Esta senda se encuentra en uno de los lugares más fértiles que existen en la salvaje isla de El Hierro, el Valle de El Golfo. Sin embargo, el camino por el que vas a pasear atraviesa un entorno abrupto en el que el Malpaís reina y donde podrás ver cómo las coladas de lava de antaño se han ido solidificando dando lugar a un asombroso paisaje dominado por la tierra volcánica. Todo ello teniendo siempre como acompañante las aguas del Océano Atlántico a tu lado y con la imponente presencia de una gran pared volcánica de mil metros de altura a tus espaldas.
👉Inicio de ruta: El coche lo puedes dejar en el Aparcamiento de la Piscina Natural La Maceta. Es un lugar amplio que está muy cerca del restaurante Ocho Aborigen y que cuenta también con una parada de autobús. Antes iniciar la ruta te recomiendo que eches un vistazo a la piscina natural, que aparecerá justo debajo del aparcamiento. Sus charcos, de distintos tamaños, están protegidos del oleaje y se han convertido en la principal zona de baño de El Golfo.
El sendero de Las Puntas sale justo a la derecha del aparcamiento. Puedes aprovechar para contemplar las maravillosas vistas desde el mirador principal y recordar la serie de Hierro, pues en uno de los miradores que recorren el camino tiene lugar la Negociación de Fadi y Gaspar que aparece en la temporada 2. Allí mismo encontrarás la señal que indica el comiendo del sendero que lleva a Las Puntas en 2'4 km.
Enclavado en un Área de Protección Paisajística y Cultural, desde sus pasarelas podrás observar el Golfo en su totalidad, creado como consecuencia del derrumbe del terreno. Hace cientos de años la fuerza de la gravedad hizo arrastrar los materiales más deleznables dejando al descubierto en las escarpadas paredes los materiales más resistentes, configurando así este hermoso valle.
La ruta discurre casi toda por unas pasarelas de madera que hacen que el recorrido sea sencillo. Aunque en las escasas zonas en las que no hay, es más complicado ir pisando sobre las piedras escarpadas. De ahí la importancia de que lleves un buen calzado.
Las pasarelas van zigzagueando de forma paralela al mar, agudizando el contraste entre la roca volcánica y el azul del océano. La imagen es bellísima. Si tienes oportunidad de ir en primavera, te asombrarás del colorido paisaje que ofrecen las plantas que curiosamente nacen entre este Malpaís y es que las Canarias cuentan con más de la mitad de los endemismos que hay en toda España.
En un pequeño desvío a la izquierda en el que no hay pasarelas aparece el Mirador Punta del Pozo. Se llama así porque desde él se ve el Roque del Pozo, uno de los muchos roques que se dispersan por toda la costa del municipio de Frontera. Cerca de aquí existían unos lavaderos en los que hasta no hace mucho tiempo las mujeres del valle venían a hacer su colada, próximo a la Playa de las Mujeres.
Retomando las pasarelas, el camino continúa pegado al mar hasta dar con otro mirador a la izquierda. En este caso se trata del Mirador de Los Gusmines, un lugar magnífico para contemplar los caprichos que la naturaleza ha ido generando a través de erupciones con magma de baja viscosidad, bajo contenido en gas y altas temperaturas. En estos spatter (depósitos de piroclástos) y lava se combinan colores rojizos, grises y negros junto al azul del mar.
El siguiente mirador es el de Punta de Zamora. Pronto te irás acercando a un sitio mágico en el que el mar entra de lleno en los escarpados acantilados ofreciendo unas formaciones que me recordaron a los Órganos de La Gomera.
El penúltimo de los miradores es el de Punta Izquierdo. Desde él se observa el famoso Risco de Tibataje, catalogado como Reserva Natural Integral y Lugar de Interés Científico. En él se encontró una especie de lagarto endémico de la isla y que se pensaba extinguido. Así comenzó un ambicioso proyecto de recuperación de este Lagarto Gigante y del que puedes aprender mucho en el antiguo poblado de Guinea, donde se encuentra el Centro de Recuperación del Lagarto Gigante de El Hierro.
A unos 500 metros del final del sendero verás el Mirador de Las Puntas, que da nombre a estas pasarelas, y un poco más adelante el Mirador Playa del Río. Aquí podrás observar las piscinas Cascadas del Mar, con arquitectura vanguardista e integrada en el entorno, así como los Roques de Salmor, el Grande y el Chico, como referentes del paisaje herreño. Ambos constituyen una Reserva Natural Integral, una Zona de Especial Protección para las Aves, como el Petrel de Bulwer, que escogen sus paredes escarpadas para nidificar.
Antes de llegar a Las Puntas verás unas escaleritas que llevan hasta El Río. Aquí se forma una excepcional piscina natural cuando la marea está baja.
Al final del recorrido aparece el Hotel Punta Grande, un antiguo despacho de aduanas de 1884, que fue decorado por César Manrique y que está considerado el hotel más pequeño del mundo, con tan sólo cinco habitaciones. Junto a él se atisba una lengua de lava que servía como embarcadero desde el que partían los marineros hacia Europa y como abrigo para los barcos de los pescadores.
En este punto habrás llegado al término de la ruta y podrás iniciar el camino de regreso tranquilamente por las mismas pasarelas por las que has venido. De vuelta al aparcamiento te recomiendo que completes tu visita acercándote al sobrecogedor Charco de los Sargos y al curioso Ecomuseo de Guinea para aprender sobre el Lagarto Gigante.
🏃 Longitud: 4'5 km.
🏃 Dificultad: fácil.
🏃 Duración: 1 hora.
🏃 Recorrido ida y vuelta.
🏃 No hay sombras
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