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Rusia: Día 5 – Visita a la Catedral de Kazán y a la Catedral de San Isaac en San Petersburgo


Antes de coger el tren para llegar a Moscú, visité los dos templos importantes que me quedaban por ver cerca de la Avenida Nevski. El primero de ellos fue la Catedral de Kazán, casa del obispo ortodoxo de la ciudad. Está inspirada en San Pedro de Roma y dentro siempre hay una cola de creyentes esperando su turno para besar el icono de Nuestra Señora de Kazán. Su diseño refleja el deseo del excéntrico zar Pablo de unir el catolicismo y la ortodoxia en un tipo de súper-cristiandad, y su fascinación por los Caballeros de la Orden de Malta, de la que él era miembro. Poco después de mandarla construir, murió asesinado en un golpe de estado. (Horario: de 7’00 a 18’00. Precio: la entrada es gratuita).

Hay que vestir con decoro, pero no es necesario el pañuelo en la cabeza para las mujeres.

Desde allí, me fui a la Catedral de San Isaac, la más grande de la ciudad. Las entradas las compré por internet para ahorrarme la interminable cola. San Isaac destaca por su cúpula dorada. Su interior es muy llamativo, pero merece la pena subir los 262 escalones para obtener grandiosas vistas desde arriba. Sólo para la cubierta de la cúpula se usaron 100 kilos de oro.


La Catedral tiene planta de cruz griega con una enorme cúpula central, visible desde todos los puntos del centro histórico, y cuatro cúpulas pequeñas, una en cada esquina. La cúpula central, recubierta de oro, está sostenida por una columnata y una balaustrada decorada con 24 estatuas de ángeles y arcángeles.



Su interior es enorme. Puede albergar a más de 14.000 personas dentro. Todo está lleno de mosaicos, columnas de malaquita y lapislázuli, mármoles, frescos, 350 esculturas… Lo más llamativo es el vitral del altar central, llamado “La Resurrección de Cristo”, algo raro en una iglesia ortodoxa. (Precio: 250 Rublos.  Precio para subir a la cúpula: 150 Rublos más. Cierra los miércoles.  http://eng.cathedral.ru/


En el exterior se encuentra la Plaza del senado y el monumento del Jinete de Bronce, una estatua ecuestre de Pedro I cuya base es una enorme roca de granito rojo de 1500 toneladas. Se la conoce como la Piedra de Trueno y se dice ser la piedra más grande movida por el hombre. Se la trajeron desde el Golfo de Finlandia, en una sola pieza, montada en una especie de trineo. El viaje para recorrer estos 6 km tardó nueve meses y en él participaron más de cuatrocientos hombres.

Mi siguiente parada sería la estación de tren para pasar la noche en el Grand Express y llegar a Moscú.


Rusia: Día 4 – Opinión del Crucero Astra Marina por San Petersburgo


Mi barco salió a las 00’30 desde el embarcadero que hay delante del Museo Fabergé, aunque me avisaron de que tenía que estar media hora antes allí para canjear los tickets.

Cuando llegué, hice la cola y me senté a esperar. Allí mismo hay un bar donde tomarse algo. Digo yo que por eso la insistencia de que se esté media hora antes allí. Si no, no lo veo necesario.


Cuando vino el barco, hice otra vez la fila y me monté. Los asientos no son numerados, así que tienes que ser rápido si quieres coger un buen sitio. Mi barco era el modelo Festival. Al principio, todo el mundo quiso montarse fuera para tener unas mejores vistas, pero poco a poco la gente se iba cansando de pasar tantísimo frío (aunque daban mantas).

Dentro estaba todo demasiado oscuro. Muy elegante, con velitas en las mesas, pero no se veía nada. Casi animaba a dormirte dadas las horas que eran. Y muchos lo acabaron haciendo. El barco tenía un servicio de comida y bebida a precio de fuera (para nada excesivo) y un músico, que fue amenizando la velada con música muy relajante.


Desde el barco se pueden ver los canales de San Petersburgo y, poco a poco, va dirigiéndose a los puentes principales: Palace Bridge, Troitsky Bridge, Liteyny Bridge, Bolsheokhtinsky Bridge, Alexander Nevsky Bridge, Sampsonievsky Bridge and Blagoveschensky Bridge.


Justo a la hora a la que se levanta el primer puente, se pueden ver un montón de barcos en hilera haciendo lo mismo que nosotros. Además, decenas de autobuses aparcan cerca, para que la gente se baje y vea el espectáculo. Parece una feria.


Lo mejor de las vistas, para mí, fue disfrutarlas durante una de las noches blancas de San Petersburgo. Un fenómeno atmosférico en el que los atardeceres son finales, los amaneceres son principios y la oscuridad nunca es completa. Parece que nunca se va a poner el sol.




El paseo duró más de dos horas. El barco me dejó en el embarcadero que hay delante del Almirantazgo, porque cierran los pequeños ríos y canales un poco después de la hora de salida de los cruceros. Volví  al hotel andando por Nevski en un atardecer perpetuo, en el que se veía perfectamente por la calle a pesar de ser las 3 de la mañana. Las noches blancas tienen su aquél, aunque también son un incordio si tu hotel no tiene persianas o cortinas gruesas, o si se te olvida echarlas. ¡Tenlo en cuenta!

El viaje en barco fue bonito, pero se me hizo un poco largo. Quizá fuera por la hora, o por el frío helado que hacía, o por las dos cosas 😊


Precio del Crucero para ver los puentes levadizos de San Petersburgo: Romance of the drawbridges: 800 Rublos por persona. El precio es el mismo si lo compras por internet o allí.

▪ Salida: a las 00’30 desde el muelle que hay delante del Museo Fabergé. Fontanka river emb., 21.

▪ Llegada: a las 2’30 al muelle central. Admiralty emb., 2.

▪ Contratación online: http://www.boattrip.ru/excursion/drawbridges_faberge_en  

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➤ Rusia: Día 5 – Visita a la Catedral de Kazán y a la Catedral de San Isaac en San Petersburgo

Rusia: Día 4 – Visitando la Fortaleza de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo


Por la mañana temprano emprendí mi camino hacia la isla Zayachy, en pleno río Neva, para llegar a la zona más antigua de San Petersburgo. Aquí, en el siglo XVI, Pedro el Grande arrebató este terreno a los suecos, y puso la primera piedra de la ciudad. Para defenderla, la dotó de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, que funcionó como cárcel hasta 1917.

Desde la Avenida Nevski, se puede llegar andando perfectamente cruzando el puente que sale justo detrás del Almirantazgo.

La fortaleza guarda en su interior varios edificios y museos:

1. La Catedral de San Pablo: te recomiendo que después de comprar la entrada, te dirijas directamente aquí, porque es lo más visitado y lo que más cola tiene. Es la catedral más antigua de la ciudad y en su interior se pueden ver los sarcófagos de todos los gobernantes del país anteriores a la Revolución (menos Pedro II e Iván VI). Si quieres subir a la torre, tienes que pagar la entrada aparte.


2. La casa del comandante: acoge una pequeña exposición sobre la historia de la ciudad.


3. Museo de la Historia de la fortaleza (Neva Curtain Wall): la exposición está representada por más de 500 de las piezas de museo (hallazgos arqueológicos, gráficos arquitectónicos, mapas…). Es muy pequeñita y se ve rápido.


4. La Prisión (Bastión de Trubetskoy): en ella se pueden ver las celdas de la prisión política, por la que pasaron más de 1500 prisioneros: miembros del movimiento populista como Kropotkin(1870 – 1884); socialdemócratas en la década de 1890, como Bauman; revolucionarios como el escritor Gorky o Trotsky (1905 – 1907)… Después de la revolución de febrero de 1917, los ministros del gobierno zarista también fueron llevados a esta prisión.


5. Museo de la Exploración Espacial (Ioannovsky Ravelin): abierto desde 1973, muestra la historia del desarrollo espacial soviético. En él se exponen motores, trajes espaciales, fotografías… Es pequeño y muy interesante.


La fortaleza alberga muchas más exposiciones, pero éstas se tienen que pagar aparte, una a una. Merece la pena que te des una vuelta por el exterior del muro para ver la zona de las playas, donde muchos rusos aprovechan para tomar el sol.

En mi camino de vuelta, me desvié un poquito para ver la mezquita, que data de 1910.


Y acabé mi visita a la isla viendo el Crucero Aurora. Es un ala más del Museo Naval Ruso. Este gran barco ha participado en tres guerras (Guerra Ruso-japonesa, Segunda Guerra Mundial y en la Revolución Rusa). Hoy es símbolo de la ciudad y muchas parejas van a hacerse fotos con él de fondo. Su interior, si no eres un apasionado de lo naval, no merecerá mucho la pena. Pero por su importancia histórica, acércate por lo menos a verlo por fuera. Horario: de 11’00 a 18’00, de miércoles a domingo. Precio: 600 rublos. Las entradas sólo se pueden comprar en la taquilla.

Después de cenar hice hora para coger un crucero por el Neva y ver los puentes levadizos. Y compré algunos dulces típicos:



Precios de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo – San Petersburgo

Los tickets sólo se pueden comprar en las taquillas.

El acceso al recinto de la Fortaleza es gratuito. Puedes pasear por su patio interior.

Lo más interesante es comprar una entrada conjunta para visitar la catedral, la casa del comandante, el museo de historia de la fortaleza, la prisión y el museo espacial. Cuesta 600 Rublos.

Precios individuales:
  • Catedral: 450 Rublos.
  • Prisión: 200 Rublos.
  • Casa del comandante: 200 Rublos.
  • Museo Historia de la Fortaleza: 100 Rublos.
  • Museo de la Exploración Espacial: 100 Rublos.
👉 Más información sobre horarios y precios: 
http://www.spbmuseum.ru/themuseum/visitors/cost.php



Opinión del Art House Hotel – San Petersburgo


Debido a los problemas con los que me encontré con la expedición del visado, cuando tuve que alargar mi estancia en San Petersburgo no pude hacerlo en el hotel en el que estaba alojada porque estaba completo (Akyan Hotel) y tuve que buscar otro que también fuera céntrico. Al final, me decanté por el Art House Hotel.

Más que un hotel, es una mezcla entre hostel y bed&breakfast, combinado con hotel familiar.

Localización

El hotel está en una calle que sale de la Avenida Nevsky por la esquina de Calzedonia. A unos cuantos metros de la entrada hay un pequeño supermercado 24 horas, bastante barato y que está en un sótano. A 2 minutos está la estación de metro de Mayakovskaya y a 10 minutos está la estación de tren Moskovskiy.

La entrada al alojamiento puede que te asombre un poco. Es una puerta enorme, blindada. Hay que llamar al portero para que te abran. Una vez dentro te darás cuenta de cómo son muchos alojamientos y pisos rusos. Como éste fue el primero que vi así, me asusté muchísimo. ¿Dónde me había metido? Escalones sucios, paredes sin pintar, cables por todos lados… Algo común parece ser que es que tengas el piso hecho un desastre, menos tu parte. Llega a tal punto esta obsesión por el individualismo y la propiedad privada, que se puede ver un suelo del rellano en el que sólo hay embaldosada la entrada a una casa en concreto, o la pared que pega a una puerta pintada y las demás no. En fin, a las otras, que les den…


No te dejes llevar por el exterior. El interior es increíble. No te esperas que todo esté tan limpio, tan nuevo, con una decoración tan bonita. En la recepción me ofrecieron café y té y me dieron información sobre la ciudad. Todos muy amables. También me guardaron el equipaje gratis cuando hice el check out.


Las habitaciones

El hotel es temático. Tiene 5 habitaciones standard con decoraciones acorde a su nombre (1001 noches, Nefertiti, Sparta, Dali y Retro). Y 5 habitaciones superiores (Bourgeois, Camelot, Sakura, Mexicana y Origami).

La que yo elegí a través de su web fue la Camelot. Costó 4160 R por noche, con el desayuno incluido y wifi gratis. Aparte hay que pagar en efectivo el Registro de Extranjeros para llevarlo siempre junto con tu visado.

La habitación era muy grande y la cama también. Tenía TV LCD, DVD, aire acondicionado, frigorífico y una zona que servía como salón, con unos cómodos sillones. Todo limpísimo, que contrastaba con lo que habíamos visto a la entrada.




El desayuno se sirve en la cocina. Hay varias opciones a elegir. El día anterior hay que apuntarse en recepción con la opción que has elegido y la hora a la que quieres que esté preparado entre las disponibles, porque hay varios turnos para que todo el mundo quepa en la cocina. Independientemente de lo que hayas elegido, hay muchas cosas que te puedes servir tú mismo también. Embutido, queso, tostadas, yogures…



A mí me encantó el sitio, el personal y la decoración.


   ART HOUSE HOTEL – ST PETERSBURG   
Marata Ulitsa 10-6, San Petersburgo, Rusia
mail@arthousehotel.ru,
info@arthousehotel.ru


Rusia: Cómo llegar a Peterhof desde San Petersburgo


La visita a Peterhof es una de las más realizadas a un destino cercano a San Petersburgo. La ciudad se encuentra a 30 km y hay varias opciones para realizar este trayecto:

🚇 En Metro: no hay un acceso directo en metro hasta Peterhof, por lo que para la distancia final tendrás también que coger un autobús o una martshrutka.
  • En la estación de Avtovo, busca los autobuses 200 ó 210. También te llevan las martshrutkas 224, 300, 424 y 424-A.
  • En la estación de Prospekt Veteranov, busca las martshrutkas 343 y 639-6.
  • En la estación de Leninskiy Prospkt, busca las martshrutkas 103, K224 y 420.
De todas formas, es muy sencillo. Cuando llegues a cualquiera de esas estaciones, sal al exterior y mira los autobuses que hay. Normalmente hay un montón con el cartel de Peterhof bien grande en la furgoneta o en el cristal.

Los autobuses te dejarán en el Parque Superior.

Tiempo que se tarda: unos 40 minutos en metro, más otros 20 o así en autobús.

Precio del autobús: entre 100 y 200 rublos.


🚆 En tren: desde la estación de tren Baltiyskiy, coge el cercanías hasta la estación de Nuevo Peterhof y, desde allí coge los autobuses 344, 348, 350, 351, 352, 355 y 356. Estos autobuses te dejarán en el Parque Superior en diez minutos.



🚢 En barco: la manera más rápida de llegar a Peterhof es utilizando el Hydrofoil. Este barco tarda 45 minutos en llegar a los jardines inferiores y sale desde el embarcadero que hay en frente del Hermitage. 
  • El barco sale cada 15 minutos, desde las 10’00 hasta las 18’00.
  • La vuelta se realiza desde las 11’00 hasta las 19’00.
  • El precio de cada billete es de 700 rublos en un sentido. Se puede comprar allí mismo u online

Salidas:

● Desde San Petersburgo: Muelle central (el de los leones). Admiralteyskaya emb., 2, ticket office №1 y №2.
● Desde Peterhof: Muelle número 5 (Lower Park), ticket office 5 – 6.