Kurokawa Onsen
es un pequeño pueblecito termal en mitad de las montañas de Kumamoto, en la
isla japonesa de Kyushu. Su principal atractivo son los onsen que hay
repartidos por los ryokan de la zona, que ofrecen baños en aguas naturales a más
de 40º, ricas en sulfuro y sodio, lo que hacen que sean extremadamente buenas
para aliviar dolores y enfermedades como la hipertensión, la diabetes y el
reumatismo. Hay varios tipos de baños: interiores, exteriores (rotenburo), semi-exteriores,
en cuevas…
Pero Kurokawa Onsen
es mucho más que ir de baño en baño. El pueblecito es precioso para disfrutar
de la naturaleza y de cómo la arquitectura tradicional japonesa queda inmersa
en ella.
Qué hacer en Kurowaka Onsen
1. Probar
distintos tipos de baños: en la oficina de turismo puedes comprar el Onsen-Hopping
Pass, un pase que cuesta 1300 yenes y que te permite acceder a tres rotenburo a
elegir de los veinte hoteles adheridos a la promoción. El pase consiste en un
colgante de madera que después te puedes quedar de souvenir.
2. Disfrutar
de la estancia en un ryokan: los ryokan son los hoteles tradicionales
japoneses. Habitaciones tan amplias que parecen pisos, suelos de tatami,
mesitas pequeñas, atención personalizada, futones para dormir en el suelo… Todo
lo que te esperas típicamente del Japón antiguo, en un precioso alojamiento.
3. Probar el
típico desayuno Kaiseki: la cocina Kaiseki se caracteriza por contener muchos
platos pequeñitos en el que el detalle está cuidado al extremo para que
visualmente la presentación sea perfecta. Los ingredientes que se utilizan son
de temporada y de proximidad. Todo natural. Quizá un poco sorprendente para los
paladares occidentales, pero si te gusta el pescado y probar cosas nuevas, no
lo dudes.
booking.es
4. Pasear en
yukata por sus calles: los ryokan ofrecen a sus clientes un yukata y unas
chanclas seeta que pueden usar durante su estancia en el hotel y, también, para
pasear por el pueblo. Las calles son preciosas y la tranquilidad junto al río
lo inunda todo.
5. Comer los
dulces típicos en su pastelería tradicional: el aroma que sale de la Patisserie
Roku inunda el centro de Kurokawa Onsen. Su especialidad: Shuukuriimu (シュウクリーム), un bollo relleno de crema que puedes comprar recién hecho en su
horno. Su precio son 220 yenes y merece mucho la pena.
6. Rezar en su
templo: en Shimokawabata Dori hay un pequeño templo llamado Jizodon (黒川地蔵尊). En él muchos
visitantes cuelgan sus Onsen-Hopping Pass a modo de ema, para pedir buena
suerte.
7. Hacerse una
limpieza de cara en sus calles: una de las cosas más curiosas que te puedes
encontrar en la calle es esta especie de caja en la que metes la cara para que
te dé un baño de vapor. Totalmente recomendable.
8. Comer en un
restaurante tradicional: Kurokawa Onsen está lleno de restaurantes de cocina tradicional
en los que podrás disfrutar de los ingredientes de Kumamoto.
9. Darse un calentito
baño de pies: hay baños de pies en varios lugares del pueblecito, para
relajarte más aún.
10. Subir
hasta Lovers Hill: existen tres rutas distintas que llevan a esta preciosa
colina (Hitotsu-ya, Maruba y Warabi Nobori). Están todas señalizadas y se puede
coger un mapa especializado en senderismo en la oficina de turismo. A esta
espectacular colina también se la conoce como Hiranodai Plateau Viewing Point y
desde allí se pueden ver los cinco picos de Aso (Nehanzo) que parecen un Buda
acostado.
11. Reservar
un baño privado: si te da pudor bañarte desnudo rodeado de japoneses también desnudos,
en varios hoteles existe la posibilidad de reservar un baño sólo para ti y tu
familia.
¿Por qué las
aguas de Kurokawa Onsen son tan buenas?
En Kurokawa
Onsen existen ocho tipos distintos de aguas termales:
💧 Tanjyunsen: con
un PH 3-6 son recomendables para cualquier tipo de piel y alivian la fatiga y
el insomnio.
💧 Tanjyunsen
arukari-sei: un poco alcalinas y con un PH 7’5-8’5, se recomiendan para la
limpieza de la piel.
💧 Aguas sulfurosas:
con un olor característico y emanando nubes de vapor, son buenas para el acné y
los problemas derivados de éste.
💧 Aguas con ácido
carbónico: refrescantes, ayudan a aliviar las quemaduras y a curar las
cicatrices.
💧 Aguas con
cloruro de sodio y aguas con sulfatos: estos manantiales salinos ayudan a mantener el
calor del cuerpo y la humedad.
💧 Aguas ferruginosas:
buenas para tratar la anemia, los eccemas y el reumatismo.
💧 Aguas acídicas:
con un PH 2-3 sirve como agentes antibacterianos y son buenas para tratar el
pie de atleta y ciertas enfermedades cutáneas, aunque generalmente no son
recomendables para las pieles sensibles.
Otras entradas que te pueden interesar:
➤ Opinión del Yumerindo Ryokan - Kurokawa Onsen➤ Cómo llegar a Kurokawa Onsen desde Fukuoka
➤ Día 3: Kyushu - Intentando comer en Kurokawa Onsen, paraíso termal japonés
➤ Mapas y planos de Kurokawa Onsen