Ruta de Senderismo - Cómo es el Sendero de La Llanía, El Hierro


El sendero de La Llanía muestra los increíbles contrastes que puedes ver en El Hierro, una isla en la que en poco tiempo puedes pasar de estar en el más absoluto desierto a caminar por un tupido bosque húmedo de laurisilva, brezos y pinos canarios. Se encuentra en el municipio de Valverde, al nordeste. 

Existen tres variantes de recorridos en La Llanía: corto, medio y largo. En mi caso, realicé el sendero corto, de dos horas y apenas dificultad, salvando alguna que otra cuesta arriba. Las tres opciones están muy bien señalizadas:

Verde: 4'2 km con una duración de 2 horas.

➨ Rojo: 5'6 km con una duración de 3 horas.

➨ Azul: 7'4 km con una duración de 4 horas. 


Cómo es el Sendero de La Llanía 

👉Inicio de ruta: El coche lo puedes dejar en el Aparcamiento de La Llanía, justo delante de una fuente. Ve temprano, porque en días señalados se llena fácilmente y es imposible aparcar. 

En frente del aparcamiento, cruzando la carretera, verás un curioso arco de madera que indica el inicio de la ruta. Me recordó a los arcos que vi en la Great Ocean Road. Como te he dicho antes, mi opción elegida fue el camino corto, porque quería aprovechar el resto de la mañana para subir al Pico Malpaso también.

El sendero comienza adentrándose en El Brezal, un bosque verde mágico que parece salido de un cuento de hadas. Unos carteles informativos te mostrarán las aves que puedes encontrar en este brezal y cuyo piar lo inundará todo. Herrerillo canario, mosquitero canario, pinzón, reyezuelo sencillo, mirlo, cuervo...

En esta parte del camino, el sendero es prácticamente llano o con algún que otro leve descenso y va zigzagueando a veces. El paisaje es sobrecogedor.

Pronto llegarás a un cruce de caminos atravesado por una carretera. Tendrás que ir de frente (está señalizado), Y un poco más adelante, cruzarás un puente de madera y comenzará un suave ascenso.



El siguiente punto de la ruta discurre por un amplio sendero marcado por piedrecitas y con pinos canarios a ambos lados. Cuando yo lo hice las nieblas ya empezaban a bajar y es que me dijeron que son muy comunes en esta zona de la isla. Me temí que se hicieran espesas y que no dejaran ver nada desde los miradores (como así fue).

A poca distancia verás la Fuente de El Lomo. Esta fuente fue construida en la década de 1940 por el Mando Económico de Canarias para hacer frente a las épocas de sequías que de vez en cuando asolaban la isla. Está formada por un aljibe que se encuentra bajo tierra y que sirve para recoger y conservar el agua. En el aljibe se habilitaron dos bebederos, uno para el consumo humano y otro para el ganado, lo que supuso una gran ayuda para los pastores que solían frecuentar la zona con sus rebaños procedentes principalmente del pueblo de El Pinar. 

Dejando atrás la laurisilva se mostrará la Hoya de Fileba, tendrás que subir una cuesta marcada con piedrecitas en un terreno de arena volcánica. Esta formación se originó por una erupción que dio lugar a un cráter ovalado, de 450 metros de diámetro y un desnivel de 160 metros. Situado al borde del escarpe de El Golfo, sus paredes muestran su carácter de caldera de explosión. Se supone que las vistas desde el mirador son excepcionales, pero yo sólo pude disfrutar de las nieblas.


El sendero continúa cuesta abajo hasta llegar al Bailadero de Las Brujas. La creencia popular afirma que en estos lugares "no sale monte, no crecen árboles, porque en ellos bailaban las brujas". Se cree que provienen de la palabra "baladeros". Los antiguos pobladores de la isla, realizaban unos rituales en los que llevaban el ganado a zonas que ellos consideraban sagradas y les racionaban el alimento. Esto provocaba los desesperados balidos de los animales, que creían que llamaban la atención de los dioses y que traerían las lluvias. Con el tiempo este paso obligado para el ganado en su marcha hacia el Valle de El Golfo o La Dehesa se dejó de usar por la noche. Los pastores decían que los animales, asustados, no querían pasar por allí y tenían que dar un rodeo movidos por el miedo y la superstición. 


Desde El Bailadero comenzarás una cuesta arriba bastante pronunciada. Al principio estará lleno de vegetación, pero también alternará con tramos más abiertos.


La cuesta lleva al Mirador de La Llanía, que se supone que tiene unas espectaculares vistas del valle de El Golfo. En mi caso, esto es lo que vi:


Cuesta abajo ya aparecerá la Fuente Brezo. Como ya había visto a lo largo de mi camino, en esta zona de la isla es muy común el llamado mar de nubes, que oscila entre los 600 y los 1500 metros de altitud, favoreciendo la aparición de nieblas. Estas nieblas, cuando entran en contacto con la vegetación, se condensan cayendo en forma de pequeñas gotas de agua al suelo. Este fenómeno se conoce como lluvia horizontal y permite la existencia y mantenimiento del bosque.  La vegetación de La Llanía está adaptada para captar esa humedad mediante la condensación horizontal, como se puede ver en el enorme brezo que hay en este lugar. 

Desde Fuente Brezo basta con continuar el camino para llegar al aparcamiento del punto de inicio en pocos minutos. 

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  4'2 km.
                              🏃  Dificultad:  fácil.
                              🏃  Duración: 2 horas.
                                 🏃  Recorrido circular.
                                 🏃  Llévate un sudadera, hace frío.
                          

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