Cuando fui a la Central
de Visados rusos en Madrid, solicité un visado para los días que duraba mi
viaje. Mi vuelo de vuelta salía el día 14 a las 23'35, llegaba a Moscú a la
01'25 para hacer una escala y salir a las 6'15 hacia Madrid. Mi
visado me lo concedieron hasta el día 14. Le pregunté a la chica de allí que
qué pasaba si el vuelo se retrasaba, daban las doce de la noche y ya nos
encontrábamos en el día 15 o que si me iban a poner pegas en la escala de
Moscú. Me dijo que no pasaba nada porque era una viajera en tránsito.
Aún así no me fié y le pedí que me expidiera el visado hasta el día 15. Me dijo
que eso era imposible, porque mi vuelo de salida del país era el
día 14, aunque por la noche. Se lo repetí, pero me dijo que no tendría ningún
problema, que ese caso estaba recogido y seguía insistiendo en lo de viajera de
tránsito.
Y, así, fui viajando por
Rusia tan feliz, hasta que llegó el fatídico día. Cogí mi vuelo en San
Petersburgo, llegué a Moscú y... ¡tachán! ... me convertí en una ilegal
en el país.
A diferencia de lo que
ocurre en otros países, en Rusia a los ilegales no les dejan salir.
Se pueden quedar dando vueltas por allí, pero no pueden cruzar la frontera para
volver a su tierra.
En el control de
visados, vino un señor de uniforme, con muchos galones y me llevó a una sala.
Me informó en inglés de que tenía problemas: estaba de ilegal allí. Me
dijo que me sentara y esperara.
A las dos horas,
vino un representante de mi compañía aérea. Me dio el teléfono del
cónsul ruso y hablé con él. Me dijo que lo único que tenía claro a esas horas
de la madrugada, era que yo no iba a salir del país hasta que no se
regularizara mi situación y que mi vuelo de las 6'25 ya estaba perdido.
El representante buscó
el teléfono del consulado español. Un señor muy amable me informó
de que las situaciones en ese momento entre la Unión Europea y Rusia estaban
muy tensas. Habían ayudado a un montón de españoles así en las
últimas semanas. Todas las noches había alguien allí como yo porque en la
central de visados le habían contado el mismo cuento. Así que tendría que estar
allí retenida hasta que decidieran soltarme y, entonces, acercarme al consulado para que
me ayudaran.
Me retuvieron
allí hasta las 4 de la mañana. Entonces, una señora me llamó y empezó a hacerme
preguntas personales. Me volvió a decir que era ilegal y que me iban a poner
una multa. Me imaginé un pastizal. Le pregunté que a qué hora me iban a soltar y
me dijo que en unos cuantos minutos.
Unos cuantos minutos
resultaron ser exactamente 5 horas. Hasta las 9'00 estuve allí sentada. A las
9'00 me llamaron y me dieron mi multa de... ¡2000 rublos! ¡Estábamos
allí por 27€! Con el papel de la multa tenía que ir a un banco ruso y pagarla
en rublos, en efectivo, buscar al cónsul ruso y darle el resguardo de haberla
pagado en persona.
Corrí con todas mis
fuerzas y cogí el tren para llegar al Consulado Español. ¡Menos mal que estaba
cerca de la estación! Allí me trataron súper bien. Me dejaron un ordenador para
que contratara un vuelo por internet y me explicaron el procedimiento (más bien una gymkana):
📌 Ellos iban a hacer todas las gestiones necesarias para que me sacaran de allí. Burocracia a mansalva y llamadas telefónicas a altas personalidades españolas y rusas.📌 Yo tenía que comprar un vuelo nuevo para Madrid para ese mismo día.📌 Rellenar un papel en inglés que pusiera como causa de mi estancia allí: "I caught a flight from Saint P. to Madrid with a stopover at Moscow and I had not enought time to pass the passport control on time." (Luego el cónsul ni lo querría leer).
📌 Debía ir al aeropuerto a buscar mis maletas.📌Los vuelos de ese día para Madrid salían del otro aeropuerto, Sheremetyevo, así que tenía que ir en taxi de uno a otro.📌 Al llegar al aeropuerto tenía que ir a un cajero, sacar efectivo, buscar un banco, pagar la multa y coger el resguardo.📌 Dentro del aeropuerto tenía que buscar un teléfono rojo. Este teléfono es el que tiene línea directa con el cónsul ruso.📌Llamar al cónsul, quedar con él para verlo en persona y darle el resguardo de haber pagado la multa, más la prueba de que me quería ir de ese país: el billete del vuelo que había comprado.
👉 Y todo antes de las 18'00, hora de salida de mi vuelo.
Parecía de película.
Sobre todo cuando me dijeron lo de buscar un teléfono rojo... 😒
En Domodedovo, fui a por mi equipaje. Pero yo no sabía que también para
esto se requería una burocracia de 1 hora rellenando papeles. Con mi mochila a
cuestas, fui al mostrador de taxis. Tampoco sabía que necesitaría rellenar dos
papeles para ello.
El taxi de un
aeropuerto a otro tardó más de una hora en llegar, y eso que pagué más
para ir por la autopista. Pero los atascos eran increíbles.
El teléfono fue fácil de
encontrar, pero difícil que alguien lo cogiera. No contestaban o colgaban.
Desesperada, no dejé de llamar hasta que apareció un señor por el pasillo, muy arreglado
y que parecía un modelo, y un señor lo llamó cónsul. Fui hacia él, me presenté
y le pregunté si él era el susodicho. Me dijo que sí y le expliqué mi
situación. A pesar de que nuestro consulado había hablado esta mañana con
él, no tenía ni idea de lo que le estaba contando. Se llevó
mis papeles, menos el de la multa (que no lo quiso) y me dijo que volviera a
llamar por el teléfono rojo 20 minutos después.
Allí me quedé sentada.
Llamé a los 20 minutos y vuelta a empezar. Me lo cogieron mucho tiempo después
y me dijeron que el cónsul saldría a hablar conmigo en media hora. El tiempo
apremiaba y yo estaba de los nervios.
A la media hora salió
pero... no a hablar conmigo, sino a pasearse. Fui hacia él y le dije que si ya
estaba arreglado lo mío. Me miró y me dijo... "Pero, ¿tú quién
eres?" Me quedé a cuadros. Se estaba riendo de mí en mi cara. Se
fue paseando y al rato volvió. Me pidió el papel de la multa y me dijo que a
qué hora tenía mi vuelo. Le dije que a las 18'00. Miró su reloj y dijo
"Uy, son las 17'00. ¿Tienes que estar nerviosa, verdad? No sé si te dará
tiempo a cogerlo. Ya te avisaré, me voy a pensar otro rato tu caso, porque es
complejo".
Llamé desde mi móvil al
consulado español y le expuse lo ocurrido. Me dijeron que llevaban hablando con
él y mandándole fax toda la mañana. Teníamos tres posibles resultados:
- 1. Que en el último momento se lo pensara y pudiera coger el vuelo.
- 2. Que se lo pensara cuando ya hubiera salido mi vuelo y entonces volvería a convertirme en ilegal y tendríamos que empezar todo el proceso de nuevo: comprar otro billete, pagar otra multa... Un dineral que me había dejado ya; pues, repetirlo.
- 3. Que la resolución fuera negativa. En ese caso sería ilegal, pero tendría que ir a juicio contra el estado ruso. (¿En serio?) Me convertiría otra vez en ilegal y tendría que vivir en Rusia durante una semana o dos mientras se resolvía lo del juicio... Yo ya sólo quería que me deportaran 🙁
Media hora antes de que
saliera el vuelo, el cónsul apareció. Me dio mis ansiados papeles y se
fue riéndose. Llegué corriendo al mostrador de la compañía, hice el
check in, pasé el control de equipajes, pasé el control de pasaportes... y llegué
a la cola para entrar en el avión justo cuando ésta se estaba acabando. Me
pareció un sueño.
Llevaba sin dormir más
de 36 horas; sin comer, ni beber 20 horas, lo juro. Ni siquiera me había dado cuenta de
que llevaba tanto tiempo sin comida, ni bebida. Con tantos nervios...
Bueno, la verdad es que
se me han quitado las ganas de volver a este país, a pesar de los paisajes tan
bonitos que he visitado. Pero, viajar es lo que tiene.
Por si te ves en algún apuro, aquí tienes varios teléfonos importantes:
Por si te ves en algún apuro, aquí tienes varios teléfonos importantes:
Consulado General de España en Moscú
Atención a españoles: de 8'00 a 15'30
Teléfono: +7 495 958 25 47
Fax: +7 495 234 22 86
cog.moscu.nac@maec.es
Emergencias consulares: 24 horas.
+7 499 136 39 02
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