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Ruta de Senderismo - El Ventanón de Ojo Guareña

Durante cualquier viaje a Las Merindades es imprescindible visitar el Monumento Natural de Ojo Guareña, un complejo kárstico de catorce cavidades principales que suman más de 110 km de galerías subterráneas y que está declarado Bien de Interés Cultural.

En temporada alta muchos turistas se acercan a este lugar para visitar sus cuevas o practicar senderismo en un entorno natural envidiable. De los tres senderos marcados, el más seguido es el de El Ventanón (P.R.C. BU-32), que discurre entre una extensa masa de encinar con quejigos que va aclarándose según desciende desde el Alto de la Concha. 

Cómo es la Ruta El Ventanón

👉Inicio de ruta: la ruta se inicia en el aparcamiento del Alto de la Concha. Allí puedes ver un panel con las tres rutas marcadas que se suelen realizar en este paraje: El Valle, El Pico del Cuerno y El Ventanón.

Siguiendo la señal y las marcas amarillas y blancas, comenzarás un ascenso por un camino de tierra y piedras que discurre entre quejigos y encinas, pero las sombras no te acompañarán. A lo largo de la senda, sobre los cortados, es fácil divisar el vuelo de buitres leonados, alimoches y águilas reales. También es posible ver algún fósil incrustado en el camino.

Pronto llegarás a una zona más llana y a una bifurcación marcada con un poste. Para llegar al Ventanón tendrás que coger el camino de la izquierda y continuar por él durante 4 km sin apenas desnivel. Cada poco te irás encontrando señales que te irán guiando y también tendrás que atravesar una verja. Pero no tiene pérdida.



Durante el trayecto te toparás con agujeros o simas, que han sido cercadas para evitar ser un peligro. Su origen está en el relieve kárstico de este lugar. Recuerda que bajo tus pies se extiende uno de los complejos de cuevas más grandes del mundo.

Unos 3 km más adelante, verás otro poste que te indica que te quedan tan sólo 300 metros para llegar a este monumento natural continuando por el camino de la derecha. Memoriza bien este sitio, porque luego deberás volver a él.

Un poco más adelante te encontrarás con El Ventanón, un enorme arco natural formado en el cortado calizo de una de las conchas que conforman el Monumento Natural de Ojo Guareña. La estructura fue abierta por una antigua conducción de agua, hoy hundida, a través de un proceso de disolución de la roca caliza.

Mide 30 metros de ancho y 20 de alto y ofrece un marco ideal para las vistas sobre el Valle de Valdeporres, el Somo o pueblos como Rozas, unos 400 metros más abajo.

De nuevo en marcha, debes volver los 300 metros sobre tus pasos para llegar a la bifurcación anterior y seguir la indicación hacia el Alto de la Concha, que está a 4’2 km.

De frente tendrás las majestuosas paredes rocosas de la Sierra de Dulla, sobre la que destaca el Collado de la Brecha o Puerta de Dulla, entre los picos Dulla y El Paño. Esta imagen me sobrecogió a mí incluso más que las del propio Ventanón.

El camino continúa bajando acercándose a Villamartín de Sotoscueva. Por él seguro que te encuentras con caballos y vacas que pastan por allí tranquilamente.

La cuesta abajo atraviesa un portón para ganado y finalmente llega a este pequeño caserío. Sus construcciones están levantadas con piedra extraída directamente de las canteras de la zona. Posee varias casas blasonadas, la iglesia de San Esteban (s. XII) y la ermita de Santa Marina. Paseando por sus cuidadas calles también puedes ver una fuente con abrevadero, un lavadero, un potro y una bolera de tres tablones, típica de Las Merindades.


Atravesado el pueblo, tendrás que cruzar una portilla y seguir hacia la derecha, donde la senda comienza a subir lentamente entre robles hasta llegar de nuevo al aparcamiento del Alto de la Concha.

🤠​Lo único malo: que toda la senda se desarrolla al solano. Prácticamente no te encontrarás con ninguna sombra.

Para tener una visión completa de este majestuoso enclave, te recomiendo que:

😇 Visites la Cueva de San Bernabé.

⛰️​Te adentres casi a oscuras en la Cueva Palomera.

​💧​  Desciendas hasta el paraje del Sumidero.

🥾​ Realices algún sendero, como el del Ventanón.

🏡 Entres en la Casa del Parque de Quintanilla del Rebollar.

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  10'9 km.
                              🏃  Dificultad:  sencilla, aunque hay bastantes cuestas.
                              🏃  Duración: 2h 30'.
                                 🏃  Recorrido circular.
                              🏃   No hay sombras.

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Ojo Guareña - Cómo es la visita a la Cueva de San Bernabé

Una de las visitas imprescindibles de Las Merindades es acercarte a conocer el Monumento Natural de Ojo Guareña, un complejo kárstico de catorce cavidades principales que suman más de 110 km de galerías subterráneas. Y eso que se sepa, porque aún no se conoce el tope de este mágico lugar distribuido en seis niveles inferiores que ha estado habitado desde el Paleolítico Inferior.

Este complejo de cuevas está considerado uno de los mayores del mundo. Se extiende entre el valle del arroyo de la Hoz y el pueblo de Villamartín de Sotoscueva. Tales cavidades han sido posibles gracias a las aguas del Guareña, el Trema y el arroyo de la Hoz. La acción erosiva del agua sobre las calizas ha conformado este relieve de escarpes y cuestas ha dado lugar a los preciosos cañones del Trema y del arroyo y ha originado el valle ciego de San Bernabé. Sin embargo, en este enclave, el río Guareña no ha sido capaz de abrir su propio desfiladero y ha encontrado una vía de escape a través de la roca, siendo en principal responsable de todo el sistema de cavidades actual.

Cómo es la visita a la Cueva de San Bernabé

La cavidad más famosa de Ojo Guareña y la más visitada es la de San Bernabé. Para llegar a ella, tendrás que dejar tu coche el aparcamiento que hay en el Alto de la Concha y descender por la rampa que está señalizada. Pero antes, detente un poco a contemplar el valle desde allí arriba. Es sobrecogedor.


Al final de la rampa tienes el acceso a la Cueva de San Bernabé, que se encuentra a 60 metros de desnivel sobre el actual sumidero del río Guareña y donde te darán un casco.

A diferencia de la Cueva Palomera, ésta sí está acondicionada para el paseo turístico a través de una pasarela con barandilla e iluminación, por lo que es de fácil acceso. El recorrido que se realiza tiene una longitud de 400 metros, siempre acompañado por un guía.

La visita comienza el la Sala del Ayuntamiento. Es curioso que esta cavidad fuera el lugar elegido para realizar sus sesiones desde 1885 hasta 1924, año en el que se trasladaron a Cornejo. Debían de ser muy interesantes, nada más que por el hecho de celebrarlas aquí.

A continuación, ya dentro de la cueva, verás una proyección sobre Ojo Guareña y las entrañas del lugar en el que te encuentras, incluyendo sitios a los que es casi imposible su acceso, a no ser que seas un espeleólogo experimentado.

Continuando el recorrido, verás las llamadas Pilas del Santo, donde cuentan que las aguas que contienen son capaces de curar cualquier enfermedad y, a través de una pasarela, te adentrarás en la Galería de los silos, donde los antiguos pobladores almacenaban el trigo.

Finalmente, llegarás a la zona más famosa de la cueva, la Ermita de San Bernabé y San Tirso. La visión es simplemente magnífica. Todos los techos y las paredes de la cavidad están llenos de coloridas pinturas que cuentan los martirios y milagros de San Tirso. También se exponen pinturas dedicadas a otros personajes de la comarca que buscan su perdón y sus milagros.


Estas maravillas anónimas han sido datadas entre 1705 y 1877. En una de sus paredes también verás el archivo del Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva.

La ermita en sí no se sabe cuándo se construyó, aunque algunos sitúan su origen entre los siglos VIII y IX. Lo que sí que se conoce es que comenzó estando dedicada sólo a San Tirso y en el siglo XVIII se unió San Bernabé a su advocación.

Durante el sábado siguiente al 11 de junio, cada año se lleva a cabo la romería en honor a San Bernabé en una Fiesta de Interés Turístico Regional, en la que se celebra una misa dentro de la ermita.

 ¡Atención! 

Puedes combinar la visita a la Cueva de San Bernabé y a la Cueva Palomera, haciendo una por la tarde y otra por la mañana. Sin embargo, como para las dos es necesario realizar una reserva previa, hazlas con muchísima antelación, pues las entradas se agotan nada más sacarlas a la venta.

👉 Más información sobre horarios y visitas. 

Para tener una visión completa de este majestuoso enclave, te recomiendo que:

😇 Visites la Cueva de San Bernabé.

⛰️​Te adentres casi a oscuras en la Cueva Palomera.

​💧​  Desciendas hasta el paraje del Sumidero.

🥾​ Realices algún sendero, como el del Ventanón.

🏡 Entres en la Casa del Parque de Quintanilla del Rebollar.



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Ojo Guareña - Cómo es la visita a la Cueva Palomera

En un viaje por Las Merindades no puedes dejar de visitar el entorno de Ojo Guareña, un estremecedor complejo kárstico declarado Monumento Natural y Bien de Interés Cultural. En este lugar hay más de 110 kilómetros de cavidades, lo que lo hacen el complejo de cuevas más grandes de España y uno de los diez mayores del mundo.

La mayoría de la gente viene a este lugar a conocer la famosa Cueva de San Bernabé o realizar una de las múltiples rutas de senderismo que ofrece este maravilloso entorno, como el Sendero que lleva al Ventanón. Sin embargo, pocos se atreven a sumergirse en la experiencia única de adentrarse en la Cueva Palomera (o tienen la suerte de hacerse con una de sus limitadas entradas).

Existen dos tipos de recorridos por el interior de la cueva. El primero llega sólo hasta la Sima Dolencias, tiene una longitud de 1’5 km y dura unas 2’5 horas. El segundo te llevará un kilómetro más adentro, hasta llamada sala del Museo de Cera y dura unas cuatro horas.

Una vez dejado el coche en el Alto de la Concha, la visita comienza en la entrada de la Cueva de San Bernabé, por lo que tendrás que bajar las escaleras que llevan al lugar más fotografiado de la zona y cuyas vistas así lo merecen.

Ya abajo, comenzará una charla de iniciación al entorno en el que te encuentras y te darán un casco provisto de luz. Y es que la mayor dificultad que tiene el descenso a la Cueva Palomera es que está sin acondicionar.

¿Qué quiere decir que está sin acondicionar? Pues que, quitando el tramo inicial, allí no hay luz, ni escalones. Sentirás la inmensidad de la cavidad mientras caminas prácticamente a oscuras. Tendrás que tener cuidado con dónde pisas, prestar mucha atención a las paredes y al suelo, ir agachado en algunas zonas, subir y bajar cuestas, caminar por terrenos irregulares y escurridizos… Te lo aseguro, esto hace que la visita sea mucho más auténtica e inmersiva. Aunque no hace falta que seas un deportista especializado. Como único equipamiento, tan sólo llevarás tu casco con luz.

La Cueva Palomera forma parte de este complejo de cuevas y galerías que se distribuyen a lo largo de seis niveles y que aún nadie ha logrado adivinar dónde está su final. Durante la visita lo que tú vas a ver es el cuarto nivel, por el que a veces discurre el agua. Si tienes suerte, puedes llegar a ver cómo se forma una cascada de 54 metros de altura en su interior, aprovechando las aguas del arroyo de Villmartín de Sotoscueva, cuando éste se sumerge en la cueva a través de la Sima Dolencias.

Se sabe que ha sido transitada desde hace milenios, pues en ella se hay pinturas rupestres de más de 10.000 años.​ En la Sala de las huellas han hallado unas pisadas de pies descalzos que realizan un recorrido de ida y vuelta (parece que alguien se adentró, no se atrevió a andar más y volvió sobre sus pasos). También se encontraron dos fragmentos de antorcha con unas antigüedades de 15.600 y 3.600 años.



Los verdaderos artífices de este bello paisaje cavernario son las aguas de los ríos subterráneos Guareña y Trema, quienes han erosionado la roca caliza dando lugar a majestuosas galerías y formaciones.

Los guías son expertos geólogos que conocen el terreno y se nota que sienten pasión por lo que hacen. Desde la Cueva de San Bernabé subirás de nuevo los escalones para volver al aparcamiento y descender por la Dolina de Palomera hasta la entrada de la Cueva Palomera. Se trata de un espeleopaseo, una sobrecogedora actividad que respeta al máximo el entorno natural a través de un turismo controlado.

Tras bajar agarrado a una barandilla de cuerda por una cuesta que está iluminada, la visita seguirá utilizando sólo la luz de tu casco. Aunque, a veces, para hacerlo aún más interesante, hasta éste se apagará. Durante el recorrido accederás a la Sala Edelweiss, la Galería Principal y la base de Sima Dolencias continuando por la Galería del Teléfono hasta llegar a la Sala del Cacique. Desde la Sala del Cacique se vuelve por el mismo camino a través de la Galería del Teléfono hasta la galería que permite la conexión de ésta con el último tramo de la Gran Diagonal, desde donde se sigue hasta el Museo de Cera.

A lo largo de este espeleopaseo te toparás con decenas de estalactitas, estalagmitas, columnas, fósiles y algún que otro bichillo minúsculo, pues la cueva tiene una gran importancia a nivel de biodiversidad, contando con 35 especies invertebradas endémicas. Muchas veces verás el techo brillas como resultado de la condensación del agua y de las bacterias que hay en su interior.

Si tienes la oportunidad de ir en época de lluvias, verás la cascada en la Sima Dolencias, llamada así porque en la antigüedad era costumbre despeñar a los animales enfermos a través de ella. Y su agonía y dolores se escuchaba desde el cercano pueblo de Villamartín.

 ¡Atención! 

Puedes combinar la visita a la Cueva de San Bernabé y a la Cueva Palomera, haciendo una por la tarde y otra por la mañana. Sin embargo, como para las dos es necesario realizar una reserva previa, hazlas con muchísima antelación, pues las entradas se agotan nada más sacarlas a la venta.

👉 Más información sobre horarios y visitas. 

Para tener una visión completa de este majestuoso enclave, te recomiendo que:

😇 Visites la Cueva de San Bernabé.

⛰️​Te adentres casi a oscuras en la Cueva Palomera.

​💧​  Desciendas hasta el paraje del Sumidero.

🥾​ Realices algún sendero, como el del Ventanón.

🏡 Entres en la Casa del Parque de Quintanilla del Rebollar.











Ruta de Senderismo - Cómo llegar al Nacimiento del Río Cadagua

Bajando del Santuario de Cantonad, durante mi viaje por la provincia de Burgos, me acerqué al pequeño pueblo de Cadagua, en pleno Valle de Mena e inmerso en la comarca de Las Merindades.

La aldea se compone de unas cuantas casas tradicionales de piedra asentadas en la ladera del Portillo de la Magdalena. Es en sus inmediaciones donde nace uno de los afluentes más importantes del Nervión. El río Cadagua, vertebra el valle y acaba desembocando en Baracaldo, tras recorrer cerca de 70 km.

Cómo llegar al Nacimiento del Río Cadagua

👉Inicio de ruta: el coche lo puedes dejar en el aparcamiento que hay delante de la iglesia de San Andrés. Allí mismo verás el cartel informativo con los datos de la ruta, que comienza por un sendero que sale entre una casa rústica y la iglesia.

El camino es una cuesta abajo envuelta entre frondosas sombras. A menos de 300 metros del inicio, en una curva junto a grandes pinos, tendrás que atravesar una verja que te dará acceso a una gran pradera, llevándote hacia la base del Portillo de la Magdalena.


Al final del prado, otra verja te llevará a la orilla derecha del río y en pocos minutos habrás llegado a las torrenteras por las que empieza a brotar el agua.

Se dice que este es el nacimiento del río, pero aquí ya viene grande. Su origen está bien escondido en las tierras del Valle Mena y es aquí donde emana con fuerza entre las rocas musgosas y los bolos.

Las aguas emanan formando un amplio portalón que se abre bajo la Peña de La Magdalena y que recibe los nombres de El Bocarón o La Cencerrona, debido al estruendo que originan las aguas subterráneas que circulan por el interior de esta tierra kárstica. A los pies de esta cavidad surgen diversos manantiales llamados las Fuentes del Cadagua.

En el interior de la cueva han descubierto que hay un sifón con 55 metros de galerías inundadas con una profundidad de 17 metros. Cerca del Bocarón está la Cueva del Francés, donde se localiza otro sifón a 28 metros de la entrada.

¡Aviso!

En cualquier caso, si vas a hacer esta ruta, hazla en época de lluvias. Entonces es cuando estos acuíferos se llenan y aflora el Cadagua en todo su esplendor atronador.

Si decides hacerlo en otro momento, pues tendrás estas bonitas vistas de los bolos musgosos que están esperando con ansia que el Cadagua vuelva a brotar entre ellos.

Disfruta al menos del camino y aprovecha para darte un paseo por el pueblo viendo su iglesia, la fuente del abrevadero y la casa del indiano, llamada Villa Daria. Y acércate a Lezana para ver lo que queda del Castillo de los Velasco.

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  1,47 km (ida y vuelta).
                              🏃  Dificultad:  fácil.
                              🏃  Duración: menos de una hora.
                                 🏃  Recorrido lineal.
                              🏃  Se aconseja ir en época de lluvias.


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Ruta de Senderismo - Desfiladero del Ayuda en Treviño


Si estás visitando el Condado de Treviño, una de las mejores sendas que puedes hacer es la del imponente Desfiladero del río Ayuda. Una ruta sencilla, envuelta entre las sombras de hayas, tejos, boj y robles.

Se trata de una estrecha garganta en el que río realiza su recorrido por los Montes de Vitoria, uniendo el pueblo alavés de Oquina y el burgalés de Sáseta. Nace muy cerca de Oquina, atraviesa Álava y el condado de Treviño y desemboca cerca de Miranda de Ebro, en las aguas del río Zadorra.

Cómo es la Ruta del Desfiladero del Ayuda

👉Inicio de ruta: la ruta parte del pueblo del pueblo de Sáseta, una pequeña localidad de tan sólo 9 habitantes censados y con un bar que abre los fines de semana. Puedes dejar el coche allí mismo, en su Plaza Mayor, donde verás un panel informativo con los datos de la ruta. Se trata de los caminos balizados con marcas blancas y rojas GR-282 (Senda Natural del Pastoreo) y GR-38 (Ruta del Vino y del Pescado) que coinciden en este tramo hasta llegar a Okina.

Siguiendo la señal, hay que bajar por la calle que se dirige al río y continuar cuesta abajo por un camino de tierra con apenas sombra. En el primer desvío que te encuentres a la derecha, continúa recto (está señalizado).

Siempre bajando y bajando por un sendero que se vuelve más estrecho y pedregoso, llenándose un poco más de vegetación. Seguidamente, tendrás que atravesar una puerta y continuar caminando acercándote al curso del del río.

Poco a poco la vegetación se va volviendo más frondosa y te verás rodeado de grandes árboles mientras el camino subiendo y bajando en algunos tramos, pero con un desnivel muy llevadero.


A tu izquierda irá apareciendo el río, en un principio casi invisible detrás de la vegetación. A tu derecha verás la cascada que forma el arroyo Surbarana, que será preciosa en época de lluvias. En mi caso, el verano estaba siendo muy seco, aunque aún así, llevaba algo de agua.

A partir de aquí podrás acercarte fácilmente al río Ayuda y disfrutar de las vistas de su caudal y de sus preciosos saltos de agua, a través de un camino inmerso en un valle que se va estrechando y que te llevan casi hasta la misma orilla.


Después verás una amplia pradera en la que pasta el ganado entre las aguas del arroyo Arangacha, que tendrás que cruzar por un puentecillo. Habrás llegado a Las Campas, al límite entre las provincias de Burgos y Álava.

Si ha llovido, tendrás la oportunidad de ver las múltiples cascadillas que se forman en este lugar bajando por el barranco.


Si sigues por el sendero, que en algunos tramos está poco marcado, pero se distingue, la pradera se acabará y el camino se convertirá en una pista de cemento que te acompañará hasta el pueblo vasco de Okina.

La vuelta se hace por el mismo camino, pero esta vez, cuesta arriba. Si te has quedado con ganas de más, de vuelta a Sáseta acércate a la Cascada de Roda Vieja. Junto a un pequeño molino, el río salva este desnivel precipitándose desde una gran roca dando lugar a un impresionante paraje.


                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  11 km.
                              🏃  Dificultad:  baja. Más difícil es la vuelta, cuesta arriba.
                              🏃  Duración: 3 horas aproximadamente.
                                 🏃  Recorrido lineal.

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