Monteros, un cuerpo hidalgo que desde el año 1006 custodiaba durante la noche las alcobas de los reyes de Castilla. Actualmente los monteros de cámara o monteros de Espinosa pertenecen a la Guardia Real Española, dentro del Grupo de Honores.

Hoy es un lugar lleno de turismo que te ofrece la oportunidad de disfrutar de sus monumentos y calles medievales, su entorno natural y su rica gastronomía pasiega. En su centro encontrarás varias tiendas donde comprar queso, mantequilla, quesadas, sobaos, embutidos y las riquísimas galletas italianas de mantequilla.


Qué ver en Espinosa de los Monteros

1. Plaza de Sancho García: se encuentra en el centro de la villa. Bajo sus soportales puedes tienes tiendas de productos típicos y bares. Cada martes hay también un mercadillo en el que venden productos de la región. En ella están el Ayuntamiento y la Iglesia de Santa Cecilia.

2. Iglesia de Santa Cecilia: se levantó entre los siglos XVI y XVIII y lo que más llama la atención es su torre campanario. Dentro puedes ver su altar mayor neoclásico y varios retablos barrocos.

3. Palacio de Chiloeches: es un imponente edificio del siglo XVI en el que vivió Juan Zorrilla de San Martín, aunque su nombre actual se debe al marqués de Chiloeches, quien financió su reconstrucción en el siglo XIX.

4. Torre de los Monteros: también se le conoce como Palacio del Marqués de Legarda. Sus dimensiones son pequeñas, pero llama mucho la atención su torre y su monumental fachada de piedra, que le dan un aire de fortaleza.

5. Torre de los Velasco: se encuentra fuera del centro del pueblo, junto a la orilla del río Trueba. Puedes recorrer una corta senda para conocer está construcción cuyo origen no conoce, pero que fue adquirida por Juan de Velasco en el siglo XV (y ya estaba en ruinas). En ella se conservan los escudos más antiguos de Las Merindades: cinco escudos de los Velasco.

6. Piscina natural: bajo la Torre de los Velasco hay una preciosa zona de merenderos con una piscina natural que se ha construido aprovechando las aguas del río Trueba.

Además de estos lugares tan representativos, Espinosa de los Monteros cuenta con numerosos palacios, casonas tradicionales, torres, iglesias y dos museos: el Museo Monteros del Rey y el Museo Etnográfico Cuatro Ríos Pasiegos. También tiene una ruta heráldica que se detiene en todos los escudos que hay labrados en las paredes de sus históricas construcciones.

En sus alrededores puedes aprovechar para recorrer los valles pasiegos burgaleses subiendo al Puerto de las Estacas de Trueba, descubrir la Cascada de Guarguero, la Estación de Esquí de Lunada o las cuevas de Ojo Guareña.

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Ruta de Senderismo - El Ventanón de Ojo Guareña

Durante cualquier viaje a Las Merindades es imprescindible visitar el Monumento Natural de Ojo Guareña, un complejo kárstico de catorce cavidades principales que suman más de 110 km de galerías subterráneas y que está declarado Bien de Interés Cultural.

En temporada alta muchos turistas se acercan a este lugar para visitar sus cuevas o practicar senderismo en un entorno natural envidiable. De los tres senderos marcados, el más seguido es el de El Ventanón (P.R.C. BU-32), que discurre entre una extensa masa de encinar con quejigos que va aclarándose según desciende desde el Alto de la Concha. 

Cómo es la Ruta El Ventanón

👉Inicio de ruta: la ruta se inicia en el aparcamiento del Alto de la Concha. Allí puedes ver un panel con las tres rutas marcadas que se suelen realizar en este paraje: El Valle, El Pico del Cuerno y El Ventanón.

Siguiendo la señal y las marcas amarillas y blancas, comenzarás un ascenso por un camino de tierra y piedras que discurre entre quejigos y encinas, pero las sombras no te acompañarán. A lo largo de la senda, sobre los cortados, es fácil divisar el vuelo de buitres leonados, alimoches y águilas reales. También es posible ver algún fósil incrustado en el camino.

Pronto llegarás a una zona más llana y a una bifurcación marcada con un poste. Para llegar al Ventanón tendrás que coger el camino de la izquierda y continuar por él durante 4 km sin apenas desnivel. Cada poco te irás encontrando señales que te irán guiando y también tendrás que atravesar una verja. Pero no tiene pérdida.



Durante el trayecto te toparás con agujeros o simas, que han sido cercadas para evitar ser un peligro. Su origen está en el relieve kárstico de este lugar. Recuerda que bajo tus pies se extiende uno de los complejos de cuevas más grandes del mundo.

Unos 3 km más adelante, verás otro poste que te indica que te quedan tan sólo 300 metros para llegar a este monumento natural continuando por el camino de la derecha. Memoriza bien este sitio, porque luego deberás volver a él.

Un poco más adelante te encontrarás con El Ventanón, un enorme arco natural formado en el cortado calizo de una de las conchas que conforman el Monumento Natural de Ojo Guareña. La estructura fue abierta por una antigua conducción de agua, hoy hundida, a través de un proceso de disolución de la roca caliza.

Mide 30 metros de ancho y 20 de alto y ofrece un marco ideal para las vistas sobre el Valle de Valdeporres, el Somo o pueblos como Rozas, unos 400 metros más abajo.

De nuevo en marcha, debes volver los 300 metros sobre tus pasos para llegar a la bifurcación anterior y seguir la indicación hacia el Alto de la Concha, que está a 4’2 km.

De frente tendrás las majestuosas paredes rocosas de la Sierra de Dulla, sobre la que destaca el Collado de la Brecha o Puerta de Dulla, entre los picos Dulla y El Paño. Esta imagen me sobrecogió a mí incluso más que las del propio Ventanón.

El camino continúa bajando acercándose a Villamartín de Sotoscueva. Por él seguro que te encuentras con caballos y vacas que pastan por allí tranquilamente.

La cuesta abajo atraviesa un portón para ganado y finalmente llega a este pequeño caserío. Sus construcciones están levantadas con piedra extraída directamente de las canteras de la zona. Posee varias casas blasonadas, la iglesia de San Esteban (s. XII) y la ermita de Santa Marina. Paseando por sus cuidadas calles también puedes ver una fuente con abrevadero, un lavadero, un potro y una bolera de tres tablones, típica de Las Merindades.


Atravesado el pueblo, tendrás que cruzar una portilla y seguir hacia la derecha, donde la senda comienza a subir lentamente entre robles hasta llegar de nuevo al aparcamiento del Alto de la Concha.

🤠​Lo único malo: que toda la senda se desarrolla al solano. Prácticamente no te encontrarás con ninguna sombra.

Para tener una visión completa de este majestuoso enclave, te recomiendo que:

😇 Visites la Cueva de San Bernabé.

⛰️​Te adentres casi a oscuras en la Cueva Palomera.

​💧​  Desciendas hasta el paraje del Sumidero.

🥾​ Realices algún sendero, como el del Ventanón.

🏡 Entres en la Casa del Parque de Quintanilla del Rebollar.

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  10'9 km.
                              🏃  Dificultad:  sencilla, aunque hay bastantes cuestas.
                              🏃  Duración: 2h 30'.
                                 🏃  Recorrido circular.
                              🏃   No hay sombras.

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6 lugares imprescindibles que ver en Orbaneja del Castillo

Hoy te presento el pueblo más bonito de Burgos. Situada en el Valle de Sedano, muy cerca de la comarca de Las Merindades, Orbaneja del Castillo supera las expectativas de cualquier viajero que pasee por sus calles y se deleite en este precioso entorno natural dibujado por el Cañón del Ebro.

El pueblo está atravesado por una gran cascada, a lo largo de la cual se han ido estableciendo las diversas construcciones que configuran su entramado urbano. Nada más que pasearse por estas calles, subiendo por sus escaleras junto al agua, ya desafía la imaginación de cualquier creador de paisajes.

En este emplazamiento convivieron mozárabes, judíos y cristianos. Su origen se remonta a la Edad Media, época en la que habría un castillo del que hoy no queda nada. Sí que hay huellas del paso de los Templarios, quienes construyeron el antiguo Hospital de San Albín.

Para visitar el pueblo, puedes dejar el coche en la carretera, en el parking de la cascada. Tiene pocas plazas, por lo que la gente lo suele ir dejando en el arcén. Ten en cuenta que, al ser el pueblo más bonito de Burgos, hay cientos de visitantes en temporada alta.

Desde el parking puedes bajar las escaleras hacia la zona de las pozas o subir otras escaleras más largas hacia el interior del pueblo para visitar ambos lados: en la margen derecha de la cascada tienes la Villa, y en la izquierda, está la Puebla.


En frente del aparcamiento se suelen poner unos puestecillos de productos típicos de la zona. También tendrás oportunidad de comprar algunas delicias en las tiendas del centro y, si vas en verano, aprovecha para probar el helado artesanal de crema de orujo y sobao de la Heladería La Cascada.

Qué ver en Orbaneja del Castillo

1. La Cascada de Orbaneja: es la estrella de este lugar de cuento. Las casas de piedra atravesadas por una enorme cascada en forma de escalera de más de 20 metros de altura, que cuenta con un caudal de 200 litros por segundo de media. Sus aguas provienen de un acuífero permanente existente en el Páramo de Bricia, que brotan por la Cueva del Agua y salen en torrentera dividiendo al pueblo en dos mitades. Antiguamente su fuerza movía cinco molinos harineros que había junto a la cueva.

2. Las Pozas: bajo el puente de la entrada al pueblo, el agua de la cascada cae uniéndose al curso del río Ebro. Pero antes, forma numerosas pozas de un sorprendente color azul turquesa. Estas terrazas escalonadas se producen gracias a la existencia de tobas calcáreas que se van erosionando.


3. La Cueva del Agua: en la parte más alta del pueblo, al fondo de la plaza, verás (precio pago) la cueva de la que sale el agua que fluye formando un arroyo que atraviesa la plaza, justo antes de precipitarse hacia abajo formando la gran cascada.


4. Arquitectura Tradicional: aunque hoy muchas de ellas se han convertido en alojamientos rurales y restaurantes, el conjunto de arquitectura popular aún mantiene su aire tradicional. Las construcciones del pueblo se han levantado utilizando las tobas calcáreas. Las casas, de marcado aire montañés, con sus balcones de madera y sus calles empedradas, conforman el casco urbano que está declarado Conjunto Histórico Artístico. El núcleo en sí es una maravilla, aunque algunos edificios que destacan, como la Casa de los Pobres (antiguo hospital del siglo XVI), la Casa Fuerte de los Marqueses de Aguilar (en lo alto de una roca) o la iglesia de Santa María.

5. El Circo rocoso: desde la zona alta del pueblo, cerca de la iglesia de Santa María tienes unas vistas impresionantes de estas formaciones rocosas que se asemejan a las ruinas de una gran muralla, con sus torreones. Se trata de un conjunto de estructuras calcáreas naturales que ofrecen uno de los ejemplos más sorprendentes del modelado kárstico dentro del cañón.

6. Las Eras de Orbaneja del Castillo: en la parte superior del pueblo, en los llanos del Páramo de Bricia, se encuentran las tierras de cultivo de los vecinos del pueblo. Como este lugar está bastante alejado de Orbaneja, construyeron en cada parcela un chozo, para protegerse en caso de tormenta. Aún puedes visitarlos a través de una senda realizando un recorrido de algo más de una hora a la solana y en el que suele haber mastines. En Google Maps lo verás marcado como Los Chozos.


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Ojo Guareña - Cómo es la visita a la Cueva de San Bernabé

Una de las visitas imprescindibles de Las Merindades es acercarte a conocer el Monumento Natural de Ojo Guareña, un complejo kárstico de catorce cavidades principales que suman más de 110 km de galerías subterráneas. Y eso que se sepa, porque aún no se conoce el tope de este mágico lugar distribuido en seis niveles inferiores que ha estado habitado desde el Paleolítico Inferior.

Este complejo de cuevas está considerado uno de los mayores del mundo. Se extiende entre el valle del arroyo de la Hoz y el pueblo de Villamartín de Sotoscueva. Tales cavidades han sido posibles gracias a las aguas del Guareña, el Trema y el arroyo de la Hoz. La acción erosiva del agua sobre las calizas ha conformado este relieve de escarpes y cuestas ha dado lugar a los preciosos cañones del Trema y del arroyo y ha originado el valle ciego de San Bernabé. Sin embargo, en este enclave, el río Guareña no ha sido capaz de abrir su propio desfiladero y ha encontrado una vía de escape a través de la roca, siendo en principal responsable de todo el sistema de cavidades actual.

Cómo es la visita a la Cueva de San Bernabé

La cavidad más famosa de Ojo Guareña y la más visitada es la de San Bernabé. Para llegar a ella, tendrás que dejar tu coche el aparcamiento que hay en el Alto de la Concha y descender por la rampa que está señalizada. Pero antes, detente un poco a contemplar el valle desde allí arriba. Es sobrecogedor.


Al final de la rampa tienes el acceso a la Cueva de San Bernabé, que se encuentra a 60 metros de desnivel sobre el actual sumidero del río Guareña y donde te darán un casco.

A diferencia de la Cueva Palomera, ésta sí está acondicionada para el paseo turístico a través de una pasarela con barandilla e iluminación, por lo que es de fácil acceso. El recorrido que se realiza tiene una longitud de 400 metros, siempre acompañado por un guía.

La visita comienza el la Sala del Ayuntamiento. Es curioso que esta cavidad fuera el lugar elegido para realizar sus sesiones desde 1885 hasta 1924, año en el que se trasladaron a Cornejo. Debían de ser muy interesantes, nada más que por el hecho de celebrarlas aquí.

A continuación, ya dentro de la cueva, verás una proyección sobre Ojo Guareña y las entrañas del lugar en el que te encuentras, incluyendo sitios a los que es casi imposible su acceso, a no ser que seas un espeleólogo experimentado.

Continuando el recorrido, verás las llamadas Pilas del Santo, donde cuentan que las aguas que contienen son capaces de curar cualquier enfermedad y, a través de una pasarela, te adentrarás en la Galería de los silos, donde los antiguos pobladores almacenaban el trigo.

Finalmente, llegarás a la zona más famosa de la cueva, la Ermita de San Bernabé y San Tirso. La visión es simplemente magnífica. Todos los techos y las paredes de la cavidad están llenos de coloridas pinturas que cuentan los martirios y milagros de San Tirso. También se exponen pinturas dedicadas a otros personajes de la comarca que buscan su perdón y sus milagros.


Estas maravillas anónimas han sido datadas entre 1705 y 1877. En una de sus paredes también verás el archivo del Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva.

La ermita en sí no se sabe cuándo se construyó, aunque algunos sitúan su origen entre los siglos VIII y IX. Lo que sí que se conoce es que comenzó estando dedicada sólo a San Tirso y en el siglo XVIII se unió San Bernabé a su advocación.

Durante el sábado siguiente al 11 de junio, cada año se lleva a cabo la romería en honor a San Bernabé en una Fiesta de Interés Turístico Regional, en la que se celebra una misa dentro de la ermita.

 ¡Atención! 

Puedes combinar la visita a la Cueva de San Bernabé y a la Cueva Palomera, haciendo una por la tarde y otra por la mañana. Sin embargo, como para las dos es necesario realizar una reserva previa, hazlas con muchísima antelación, pues las entradas se agotan nada más sacarlas a la venta.

👉 Más información sobre horarios y visitas. 

Para tener una visión completa de este majestuoso enclave, te recomiendo que:

😇 Visites la Cueva de San Bernabé.

⛰️​Te adentres casi a oscuras en la Cueva Palomera.

​💧​  Desciendas hasta el paraje del Sumidero.

🥾​ Realices algún sendero, como el del Ventanón.

🏡 Entres en la Casa del Parque de Quintanilla del Rebollar.



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