Alquézar está considerado uno de los pueblos más bonitos de España,
distinción que expone en sus calles por las que merece la pena darse un paseo y
tomarse algo en la gran cantidad de bares, restaurantes y confiterías que hay
desperdigados por todo el municipio. El turismo durante los fines de semana y
festivos es impresionante. Todo cambia y se llena de gente. Sus aparcamientos,
a las afueras, quedan abarrotados.
El casco urbano cuenta con un encanto medieval especial, que queda
vigilado por su Castillo Colegiata dedicada a Santa María la Mayor, quien
preside todo Alquézar. Fue construida en el siglo IX por Jalaf ibn Rasid para
frenar a los reinos cristianos del norte. Precio de la entrada a la Colegiata de
Alquézar: 2’5€.
Además de su castillo, puedes visitar la parroquia de San Miguel Arcángel, un museo con obras medievales y el Museo Etnológico Casa Fabián.
Pero, si te gusta la naturaleza, Alquézar cuenta con una de las mejores
rutas de la zona. Para hacerla te recomiendo que vayas muy temprano, para que
no esté todo el camino saturado de turistas.
Cómo es la ruta de las pasarelas de Alquézar
La ruta comienza en la Plaza Mayor. Desde allí sale una calle que va
hacia la Colegiata y, justo en la esquina en la que hay una gran confitería con
un montón de delicias autóctonas – como la trenza aragonesa -, parte una rampa
cuesta abajo de piedra. No hay pérdida, pues hay un panel explicativo muy
visible.
Al poco de caminar, encontrarás las primeras pasarelas de madera que
bajan hasta el cañón del río Vero. El camino está totalmente encajonado entre las
piedras de la Peña Castibián y los muros de la Colegiata.
Una vez abajo, hay un desvío hacia la Cueva de Picamartillo. No lo
pienses y dirígete hacia allí, pues sólo te llevará 5 minutos llegar a la cueva.
Está situada en la margen izquierda del río, frente a la desembocadura del
Barranco de la Fuente. Todo está lleno de peces.
Vuelve por el mismo sitio y tomar el camino hasta las pasarelas
metálicas. Desde allí hay un increíble paseo sobre ellas, quedando el río justo
debajo de ti.
A mitad del camino, las pasarelas llegan hasta la antigua central
hidroeléctrica y la presa.
Desde allí, dejarás el río a un lado para comenzar a caminar entre
olivares subiendo por una cuesta hasta un precioso mirador desde el que hacer
unas bonitas fotos con el pueblo de Alquézar de fondo.
Subiendo toda la cuesta, alcanzarás el pueblo de nuevo.
La ruta se puede completar con la visita al puente de Fuentebaños y al
molino. Sin embargo, cuando yo fui el acceso estaba cortado.
¿Cuánto dura la ruta de las pasarelas de Alquézar?
No es muy larga. Yo la completé en 1'20h caminando sin prisas y
parándome a hacer fotos y a disfrutar del paisaje.
No tiene dificultad ninguna. La pueden hacer niños y mayores. El desnivel
acumulado es de tan sólo 300 metros.
Lleva crema solar y agua (no hay ningún sitio donde llenar las
botellas).
Recorrido: circular.
Distancia: 4 km.
Plano de Alquézar