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Visitando el Embalse de La Grajera, un paraíso natural en Logroño



El Embalse de La Grajera se encuentra a menos de 6 km del centro de Logroño. Hasta él se puede llegar en coche o caminando a través de una vía verde que forma parte del Camino de Santiago.


Junto a este embalse de 1883, que recoge las aguas del río Iregua, se halla un gran parque con barbacoas, mesas de picnics, puntos de observación de aves y restaurantes. Incluso hay una imagen de la Virgen del Rocío.


Además de servir como espacio de ocio y deporte, el entorno ofrece grandes tesoros, en cuanto a flora y fauna se refiere. Con suerte, se pueden ver ardillas, patos, cisnes, gamos, somormujos… La vegetación está dominada por pinares, encinares, olivares, choperas y zarzamoras.




Hay muchas sendas señalizadas que parten de la entrada del parque. Los dos más famosos son el que rodea al embalse y el que utilizan los peregrinos durante su salida de la ciudad, camino de Navarrete. Éste último está marcado con las famosas señales amarillas del Camino de Santiago. El Camino entra en el Parque de la Grajera desde el Noroeste y lo atraviesa por uno de los márgenes del embalse, abandonándolo a la altura de una gran antena de radio, para adentrarse ya en el término municipal de Navarrete.

www.caminoignaciano.org

A andar por este singular camino se le llama seguir la senda del colesterol porque, cuando los logroñeses van al médico y éste les recomienda hacer ejercicio, normalmente acaban yendo andando hasta La Grajera. Aunque a la vuelta, siempre es posible caer en la tentación y acabar de pinchos en las famosas calles San Juan y Laurel.


Cómo llegar al Parque de La Grajera de Logroño

🏃  Andando: siguiendo la senda del Camino de Santiago (6 km)

🚍  En autobús: la línea 8 hace cuatro trayectos diarios. Horarios

🚴  En bici: se puede coger una bici gratis en la Oficina de Turismo de Logroño.

🚙  En coche: el aparcamiento es gratuito.


Un paseo por Pradillo de Cameros y su puente medieval – La Rioja



El pequeño núcleo de Pradillo fue propiedad de los condes de Nieva hasta 1811, fecha en la que desaparecen los señoríos. En el siglo XVIII acabó perteneciendo a Soria hasta que España quedó divida en provincias en 1833, cuando pasó a formar parte del territorio de Logroño. Hoy se encuentra en La Rioja, dentro del partido judicial de Torrecillas de Cameros.

Pradillo se sitúa en pleno corazón del Camero Nuevo, atravesado por la N-111, que comunica Logroño con Soria, lo que lo hace una parada muy asequible durante tu viaje.


A pesar de tener menos de 70 cucharones (gentilicio de Pradillo), el pueblo se llena de visitantes en fechas señaladas, como:

🎉 Junio: el domingo anterior a San Antonio de Padua, cuando los jóvenes confeccionan el Arco del Santo con flores y adornan sus andas. El domingo se rifa un rosco hecho por una casada y con el dinero que se saca de la rifa, se pagan las fiestas.

🎉 Finales de agosto: Jornadas Turísticas de Cameros en la que se celebran conferencias y visitas guiadas a recursos turísticos de la comarca.

🎉 8 de septiembre: Fiestas de la Virgen del Villar en las que unos danzadores bailan acompañando a la imagen de la Virgen hasta la ermita que hay a la entrada del pueblo.

🎉 Fin de semana anterior a San Miguel: cuando el Ayuntamiento repartía antiguamente una caridad de sardina y vino a los asistentes.


Yo hice una breve visita para ver el pueblo e ir andando hasta su puente medieval y me paré en el Restaurante Los Cucharones. No me decepcionó para nada. Un sitio muy acogedor y muy pintoresco en el que disfrutar de una buena chimenea cuando aprieta el invierno riojano.


Qué ver en Pradillo de Cameros

1. El Hórreo: en este edificio junto a la iglesia se encuentra la Oficina de Turismo de Cameros.

2. Iglesia de San Martín: edificio de mampostería y sillería construido en el siglo XVIII en estilo barroco tardío. En su interior, además del Retablo Mayor, se pueden ver 8 retablos pequeños de diferentes épocas y una talla barroca de San Juan Bautista del siglo XVII.

3. Ermitas: el pueblo cuenta con tres ermitas. La de San Miguel y la de San Jorge están muy cerca del núcleo. La de la Virgen del Villar está algo más alejada, en dirección a Logroño.

4. Roble Gordo de las Palomas: uno de los árboles singulares de La Rioja. Se supone que es el quejigo más antiguo de esta Comunidad. Su nombre se debe a que antiguamente había allí un puesto de caza de paloma torcaz.

sierracameros.es

5. Almazuelas: el pueblo cuenta con una gran tradición de este tipo de tapices que es común ver colgados de los balcones y ventanas cuando hace buen tiempo. En verano se suele celebrar la Fiesta de las Almazuelas Colgadas, en la que se realizan talleres y se pueden ver artesanías de otros pueblos.

Eldiario.es
6. Antiguos hornos: en algunas de sus viviendas (muchas de ellas abandonadas) aún se pueden ver hornos adosados a las fachadas en los que se cocía el pan.

7. Puente Medieval: muy cerca de la carretera sale un caminito de unos pocos metros, que lleva a este singular puente sobre el río Iregua. Merece la pena acercarse a él y no tiene pérdida, porque está muy bien señalizado.



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Qué ver en San Vicente de la Sonsierra, el pueblo de los Picaos



Esta villa de la Rioja Alta, en la ladera de la Sonsierra, está a tan sólo 35 km de Logroño. Con unos mil habitantes, se alza sobre un cerro desde el que se ven las hermosas tierras que riega el Ebro.

Aunque se sabe que estuvo habitada desde el Neolítico, San Vicente de la Sonsierra como tal nace como fortaleza militar en el siglo X, sirviendo como frontera entre Navarra y Castilla y como defensa contra las tropas musulmanas.


Sin embargo, en el siglo XI, el núcleo fue donado por Sancho Gascés III al monasterio de Leire, al que perteneció hasta el XIV. Su periodo de más prosperidad fue cuando los Reyes Católicos se anexionaron al reino de Navarra, en 1512. El periodo de estabilidad como villa se rompió con la ocupación por parte de las tropas francesas y con las posteriores Guerras Carlistas.

Hoy es un pueblo lleno de encanto, famoso por su patrimonio artístico-cultural y por sus célebres picaos, en el que no es raro que el viento frío y fuerte acompañe tu visita por la villa.


Qué ver en San Vicente de la Sonsierra

1. Plaza Mayor: presidida por una fuente con cisnes, en ella está el edificio del Ayuntamiento y el palacio de los Gil Aguiriano, del siglo XVIII. Un pasadizo une la Casa Consistorial con un Frontón. En ella también hay varios bares en los que degustar el vino de las múltiples bodegas del pueblo, a un precio excepcional, así como ricos pinchos riojanos.


2. Palacios: los alrededores de la calle Mayor están llenos de casonas de piedras decoradas con los escudos de las familias importantes que las habitaron, como el Palacio de los Agüero, el Palacio de los Ramírez de la Piscina, el Palacio de los López Cano o la Casa de los Davalillo.

3. Subida de los Disciplinantes: la Cofradía de la Vera Cruz organiza desde el siglo XVI las tradicionales cuaresmales, procesiones y flagelaciones rituales en Semana Santa, Jueves Santo y Viernes Santo, Cruz de Mayo y septiembre. La tradición más importante es la de los picaos, que consiste en una flagelación pública: con la espalda desnuda comienzan a azotarse con un látigo de cuerdas de algodón. Después los miembros de la cofradía les pinchan la espalda con vidrios para que salga la sangre. Carlos III la prohibió en el siglo XVIII, pero el pueblo hizo oídos sordos y la siguió celebrando de manera privada. Hoy su Semana Santa está declarada de Interés Turístico Nacional.


4. Mirador del Ebro: punto privilegiado para observar el puente medieval del siglo XIII.


5. Basílica de Nuestra Señora de los Remedios: en la calle El Remedio se encuentra esta edificación barroca del XVIII. En una hornacina es posible ver la imagen de Santa María de la Piscina.

6. Ermita de San Roque: es una pequeña construcción barroca de comienzos del siglo XVII y reconstruida en 1775.


7. Recinto amurallado:

A) Torre del Reloj: se trata de la torre del homenaje del castillo, una torre vigía del siglo XII. A su alrededor hay un espacio amurallado conocido como Recinto Superior. Embutidas en las murallas quedan algunas lápidas y una inscripción en el dintel de la puerta occidental que demuestra su uso como cementerio. Bajo el patio se ubica un aljibe del siglo XIV, conocido como Cuarto de los moros.


B) Ermita de San Juan de Arriba o de la Vera Cruz: junto a la Iglesia de Santa María la Mayor, se trata de un edificio pequeño que probablemente sirviera como capilla del castillo. Como la iglesia fue construida por Castilla y la gente de San Vicente se sentía navarra, ellos se casaban debajo del escudo y fuera de ella ya que en él se ve reflejado que la villa siempre defendió a Navarra. Su construcción data de los siglos XIII-XIV. Desde la mitad del siglo XVII es la sede de la Cofradía de Santa Vera-Cruz de los Disciplinantes.

C) Iglesia parroquial de Santa María la Mayor: de estilo gótico tardío, se construyó en el siglo XVI en el patio de armas del castillo, por lo que está dentro del antiguo recinto amurallado de la villa, junto con la ermita de la Vera Cruz. En su interior alberga un magnífico retablo mayor renacentista.



D) Castillo de San Vicente: castillo fortaleza medieval militar construido en el siglo XII por el reino de Navarra para la defensa de su frontera sur con Castilla, en el valle del Ebro. Formaba parte de la línea defensiva de Laguardia a Labastida, siendo la mayor fortaleza de Navarra en el Ebro.






Visitando Ojacastro, a medio camino entre Ezcaray y Santo Domingo de la Calzada


Ojacastro se encuentra a escasos kilómetros de Ezcaray y de Santo Domingo de La Calzada. Por tener una situación tan estratégica y contar con un rico patrimonio natural, supera su población en más de 18.000 personas en verano, aunque en invierno sólo vivan allí 2000.

Sus primeros registros escritos se remontan al 939 aunque se cree que está zona estaba poblada desde la edad de hierro o incluso antes, debido a los vestigios encontrados.


El escudo de Ojacastro representa 12 aldeas, aunque hoy en día sólo son cinco: Villa de Ojacastro, Tondeluna, Arviza, Uyarra y San Asensio de los Cantos (llamada Santasensio por los vecinos).

Durante el fin de semana más próximo a la Fiesta del Pilar (2 de octubre), la población recobra su importancia gracias a la Feria de ganado y artesanía, a la que acompañan varias actividades paralelas distribuidas por todo Ojacastro, como degustaciones, puestos artesanos, exposiciones y actuaciones.

Merece la pena visitar la Iglesia de San Julián y Santa Basilia y fijarse especialmente en la pila bautismal románica y en la ventana del mismo estilo que aún se conserva.


La ribera del río Oja te acompaña a través de un sendero lleno de tranquilidad y de casas diseminadas por el que puedes llegar de vuelta a Ezcaray.



10 lugares imprescindibles que ver en Ezcaray en una mañana


En 1312, Ezcaray recibió el Fuero por el que sus habitantes quedaban libres de todo tributo al rey, excepto 5 maravedíes por cada vecino. Asimismo, en un afán para favorecer la repoblación, éste establecía que los criminales que llegaran al valle podían refugiarse aquí sin poder ser juzgados por un tribunal exterior.

Desde el siglo XV, la villa ganó fama por su industria de paños y en el XVIII se inauguró su Real Fábrica. Como herencia de esta antigua tradición textil, aún quedan artesanos dedicados a la elaboración y venta de mantas, bufandas…

Hoy, Ezcaray se ha convertido en un gran reclamo turístico riojano. Cuenta con un gran patrimonio natural y un conjunto de arquitectura popular muy importante. Escenario de series de televisión, lugar ideal para aprender a esquiar, interesante centro gastronómico de pinchos riojanos que incluye un restaurante con dos estrellas Michelín. Todo esto, hace que nuestro destino de hoy bien merezca una visita. 

Qué ver en Ezcaray


1. Plaza de la Verdura: en ella se encuentra la Argolla del Fuero, cuya función era exponer públicamente a los malhechores. La leyenda cuenta que si un criminal tocaba la argolla, durante un tiempo no podría ser perseguido por la justicia.


2. Plaza del Kiosco: hacia ella lleva una serie de calles llenas de tiendas, bares, restaurantes, construcciones tradicionales y palacetes, como:

El Palacio del Arzobispo Barroeta: palacio del siglo XVIII con dos escudos de los Fernández de Tejada en su fachada.

El Palacio del Ángel: este palacete gótico del XVIII muestra en su fachada un escudo de armas y la imagen de San Miguel en una hornacina.


3. Iglesia de Santa María la Mayor: edificada en el siglo XV sobre una construcción anterior románica, en su sacristía cuenta con un museo en el que se exponen tallas de las iglesias de las aldeas cercanas.


4. Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara: fundada en 1752, debe su nombre a la mujer de Fernando VI, Bárbara de Braganza. En 1773 adquirió el título de Compañía Real. Hoy se ha restaurado para servir de albergue y alojar el Ayuntamiento.


5. Antigua estación de tren: sirvió como escenario para la serie de RTVE Olmos y Robles, en la que se utilizó como Cuartel de la Guardia Civil y ahora se ha reconvertido en restaurante, también sirve de punto de partida de una vía verde que sigue el trazado de la antigua vía del tren. Este sendero tiene 9 estaciones, desde Ezcaray hasta las choperas de Haro, y su longitud es de 28 km.



6. Crucero de San Lázaro: del siglo XVI aunque parcialmente rehecho en el XX. En la cruz se encuentran las imágenes de Cristo y de la Virgen con Niño.


7. Taller Hijos de Cecilio Valgañón: el único vestigio que queda de la tradición de los tejidos en Ezcaray. Este taller aún se mantiene en funcionamiento y exporta sus mantas y bufandas al mercado internacional.


8. Restaurante con estrella Michelín Echaurren: 


9. Puentes medievales: Ezcaray se asienta al lado del río Oja. Sus paisajes sobre los puentes y los paseos por sus riberas, constituyen una delicia para los amantes de la naturaleza y de la tranquilidad.


10. Ermita de Nuestra Señora de Allende: en 1670 se construyó este templo de trazas barrocas, aunque la casa de los ermitaños se añadió en 1710. En su interior se pueden ver la colección “Ángeles Arcabuceros”, con cuadros donados por el Arzobispo de Lima, y la imagen de la patrona de Ezcaray, la Virgen de Allende.


Por la tarde, después de degustar los pinchos en la Plaza del Kiosco, puedes pasear por la Vía Verde o subir a la  Estación de esquí de Valdezcaray. Está a tan sólo 15 km de Ezcaray, en el Pico de San Lorenzo, y está diseñada principalmente para aprender y practicar este deporte.



10 monumentos imprescindibles que ver en Santo Domingo de la Calzada


Tierra de peregrinos, Santo Domingo de la Calzada es una zona de paso para todo el que quiera hacer el Camino de Santiago. Su fundador le da nombre al municipio, Domingo García, quien construyó un puente, un hospital y un albergue de peregrinos.  Hoy se ha convertido en un importante centro turístico a los pies de la Sierra de la Demanda. 

El famoso milagro

Cuenta la leyenda que una familia alemana estaba de peregrinaje hacia Santiago y, al pasar por Santo Domingo, se alojaron en un mesón de allí. La hija del mesonero se enamoró perdidamente del hijo de esta familia y se lo confesó. Pero, éste no la correspondió. La joven se sintió humillada y escondió un vaso de plata en su zurrón. Cuando los alemanes iban a abandonar el local, le acusó de haberle robado el vaso.

Los oficiales lo apresaron y lo ahorcaron. Los padres, con su pena, siguieron su camino hasta Santiago. A la vuelta, volvieron a pasar por Santo Domingo de la Calzada y descubrieron que su hijo seguía vivo en la horca porque lo había protegido el Santo. 

Fueron a decírselo al juez, quien estaba en la mesa con su familia a punto de comerse un plato de pollo. Al oír su asombrosa historia, no se lo creyó y replicó: "Esta historia es tan verdadera como que este gallo y esta gallina van a levantarse del plato y cantar."
Y, realmente, así sucedió.

En recuerdo de esta leyenda, en la catedral siempre hay un gallo y una gallina vivos y se generalizó el dicho:

"En Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada". 


Qué ver en Santo Domingo de la Calzada

1. Catedral de Santo Domingo de la Calzada: en la Plaza del Santo puedes ver este impresionante templo gótico del siglo XII, aunque también conserva vestigios románicos, barrocos y renacentistas. En el interior destaca su retablo mayor plateresco y el sepulcro con la talla románica del Santo. Lo que hace inigualable a esta catedral es la presencia de un gallinero en su interior, que recuerda la leyenda de uno de los milagros de Santo Domingo. Precio de la entrada a la Catedral de Santo Domingo de la Calzada: 4€. Entrada conjunta (Catedral y Torre Exenta): 5€.

2. Torre Exenta: pertenece a la Catedral, pero, curiosamente, se encuentra exenta al edificio. Esta obra barroca se añadió al conjunto en el siglo XVIII y hoy es la torre más alta de La Rioja.


3. Hospital de los Peregrinos: sin salir de la plaza, al lado de la Catedral, párate a tomar algo en este Parador Nacional construido sobre un edificio del siglo XII.


4. Ermita de la Virgen de la Plaza: la tradición cuenta que se construyó sobre el antiguo oratorio que hizo Santo Domingo en este municipio. Hoy es la Patrona de la ciudad, cuya fiesta se celebra cada 5 de agosto.



5. Murallas medievales: justo detrás de la Catedral se asientan los restos de las murallas medievales de los siglos XIII y XIV.

6. Plaza de España: en ella, se encuentra el Ayuntamiento; el edificio del Corregimiento de La Rioja en el lado Este, construido en 1763, en cuya parte inferior se encontraba la Cárcel Real, la cual había sido trasladada desde la plaza del Santo; y el edificio de la Alhóndiga, antiguo lugar de venta y almacenamiento de grano, en él actualmente están las oficinas municipales.


7. Casa de la Cofradía del Santo: es una de las cofradías más antiguas de Santo Domingo de la Calzada. Su importancia es enorme para el pueblo, pues en ella se crían las gallinas que formarán parte del gallinero de la Catedral.

                                                                           www.alberguescaminosantiago.com

8. Defensas de la Catedral: aunque el aparato defensivo original era mucho más extenso, hoy se puede visitar el pórtico fortificado del que se conservan dos tramos: uno cubierto por una bóveda de crucería y otro descubierto. El interior está lleno de pasadizos y escaleras que lo recorren por completo. 

9. Abadía Cisterciense de Nuestra Señora de la Anunciación: su interior se puede visitar para ver su iglesia y el sepulcro del obispo fundador y sus dos sobrinos. La abadía todavía está en funcionamiento y hoy acoge a las mojas cistercienses trasladadas desde el Real Monasterio de Abia de las Torres, en Palencia, por decisión del Obispo de Calahorra y La Calzada. También funciona como albergue de peregrinos.

10. Convento de San Francisco: de estilo herreriano, hoy una parte de él se dedica como taller para restaurar obras de arte. Justo delante, está el monumento al Peregrino. 


No olvides comerte un ahorcadito cuando visites Santo Domingo de la Calzada, su dulce más típico.