Día 2 – Hacia el oeste de la isla
1. Mirador de El Julán: a 850 metros de altura tienes este bonito lugar desde el que contemplar la vertiente sur de El Hierro, con una ladera por la que la vegetación se ha ido distribuyendo desde las zonas más bajas, sin apenas plantas, hasta las alturas llenas de laurisilva y pino canario, y al fondo los volcanes de la Restinga. Este anfiteatro de fuertes pendientes forman un suave arco en la costa y se originaron cuando el magma de una fuerte erupción se deslizó por aquí hace más de 158.000 años y cubrió una extensión del fondo oceánico de unos 1800 km².
2. Nuestra
Señora de los Reyes: merece la pena que te pares un poquito en este coqueto templo en el que se venera a la
patrona de la isla. Fue construida en 1577 con mampostería encalada, con una
sola nave y rodeada de un murete. Es un lugar muy representativo para el pueblo
herreño, apareciendo lleno de misticismo al destacar sus paredes blancas entre
una preciosa arboleda, levantándose sobre la bruma que envuelve esta zona. La
leyenda cuenta que la Virgen trajo agua de lluvia al pueblo durante una de las
peores sequías vividas en la isla. Desde entonces, cada cuatro años, los devotos
celebran la Bajada de la Virgen, la fiesta más famosa de El Hierro.
3. Sendero del Sabinar: el Sabinar es la imagen más característica de El Hierro. A lo largo de este camino podrás disfrutar de la imagen de espectaculares sabinas retorcidas por los vientos alisios, que las van modelando a su antojo. Esta zona pertenece al municipio de Frontera, aunque dista mucho de su núcleo principal, al que te llevará una carreterilla de infarto, llena de curvas y con la imagen siempre del mar a un lado. Aunque te cueste subir por ella la visita es obligada. Si tienes un buen coche de alquiler, puedes llegar en él hasta la sabina más famosa de El Hierro, la más fotografiada. A partir del Santuario de Nuestra Señora de los Reyes la carretera se va volviendo peor, hasta desaparecer y convertirse en una pista de tierra ancha. Delante de la propia sabina hay un aparcamiento. Si quieres hacer el sendero andando existe una ruta circular de 9 km que, además, te llevará al Mirador de los Bascos. 👉 Más información.
4. Faro de
Orchilla: es el punto más occidental de España. Su importancia histórica es
enorme, pues ya se hace referencia a él desde la época de Claudio Ptolomeo. Los
franceses establecieron el meridiano cero también aquí en 1634, hasta que los
ingleses lo cambiaron por el actual: Greenwich. El faro actual se encendió en
1933. La zona es de especial relevancia astronómica al haber poca contaminación
lumínica. El acontecimiento más importante es la observación de Tauro a primera
hora de las noches de noviembre, que anticipa el final del otoño. Muy cerca del
faro puedes visitar también el Monumento al Meridiano Cero.
5. Mirador de
Lomo Negro: una carretera estrecha y llena de curvas que pondrá a prueba a
cualquier conductor, sube a este mirador desde el que se ve la dorsal noroeste
de la isla. Se trata del mirador más al oeste de España y desde él observarás
los acantilados tintados de diferentes tonalidades, productos de sucesivas
erupciones que han tenido lugar a lo largo de la historia. Lo más
característico de este lugar son las rocas de color ocre que se formaron al
entrar el contacto la lava con el agua. Te recomiendo que dejes el coche allí
mismo y que camines por el sendero que lleva a Lomo Negro II (está indicado).
Llegarás en unos diez minutos y, tanto el camino como las vistas, te dejarán
imágenes maravillosas.
6. Arco de la
Tosca: es uno de los lugares más increíble de El Hierro. Puedes dejar el coche
muy cerca del sitio en el que se encuentra el arco, a cuyo mirador accedes a
través de un pequeño caminito sobrecogedor. Rodeado de piedras volcánicas, sentirás
el histórico origen que ha tenido la isla. El arco es producto de la combinación
del vulcanismo con la erosión marina. En él las columnas inferiores han desaparecido
por efecto de las olas, mientras que las columnas superiores se han mantenido
dando lugar al arco que puedes ver hoy.
7. Playa de
Arenas Blancas: se encuentra en el Parque Rural de Frontera y es la única playa
de arena blanca que verás en la isla. La arena está formada por fragmentos de
conchas de moluscos marinos que se han ido acumulando sobre una plataforma de
lavas de menos de 10.000 años. No es el lugar ideal para bañarse, porque es una
de las playas con más oleaje de la isla, pero es precioso estar andando sobre este
paisaje blanquecino para llegar de pronto al mar y descubrir una vez el origen volcánico
de El Hierro. Es una playa virgen, no hay ningún servicio turístico en ella.
8. Pozo de la
Salud: este pozo que aún hoy puedes ver, se perforó en 1702 para el
abastecimiento de agua potable (aunque algo salada). La fama de estas aguas se
fue haciendo cada vez más notable como cura para los enfermos y la gente
comenzó a venir a este lugar para tomarlas. Incluso se llegó a exportar a Cuba
y Puerto Rico en el siglo XIX y se construyó un balneario. Ahora hay un moderno
hotel-balneario que es gestionado por el Cabildo Insular de El Hierro y aguas
son consideradas Bien de Utilidad Pública por sus propiedades. Pero, sin duda,
lo mejor de hacer una rápida visita a este lugar son las vistas que ofrece
desde el lugar en el que se sitúa el pozo.
9. Charco Azul:
muy cerca del Pozo de la Salud se encuentra esta maravilla herreña. Una sobrecogedora
escalinata baja por todo el corte del acantilado para que puedas acceder a esta
piscina natural rodeada de caprichosas formas que la lava solidificada ha ido
originando. Hay varias piscinas de aguas turquesas, un solárium y una pequeña
gruta. Es un lugar único, ideal para disfrutar de la tranquilidad de la isla y
un paraíso para los amantes del esnórquel.
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