Situada en Cerrato
Palentino en su frontera con Tierra de Campos, el pequeño pueblo de Dueñas se
abre paso entre las vegas de los ríos Carrión y Pisuerga. Su territorio fue
ocupado desde la prehistoria, pero su importancia llegó a finales del siglo IX,
cuando fue repoblada por Alfonso III el Magno. Poco a poco fue adquiriendo fama
como villa realenga y como lugar de paso de la corte castellana en el camino
real de Burgos.
Hoy es su
casco histórico y sus calles de corte medieval recuerdan ese valioso pasado,
por lo que están considerados Conjunto Histórico-Artístico.
Su nombre se
cree que viene de un antiguo monasterio habitado por monjas anterior a la
invasión musulmana, San Isidro de las Dueñas (Domnas). Aunque popularmente a sus
vecinos se les conoce por el nombre de botijeros, pues parece ser que el pueblo
se enfrentó a los invasores con lo único que tenía, botijos. Lanzándolos como
armas, consiguieron recuperar su castillo.
Qué ver en
Dueñas
1. Puerta de
los Remedios: es la única puerta que se conserva de la muralla de la villa.
Cuando perdió su función defensiva se convirtió en una ermita en honor a la
Virgen de los Remedios. En uno de sus lados aún puedes ver un portillo que da
acceso al único trozo de muralla que queda en pie. El resto de sus piedras se
utilizó para las obras del Canal de Castilla.
2. Palacio de
Buendía: se encuentra en la bonita Plaza de España y cuenta la leyenda que en
él nació Isabel de Portugal, la hija de los Reyes Católicos, pues ambos
vivieron en este palacio durante los primeros años de su matrimonio. La leyenda
también cuenta que en Dueñas fue realmente donde los reyes se casaron en
secreto para ocultarlo al hermano de Isabel, que se oponía al enlace. Aunque
oficialmente, la historia cuenta que su boda se celebró en Valladolid. En sus
estancias también se fundó la Santa Hermandad de Castilla, cuyo objetivo sería
defender caminos y poblaciones.
3. Convento de
San Agustín: el Palacio de Buendía tenía acceso a la Iglesia del Convento de
San Agustín a través de un pasadizo subterráneo. Lo que ves ahora es fruto de
la reconstrucción que se llevó a cabo en el siglo XVI y que le otorgó ese
componente viñolesco, difundido en la España de la época por Juan de Herrera.
En este convento fue donde Fray Luis de León pronunció su discurso de Dueñas,
en el que criticó la relajación de las normas de noviciado de la orden
agustina. De su arquitectura destaca el precioso Patio de los Arcos.
4. Iglesia de
Santa María de la Asunción: su origen data del siglo XII, pero ha sufrido
tantas remodelaciones a lo largo de la historia que hoy es un compendio de
estilo románico, gótico, barroco y neoclásico. En su interior podrás ver el
retablo mayor del Maestro Covarrubias, el panteón de los Condes de Buendía y el
Museo Parroquial.
5. Hospital de
Santiago: éste es el único edificio que se mantiene en pie de los cuatro
hospitales que llegó a tener Dueñas en la Edad Media, aunque de él sólo se
conserva la iglesia gótica, en la que descansa el sepulcro gótico de Luis de
Acuña, hijo de los Condes de Buendía. Sus dependencias ahora las ocupan una
residencia de ancianos.
6. Casa de Napoleón:
en la Plaza del Doctor Sinova se halla este antiguo palacete del siglo XVI. Durante
la Guerra de Independencia en él estuvo alojado José Bonaparte.
7. Ermita de
Cristo: sede de la Cofradía de la Vera Cruz, se cree que se construyó sobre una
antigua sinagoga que existía en el barrio judío, aunque no hay ninguna constancia
escrita.
8. Monasterio
de la Trapa: para llegar a él necesitas coger el coche siguiendo la carretera
que lleva a Palencia. Se encuentra en a 5 km de Dueñas y tiene sus orígenes en
la época visigoda con un antiguo monasterio dedicado a San Martín de Tours
habitado por las monjas que le dieron origen al topónimo de Dueñas. Más tarde
se convirtió en el Monasterio de San Isidro y en él viven desde 1891 los monjes
cistercienses conocidos como trapenses. Y se dedicaron a hacer chocolate.
9. Cafetería-Tienda
Chocolates Trapa: cuando los monjes se desprendieron de su fábrica de chocolate
y de todas sus recetas en 1964, las instalaciones se modernizan y tras pasar
por varias manos, hoy forman parte de Europraliné, contando con una nave de
53.000 m2 que está en frente del monasterio. Delante de la fábrica puedes
acceder a su cafetería-tienda, en la que venden leche del monasterio y
chocolates Trapa a un precio muy inferior al que te puedes encontrar en los
supermercados.
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