El recorrido desde Hanoi hasta Hue es de 688 km. Hay 4 trenes que
hacen esta ruta: SE1, SE3, SE5 Y SE7. Todos ellos forman parte del
Reunification Express. Salen todos los días y tardan 12 horas en llegar a su
destino, pasando por las siguientes estaciones:
Hanoi
Nam Dinh
Thanh Hoa
Vinh
Dong Hoy
Dong Ha
Hue
Yo compré los billetes de tren por internet, un mes
antes. La verdad es que tenía reparo de comprarlos así porque no había
muchas garantías. Te tenías que fiar y ya está. Pagué con tarjeta de crédito
y crucé los dedos porque al llegar al hotel de Hanoi, un mes después,
mis billetes estuvieran allí. Pero
todo salió a la perfección. En el hotel me entregaron un sobre que había mandado
mi agencia. Dentro iban los billetes.
Llegué a la estación con muy poco tiempo de antelación. El
tren ya estaba en el andén. Enseñé mi billete en el control y
pasé. Mi ticket eran de litera blanda, se supone que lo mejor de lo
que había disponible (no quería sorpresas, como en China). Pero resultó peor
de lo esperado.
El pasillo ya decía mucho del tren. Parecía sacado aún de
los tiempos de la Indochina Francesa.Mi vagón estaba dividido en varios compartimentos, cada uno con dos
literas a los lados y una mesita en medio, debajo de la ventana.
Nada más entrar, una música estridente (parecían cánticos de la época de Lenin) empezó a sonar a tope por los altavoces. Y nos acompañó durante una
media hora. Pese a estar el tren lleno de turistas, yo compartí la sala
con unos vietnamitas mayores que no pararon de hablar a voces hasta que se
montaron. Se apoderaron de la mesa, incluso se sentaron en mi cama para hablar
(teniendo la suya propia vacía), y cuando se levantaron (nada más amanecer)
despertaron a todo el mundo con sus voces, gritando y gritando. ¡Vaya suerte!
El pasillo estaba lleno de gente sentada en taburetes. De repente
vino un revisor y los echó a todos porque tenían que estar en sus literas.
¡Menos mal! El aseo era lo único medio nuevo que había en el tren. Al final del
vagón había dos espejos con sus lavabos, que era donde la gente se lavaba los
dientes antes de acostarse y, justo al lado, estaba la puerta del baño.
Las camas tenían un colchón finísimo, parecían fundas en vez
de colchones. En lo alto había un cojín muy blando y una colcha. En la litera
de arriba también había, hechas un barullo, unas mantas viejas.
Si estás pensando en hacer este viaje, te recomiendo que te compres tu propio saco de
dormir en los mercados de Vietnam. Cuestan unos 5$ o menos y ocupan el espacio de un
monedero. Yo no usé nada de lo que había allí.
Lo peor de todo no fue nada de eso. Lo peor de todo fue cuando me desperté atemorizada porque se me había subido algo a la rodilla.
¡Dios! Entré en pánico. ¡Había ratas! Echaron a correr cuando me levanté. Y también echaron a correr las cucarachas que había por la pared
del vagón, rodeando la cabeza de uno de los vietnamitas gritones que estaba
durmiendo. ¡Qué imagen!
Después de pasar casi toda la noche en vela en un tren
viejo, lleno de bichos y lentísimo, por fin llegamos a Hue. Toda una hazaña. Si
lo sé, hubiera comprado un ticket en asiento blando. Total, dormir no dormí. Y,
al menos, allí los bichos corren alegremente y no están encerrados en ningún
compartimento.
La estación de tren de Hanoi abrió en 1902. Ésta sufrió
muchos ataques durante la
Guerra de Vietnam y en 1976 reconstruyeron el edificio
principal preservando las históricas secciones laterales. Está dividida en dos
partes: A y B. Es el punto de partida para las 5 líneas de tren que llegan a
casi todas las provincias vietnamitas.
Estación A
La A
está en Le Duan Street, a tan sólo 2
km del Barrio Viejo. Es un gran edificio gris con unas
letras en la fachada: Ga Ha Noi. Tiene varios negocios de Fast Food en su
interior y hay muchos vendedores, pero a un precio superior a los que nos
podemos encontrar fuera.
Comprando los billetes de tren en la propia estación de Hanoi
Al entrar por la puerta principal verás la ventanilla
donde venden los tickets justo a la izquierda. Los paneles informativos
muestran los horarios y los precios de los trenes, los que van a Lao Cai y a
Hai Phong están cerca de la puerta y los del Reunification Express están cerca
de la esquina. Pero, no te puedes fiar mucho ni siquiera de los precios…
A la entrada del ticket hall hay una máquina donde sacar
nuestro número, hay personal al lado que nos pueden ayudar. Con tu número
pasas a la cola y a esperar. Bueno, esperar, como se puede esperar en una
cola vietnamita 😉Intentarán colarse por todos lados, aun
teniendo su número. Los números de los tickets aparecen en las pantallas
que hay sobre cada ventanilla. Ahí indican dónde tienes que ir.
Una vez en la ventanilla es mucho mejor llevar escrito en un
papel qué es lo que quieres realmente: tipo de tren, tipo de asiento, a dónde
quieres ir… cuanto más claro, mejor. Aunque siempre hay que comprobar los
datos una vez te hayan dado los tickets de tren.
Comprando los billetes de tren por agencia
Normalmente, al haber tan pocos trenes y estar siempre tan
solicitados, las agencias compran muchos billetes con antelación, por lo que es
probable que nos quedemos sin ticket una vez estemos allí.
Las comisiones no son muy altas y merecen la pena, con tal
de no perder el tiempo allí. También se lo puedes encargar a tu hotel,
muchos también realizan reservas de trenes.
En ese caso, te mandarán los tickets y no tendrás más que
ir a tu tren y enseñárselo al revisor, por lo que también ahorrarás tiempo ahí.
Estación B
La estación B es para los trenes que van al norte, a ella se
llega a través de Tran Quy Cap. Hay que atravesar el paso elevado de Le Duan y
seguir la carretera hacia la izquierda. Allí se venden los tickets para Lao Cai
y Sapa.
Si has comprado los billetes a través de una agencia hay
que cambiarlos en la ventanilla. Éstas están dentro de la sala de espera, a la
derecha de las ventanillas de venta de tickets.
Cuando tu tren aparezca en las pantallas de la sala de
espera, vas a un control de tickets y pasas directamente al tren.
⚠ ¡Cuidado! ⚠
En la estación y en los andenes se te puede acercar gente
que insistirá en ayudarte os a llevar tu equipaje. Otros intentarán
cambiarte los tickets para que tengas un “upgrade”. No les hagas ni caso y
vigila muy bien tus pertenencias.
La verdad es que muchos amigos me habían comentado (y también había leído en muchos sitios) que Hanoi era una ciudad mucho más bonita que Ho Chi Minh. De hecho, en los documentales de viajes que he visto sobre Vietnam siempre se mostraba una imagen muy desagradable de Saigón y sólo destacaban el caótico tráfico.
Mi experiencia fue justo la contraria. Lo digo con pena, pero estaba ya agobiada de Hanoi. Sobre todo del Barrio Viejo. No se podía andar por las aceras porque estaban atestadas de motos, vendedores, sillas, mesas, infladores de ruedas... y lo que más miedo me daba: fuego por todos lados. No te podías descuidar ni un segundo porque, de repente, te encontrabas con alguien quemando papeles en la acera, sin ningún tipo de protección, con barbacoas improvisadas, ascuas para hacer gofres y otras cosas, incluso hogueras en las mismas gasolineras...
Y tampoco podías andar por la carretera. Las motos, los coches, las furgonetas... un caos. Además, la basura estaba por todas partes. Sacaban la basura de cualquier casa o negocio y la tiraban al lado de los árboles. De vez en cuando venía alguien a barrer o a echarla en un carro, pero pocos contenedores vi yo.
En Ho chi Minh también me encontré con todo esto, pero las aceras eran algo más anchas y podías sortearlo todo mejor.
Aquí dejo algunas de las fotos que hice:
Había barberos en la calle que tenían un montón de gente esperando ser atendidos.
Situado en el número 57 de Dinh Tien Street, muy
cerca del Lago Hoan Kiem, este teatro es una de las atracciones turísticas
indispensables si vamos a Hanoi. Un espectáculo que tiene más de 1000 años.
La historia de las Water Puppets
Las marionetas surgieron en el siglo XI como
entretenimiento en la época en la que los campos de arroz se inundaban y los
campesinos y aldeanos se sentaban en el suelo moviendo sus marionetas sobre el
agua. Para moverlas utilizaban unas
varillas y se escondían tras una pantalla hecha con telas y bambú, así daba la
impresión de que se estaban moviendo solas. El mecanismo se mantenía en secreto
y sólo se transmitía de padre a hijos, nunca a las hijas, porque tenían miedo
de que se casaran, se fueran de la aldea y lo contaran. Pero realmente se sabe,
por los escritos de la época, que también había mujeres dedicadas a este arte.
Esta tradición es única en el mundo y apareció
durante el feudalismo en el Norte de Vietnam, aunque luego se fue extendiendo
por todo el país. Se cree que su nacimiento tuvo lugar en el Delta del Río
Rojo.
Este teatro se creó en 1969 y desde entonces vienen
realizando unas 500 actuaciones al año. Además, ha salido de sus fronteras y ha
recorrido los escenarios de más de 40 países, incluido España.
El espectáculo
El espectáculo recoge actividades diarias
tradicionales del país: la vida en las granjas (el cultivo, el arado con
búfalos, la pesca…), los entretenimientos en las aldeas (concursos de natación,
bailes de dragones…) y leyendas legendarias, como la de Le Loi y la tortuga. No
es una obra completa larga, sino varias escenas cortas. Todo eso viene acompañado de una gran puesta en
escena con luces y sonido, música y cantantes en directo. La orquesta toca
piezas tradicionales con tambores, campanas de madera, cuernos, flautas de
bambú… Las canciones cuentan la historia que están mostrando las marionetas.
La obra está entera en vietnamita. Sólo habla la
cantante para explicar lo que va a cantar. Las marionetas no dicen nada. Así
que no es necesario saber el idioma, tan sólo seguir las escenas para
enterarse.
El teatro se llena muy pronto y hace bastante calor
dentro. No merece mucho la pena sacarse las entradas VIP. Yo estaba atrás del todo, porque ya casi no quedaban asientos libres, y se veía
perfectamente.
El escenario es una gran piscina. Las marionetas
salen de detrás de telón. Hay sólo nueve artistas controlándolas, y son un
montón. Para dominar la técnica tienen que estudiar un mínimo de tres años. Parece
mentira que puedan llevarlas todas porque pueden medir hasta 50 cm y pesar unos
15 kg. Son de madera y están decoradas con pinturas vegetales. Cada una sólo
tiene una vida útil de unos tres meses, así que tienen que estar produciendo
marionetas continuamente.
Para los que pierdan la oportunidad de verlas, hay
otro espectáculo en Ho Chi Minh.
Precio del Teatro de las Marionetas de Agua de Hanoi
● Normal: 60.000 VND ● VIP: 100.000 VND (Sitio en las primeras filas. No
merece mucho la pena). ● Si quieres hacer fotos durante la obra: 15.000 VND
Horario
● Todos los días hay espectáculos a estas horas:
15’30 – 17’00 – 18’30 -20’00 – 21’15 ● Los domingos, además, hay una función a las 9’30 de
la mañana. ● Los horarios pueden cambiar y están anunciados en
la ventanilla.
Dónde comprar las entradas para las Marionetas de Agua de Hanoi
Directamente en la ventanilla: se llena muy rápido.
Hay que comprarlas con antelación. Yo las compré por la mañana para la
función de las 15’00 y ya estaba casi todo completo.
En su página web: se supone que hay un correo al
que dirigirte para comprar las entradas anticipadas. Intenté contactar con
ellos, pero no me respondieron.
Encargarlas al hotel: los hoteles te pueden comprar
las entradas, pero no con mucha antelación, porque no las venden. Pregúntales por
email para acordarlo.
THANG LONG
WATER PUPPET THEATER HANOI
Al norte del lago Hoan Kiem. 57b Dinh Tien Hoang
Street.
Después de haber aprovechado la mañana para visitar la Prisión de Hoa Lo, el Templo de la Literatura y la Ciudadela Imperial, se me había echado ya la hora encima. Subí corriendo la avenida que lleva desde la
ciudadela hasta el Mausoleo de Ho Chi Minh. Esta avenida está llena de
edificios gubernamentales y, cuando pasaba por la puerta de alguno, salían
un montón de militares y funcionarios a mirarme. Fue muy desagradable y es que
los funcionarios de Vietnam no tienen una imagen muy buena. Las pocas veces que
les he pedido ayuda a alguno, más que nada indicaciones para ir a algún
sitio, me han respondido siempre de muy mala gana. Al contrario que en China,
que siempre ayudaban al turista porque el Gobierno les había dicho que los
cuidara ya que eran una importante fuente de ingresos, aquí ya dejé de
preguntarles y recurrí a la gente que me encontraba por la calle.
Cuando llegué al Mausoleo, éste ya estaba cerrado. No me dio mucha pena, porque mi intención no era entrar. No me llamaba la
atención ver al Tío Ho embalsamado en contra de su voluntad y todo lleno de
guardias vestidos de blanco. Sin embargo, el complejo donde está el mausoleo sí
que tiene cosas bonitas que visitar, pero estaba todo cerrado por ser la hora
del almuerzo.
Caminando de vuelta, descansé un poco en el Lago Hoan Kiem,
que fue mi remanso de calma durante los días que pasé en Hanoi. Cuando quería descansar de tanto barullo, me iba a la orilla a sentarme en un banco y
me entretenía viendo a la gente pasear tranquilamente, sin agobios, o
viendo cómo hacían gimnasia los vietnamitas con unos aparatos viejos y
oxidados.
Después de descansar un rato de tanta caminata, me fui al Teatro de Marionetas de Agua, todo un espectáculo que no me defraudó. En
esta entrada tienes más información sobre él. Hay que sacar la entrada mucho
antes de la función, porque se llena, sobre todo de turistas.
Al terminar la función, de la que salí encantada, fui directamente al hotel. Allí había dejado mi equipaje para que me lo guardaran en recepción hasta que fuera a buscarlo. Lo cogí, me despedí y me fui andando hacia la estación de autobuses, que estaba a
unos 20 minutos. A priori, esto es poco tiempo. Pero en Hanoi, con tantos obstáculos
por la acera y por la carretera, se me hizo todo un infierno ir andando con
el equipaje.
En unos 15 minutos andando, llegas desde el
Templo de la Literatura
a la Ciudadela Imperial.
Para acceder a ella, hay que atravesar un gran parque presidido por una gran
estatua de Lenin. Cruzando la calle por el paso de peatones de delante, que
suelen respetar porque es una zona llena de vigilancia, tienes de frente el
Museo de Historia Militar y, a la izquierda, la Ciudadela.
El horario de la Lonely Planet está muy obsoleto
y, cuando llegué, pude visitarla porque estaba abierta. No tiene pérdida
porque basta con buscar una gran torre con una bandera en su cúspide. Si
giras la calle, verás una amplia avenida y la entrada. También dice que es
gratis, pero no.
Puedes visitarla por tu cuenta o con un guía
voluntario gratuito. Yo opté por una guía. La chica lo hizo muy bien,
me enteré de muchas cosas curiosas, pero fue demasiada rápida. Íbamos por
el complejo casi corriendo y merece la pena detenerse más en él, porque es muy
interesante. La ciudadela es enorme (18.000 m2), así que planifica bien tu visita.
La ciudadela se convirtió en el sitio número 900
inscrito en la Lista
del Patrimonio Mundial de la
UNESCO. Fue edificada en el siglo XI por la dinastía Viêt de
los Ly para concretizar la independencia del Dai Viêt y se construyó sobre los
vestigios de una fortaleza china del siglo VII en terrenos drenados del delta
del Río Rojo, en Hanoi. Durante casi trece siglos fue sede del poder político
regional. Los edificios de la ciudad imperial y los vestigios de la zona
arqueológica 18 Hoang Diêu son la expresión de una cultura original del sureste
asiático, propia del bajo valle del Río Rojo, en la intersección de influencias
venidas de China, en el norte, y del antiguo valle de Champa, en el sur.
Originariamente se usó como palacio real. Durante
la guerra contra los franceses sus instalaciones se renovaron para albergar
búnkeres y despachos desde donde organizar la revolución. Las excavaciones
continúan al otro lado de la calle, justo en frente de la entrada principal. Si
vais con uno de estos guías, también tendréis oportunidad de ver estos
trabajos. Esta nueva zona se descubrió en el 2008 cuando la estructura
del Ba Dinh Hall fue derrumbada para construir un nuevo Parlamento.
Una de las partes más interesantes de la visita
es cuando enseñan el túnel D67. Muchas de las dependencias de la ciudadela
se usaron durante la guerra como búnkeres y como cuarteles. El D67 llevaba al
cuartel general del ejército vietnamita.
Allí se exhiben instrumentos usados por
la resistencia contra USA.
Cómo llegar a la Ciudadela de Hanoi
Lo mejor es ir a pié. Está al lado de la
Plaza Ba Dinh, en frente del Mausoleo de Ho
Chi Minh sale una avenida llena de edificios del Gobierno. Está todo muy
vigilado. Se encuentra en esa misma avenida, al lado del Museo de Historia
Militar y cerca de un gran parque con una gran estatua de Lenin.
Horario de la Ciudadela Imperial de Thang Long: ● De martes a domingo: de 8'30 a 11'30 y de 14'00 a 17'00 ● Lunes cerrado.
Después de
visitar la Prisión
de Hoa Lo, donde
prácticamente estuve sola y la pude ver con tranquilidad (que da más
miedo aún), seguí caminando unos 20 minutos hasta llegar al Templo de la Literatura. Aquí
la tranquilidad ya se había acabado y había cientos de turistas. Se supone que
es un remanso en mitad de la ciudad, pero el mismo barullo que hay en sus
calles lo encontrarás en su interior.
Si te olvidas un poco del gentío, el templo
es muy bonito y se ve rápido.
El complejo se
construyó en el siglo IX y es conocido como Van Mieu, una de las universidades
más antiguas del mundo. Su propósito original fue la de honrar a los dioses y
santos del Confucianismo, pero seis años más tarde, se convirtió en la Universidad Nacional.
Al principio sólo admitía a los príncipes, pero luego también incluyó a todo
tipo de estudiantes brillantes.
Tras duros años
de estudios, los alumnos debían realizar un examen que era convocado una vez
cada tres años. Aquellos que obtuvieran las mejores notas conseguían ser
bachilleres y, un año más tarde, podían viajar a la capital para continuar
realizando exámenes. Al final de todo el sistema, se conseguía el doctorado y,
entonces, podía ser elegido para formar parte de los mandarines.
El templo está
rodeado por una pared de ladrillo, se paga la entrada y se accede a sus cinco
áreas:
1. El acceso
principal, con la puerta en la que hay escrito “Van Mieu Mon” (Discípulos del
Templo de la Literatura)
y dos dragones de piedra a modo de guardianes.
2. El primer
camino nos lleva a otra puerta donde hay dos entradas más pequeñas a los lados.
Este camino lleva al Pabellón de la literatura.
3. Subiendo los
escalones verás la Puerta de la Gran Síntesis, con su gran lago
cuadrado, Thien Quang Tinh. A ambos lados aparecen porches llenos de estelas en
las que están escritos los nombres de los estudiantes que llegaron a obtener el
grado de doctorado. En total hay 82 estelas.
4. El cuarto
apartado contiene un gran patio flanqueado por dos pabellones que eran usados
como altares. En ellos oraban los 72 discípulos de Confucio que originalmente
vivieron en el templo. Al final se alza la
Dai Bai, la
Gran Casa de las Ceremonias, con una gran
campana de 1768 y otros objetos antiguos. Es la parte más bonita de todas.
5. La quinta y
última sección está al final del Dai Bai y estaba dedicada a la universidad
propiamente dicha. Cuando se cambió la capital a Hue co la Dinastía Nguyen, esta área se
convirtió en un templo dedicado a los padres de Confucio.
La vieja
universidad se destruyó durante la guerra, pero se pudo reconstruir en el 2000
usando materiales y técnicas de la época.
En el templo
hay varias tiendas de recuerdos en los laterales, unos servicios de pago (que
no están muy sucios) y muuuuchos turistas. También es interesante ver cómo rezar
los fieles utilizando las varitas de incienso.
HORARIO:
- De 8’30 a 11’30
y de 13’30 a 16’30.
- Cerrado los
lunes.
PRECIO: 30.000 VND.
DIRECCIÓN:Quoc Tu
Giam St.|Dong Da
District,Hanói,Vietnam
Después de un buen desayuno en el hotel, me puse a visitar la ciudad. Era mi última oportunidad para ver el máximo
posible de cosas porque mi tren para Hue salía esa misma noche. Y los días
anteriores sólo había podido pasear por la ciudad de noche y bastante
cansada.
Hoa Lo Prison
Mi primera parada fue para visitar la Prisión
de Hoa Lo. No es uno de los sitios más transitados, pero merece la pena ir allí
para conocer algo más de la historia de la guerra. Además, te ahorras las
colas. Estuve prácticamente sola.
La prisión se construyó en 1896 bajo el dominio
francés. Los franceses la erigieron en la aldea de Hoa Lo (de ahí su nombre) que
era famosa porque se dedicaba a la cerámica. Su misión era la de albergar
presos políticos vietnamitas que se oponían al domino francés. Aunque estaba preparada
para tener entre sus paredes a 460 presos, los registros cuentan que allí
estuvieron hacinados hasta 2.000 personas.
Dentro de la cárcel, la propaganda seguía
circulando escondiéndola por todas partes, incluso en los troncos de los
árboles. Así como el opio y el tabaco.
Cuando los franceses dejaron Vietnam, tras la
Conferencia de Ginebra, en 1954, la prisión pasó a manos de la República
Democrática de Vietnam. Durante la Guerra de Vietnam se utilizó para albergar
prisioneros estadounidenses.Comúnmente se la conocía como el Hanoi Hilton, por
las buenas condiciones en las que vivían los prisioneros, aunque las torturas
también existían. Uno de sus inquilinos fue el candidato a la presidencia de
EEUU, John McCain; otro fue el primer Embajador estadounidense en Vietnam.
La mayoría del complejo fue derruido en los ’90. Hoy
puedes ver un pequeño museo que explica, sobre todo, la época colonial
francesa. Se pueden conocer cómo los torturaban a través de instrumentos, fotos y videos;
incluso hay una guillotina. También se pueden ver los departamentos de
masculinos y femeninos donde los encerraban, la sala de interrogatorios,
propaganda vietnamita con fotos de americanos viviendo en el Hanoi Hilton
(jugando al ajedrez, yendo al peluquero…)… Está bastante curioso y toda la
información está en inglés.
🕑 Horario: de 7’30 a 11’30 y de 13’30 a 16’30.
● Cerrado: los lunes.
● Precio: 30.000 VND
HOA LO PRISON
Nº1, Hoa
Lo Street, entre Ly Thuong Kiet Street y Hai Ba Trung Street.