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Cómo es la visita a la Mina de Escucha (Teruel)


Hace algunos años, cuando fui a las Minas de La Unión (Murcia), me hablaron también de este proyecto que llamó mi atención. He tardado bastante pero... al final, he ido.

El museo se encuentra en la localidad de Escucha (que me hacía gracia el nombre, la verdad). Éste es un pueblo de la provincia de Teruel, ubicado en plena cuenca minera, y con una población que no llega a los mil habitantes. Su nombre no se sabe de dónde procede, pero parece poco probable que tenga algo que ver con el verbo "escuchar".

El museo se abrió en el 2002, está a las afueras y cuenta con un amplio parque gratuito. Está emplazado en una antigua mina de lignito, conocida como "Se verá", que abrió en 1940 y cerró en 1968. Allí también hay servicios y se pueden ver un montón de máquinas relacionadas con la minería. Además, hay una cafetería/restaurante, con unos precios muy razonables. Pero lo interesante de venir a este sitio, es bajar a la mina. Y esto tiene su encanto. 

Cómo es la visita a la Mina de Escucha

La visita comienza en la tienda de recuerdos. Allí te dan un casco minero con dos posiciones de luz (larga y corta), una petaca alimentadora y un cinturón (que pesa lo suyo) del que cuelga un autorescatador, que sirve para que tengamos oxígeno en caso de que nos ocurra una desgracia.

Después de explicarte todo tu equipo, bajarás las escaleras para entrar en el túnel. Allí, la guía te enseña unas antiguas fotografías de la mina y cuenta cómo era la vida minera de Utrillas y de Escucha.

Una vez dentro, viene lo mejor. Te montarás en unas vagonetas para hacer un descenso de 200 metros, muy inclinado. El camino se hace muy despacito, pero impresiona mucho porque hay un 33% de desnivel.

Durante la visita se recorren dos galería decoradas con antigua maquinaria y con recreaciones de la vida minera. ¡Hay hasta ratas de mentira! La guía va explicando cómo se explotaba la mina y cómo vivía los mineros que trabajaban allí, según la época en la que vivieron.

Hay un tramo que se realiza a oscuras y en el que tendrás que usar la luz de tu casco. Esto le da más emoción aún.

La vuelta se hace de nuevo en la vagoneta y haciendo el camino inverso. También es interesante porque se hace de espaldas y sigues viendo la profundidad de la mina. A medio camino, hay una parada para ver un tajo natural de carbón. Una rareza, pues el carbón acaba con todas las galerías tarde o temprano, ya que ejerce presión sobre la roca y lo tapa todo.

Al salir de la mina y felicitar a la guía, podrás pasar todo el rato que quieras viendo el parque y haciendo fotos de todo lo que allí hay expuesto, incluido un antiguo tren minero.






La única pega es que no te dejan utilizar las cámaras en el interior de la mina. Aunque sí en la entrada.


Recuerda: Hace falta reservar para visitarla.

Antes de despedirme, me dijeron que habían abierto otro museo cerca: El Pozo del Pilar, un pozo vertical por el que se extraía el carbón en vagonetas y por el que subían y bajaban los mineros en la "jaula". Pero hoy ya no da tiempo, lo dejaré para otra visita a la Cuenca Minera de Teruel. 

Horario
  • De martes a viernes: de 11'00 a 14'00 y de 16'00 a 19'00.
  • Sábados y domingos: de 10'00 a 14'00 y de 16'00 a 20'00.
  • Lunes: cerrado.
Cuánto dura la visita
  • Es una visita guiada de 1h 15'.
Cuánto cuesta la entrada a la Mina de Escucha 
  • Adultos: 12€
  • Niños: 7€
  • Mayores de 65 años: 9€


   MUSEO MINERO DE ESCUCHA   
Travesía de Escucha s/n
Ctra. de Teruel a Alcañiz
44770 Escucha – Teruel
Teléfono: 902 570 840



Qué ver en Anento, uno de los pueblos más bonitos de España


Viajando por tierras aragonesas, me recomendaron hacer una parada en Anento, condecorado con el premio de estar en el listado de Los pueblos más bonitos de España. Y está ahí, porque lo merece. Con tan sólo 105 habitantes ha conseguido que se hable de él por su elegancia. Todo un logro, porque hasta hace relativamente poco, en invierno se quedaba... ¡con sólo un habitante!

La visita es rápida, aunque puedes hacer noche en algunas de las encantadoras casas rurales que tiene o en su albergue. El aparcamiento no es un problema, pero te recomiendo que lo hagas frente a la Oficina de turismo y así aproveches para pedir información allí y comprar algo en la tienda de recuerdos.

Nada más salir del coche llama la atención lo pintoresco del lugar. Parece que está todo preparado para pintar un cuadro o hacer la foto perfecta. Todas las calles limpias, cuidadas, llenas de macetas coloridas… Nada se sale del guión. El paisaje, de estilo medieval, está dominado por su iglesia del siglo XII, que guarda el retablo gótico mejor conservado de la Corona de Aragón (s. XV).








Sus habitantes están encantados con la llegada de turistas y están deseando aprovechar para charlar un rato. Incluso algunos me explicaron la decoración de la entrada de su casa… Hospitalarios como pocos. 

Las rutas desde el pueblo están muy bien señalizadas. La más famosa es la del Aguallueve. Esta senda discurre por un bosque lleno de pinos, chopos, zarzamoras (con unas moras buenísimas), nogales… y permite ver un antiguo torreón celtíbero, el aguallueve y los restos del castillo.



A los pies del torreón se encuentra el aguallueve, un manantial perenne, que proviene de las aguas del río Jiloca. Las aguas se cuelan entre la caliza, chocan con la impermeable arcilla y salen en forma de hilillos constantes de agua.





Te puedes desviar del camino para visitar también los restos celtíberos, algo más alejados. El camino de regreso permite disfrutar de un paseo entre las huertas, lleno de moras y nueces, y volver a la Oficina de turismo.



Cómo es la visita turística a Bilbilis


Si quieres tener una mejor impresión de este yacimiento arqueológico, lo primero que tienes que hacer es acercarte a Calatayud y visitar el Museo de la ciudad. Fundado en 1971, hoy tiene su sede en el antiguo Convento de las Carmelitas, edificio del siglo XVII totalmente restaurado. 

Por fuera no da la impresión de ser tan grande, pero tiene unas dimensiones de 2.600 m2 de espacios expositivos y tres premios a sus espaldas debido a su genial arquitectura.


A lo largo de sus tres plantas podrás ver más de 1500 piezas, la mayoría provenientes del yacimiento arqueológico de Bilbilis. Destaca la reconstrucción de un larario donde se adoraban los dioses del hogar y de una capilla religiosa (scellum).

La planta baja también acoge la sede de la Oficina de Turismo de Calatayud. A continuación vas recorriendo los restos procedentes de los edificios públicos del yacimiento, una colección muy interesante de numismática y una parte final dedicada al Arte Contemporáneo con autores de la ciudad.





Visitando el Yacimiento de Bilbilis

Una vez visto el museo, sólo te queda ver lo más interesante: de dónde se sacó todo aquello. Para ir a Bilbilis tienes que recorrer unos 5 km desde Calatayud, está muy bien señalizado. Siempre con dirección Soria. Tomando el desvío señalizado llegarás a un aparcamiento junto a un centro de interpretación que, hasta donde sé, permanece cerrado. Todo lo que se iba a exponer aquí está ahora en el Museo de Calatayud.

Puedes dejar el coche en el aparcamiento o recorrer un poco más de la carretera y aparcarlo en el arcén. Desde allí empieza a seguir el camino señalizado, atravesando una cadena que cierra la entrada a los vehículos.

En época de Augusto la Bilbilis Italica se convirtió en una gran ciudad romana con el rango de Municipium. Sus 30Ha se localizaban en las laderas del cerro de la Bámbola, rodeado por los ríos Jalón y Ribota.

Hoy quedan los restos del foro, con su gran terraza con plaza porticada, el templo, la basílica y la curia, el teatro con sus gradas con capacidad para 4600 personas, el conjunto termal, el ninfeo y varias insulae. También destaca su compleja red hidráulica a través de cisternas de bóveda semicircular.






Aún se siguen realizando excavaciones arqueológicas en el yacimiento: 


Horario del Museo de Calatayud
  • De lunes a sábado:
    • De 9’30 a 13’30 y de 16’00 a 20’00
  • Precio: Entrada gratuita
  • Dirección: Plaza de Santa Teresa s/n
  • Teléfono: 976 897 816

Cómo llegar al Yacimiento de Bilbilis

Desde Calatayud continúa dirección Soria, Embid de la Ribera. Sigue las indicaciones durante unos 6 km. Antes de llegar a Huérmeda ya aparece señalado el desvío.

Continúa tu camino hasta el centro de interpretación. Deja el coche en el aparcamiento y sigue a pie hasta que veas un camino de tierra que aparece a la derecha y que está cerrado a los vehículos con una cadena. Desde allí, baja hasta llegar al yacimiento y camina por el itinerario marcado. 

💶  Entrada gratuita. 

Coordenadas:
  • Latitud: 41º 22’ 53.4” N
  • Longitud: 1º 36’ 10.73” W



Qué ver en Calatayud


Lo primero que hay que resaltar de la ciudad de Calatayud es su recinto fortificado de 4 km de perímetro: el más antiguo que se conserva de los árabes en toda la Península. Construida a principios del siglo IX, su muralla rodeaba la ciudad y sus cinco castillos: el de Doña Martina, el del Reloj, el de la Peña, el de Torre Mocha y el de Ayyub. Muchos están en condiciones lamentables y sus restos están rodeados de chabolas.



Por otro lado, Calatayud cuenta con varios ejemplos impresionantes del mudéjar aragonés, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2001, como la Colegiata de Santa María y su gran torre de 70 metros, fundada (parece ser) por Alfonso I. 


Otras maravillas que te encontrarás de repente paseando por allí son: la Colegiata del Santo Sepulcro, de 1605; la iglesia de San Andrés, la iglesia de San Pedro de los Francos (mandada construir por Alfonso I tras la reconquista de Calatayud).



Mención aparte merece la Iglesia de San Juan el Real cuyo crucero se cierra con una cúpula sobre pechinas decoradas con pinturas de Goya representando los cuatro Padres de la Iglesia occidental. La primera obra maestra de Goya, pues la realizó con tan sólo 20 años.

Sus calles tranquilas están llenas de estas sorpresas. Palacios de estilo aragonés de los siglos XVI y XVII, arcos, puertas legendarias como  la de Terrer, plazas… todo esto inunda las calles de su casco antiguo.




Además, hay cinco museos que cuentan la historia de la ciudad:
  • El Museo de Calatayud. (Gratuito).
  • El Museo Parroquial de San Juan el Real. (2€ por persona)
  • El Museo de la Semana Santa. (Gratuito)
  • El Museo de la Colegiata de Santa María. (2€ por persona)
  • El Museo de la Dolores, lleno de referencias a este famoso personaje que tiene, además, un centro de interpretación de la Denominación de Origen de Calatayud en la bodega medieval de este mesón. (2€ por persona).
En fin, le debo otra visita para continuar descubriendo sus maravillas y disfrutar de un buen vino. Pero mi camino continúa hacia el origen de todo: Bilbilis.

Si quieres más información sobre esta ciudad, visitad su web turística. Bastante útil:



Qué ver en Nuévalos, junto al Monasterio de Piedra


Una excursioncilla que puedes hacer de camino que visitas el Monasterio de Piedra es pasear un ratito por Nuévalos y tomarte algo en alguno de los muchos restaurantes y bares baratos que tiene este pueblecito de poco más de 300 habitantes.

Junto al embalse de la Tranquera, Nuévalos ya estuvo habitado en el siglo II a. C., tal y como demuestra el yacimiento celtibérico y romano que encontraron bajo la Ermita de la Virgen de los Diegos.


El monumento más relevante que vas encontrar allí es la Torre del Castillo, del siglo XIV, adosada a la Iglesia de San Julián y Santa Basilisa. Originariamente el castillo perteneció a la Orden del Santo Sepulcro y resistió las dos invasiones que Pedro I de Castilla realizó en el lugar, su fama de castillo inexpugnable le precedía.  Fue restaurado en el 2002 y hoy acoge el Centro de Información Turística, una sala de exposiciones y un mirador.


La localidad también tiene varias ermitas y la Casa del Obispo (antiguo palacio renacentista del siglo XVI), actual Ayuntamiento.