Las excursiones que van de Canberra a Sydney suelen parar en Berrima a desayunar. No hay que desviarse mucho del camino y merece mucho la pena.
Berrima es un pequeño pueblo creado en 1829 que mantiene toda
la esencia de antaño. La historia se siente en el aire. Incluso se dice que
tiene el primer hotel que cuenta con licencia continuada desde 1839 y que se
mantiene en su edificio original: The Surveyor General Inn. Este enclave
prosperó por estar en la antigua Old Hume Highway, un punto de parada que llegó
a tener catorce hoteles en 1840. Sin embargo, toda su fama se paró cuando
comenzó la construcción del ferrocarril que dejaba a un lado esta ciudad. A partir
de entonces, su población decreció considerablemente.
Hoy puedes ver edificios históricos como la Holy
Trinity Anglican Church (1849), St Fancis Xavier Catholic Church (1851),
Berrima Court House (1838) o el Berrima Gaol, un antiguo correccional femenino.
Berrima cuenta actualmente con 246 habitantes y está
considerada como el mejor ejemplo australiano de un pueblo Georgiano. El pueblo
se llena de turistas y se hace casi imposible aparcar, a pesar de tener varios
aparcamientos gratuitos. Su calle principal está llena de cafeterías,
pastelerías, tiendas de antigüedades y restaurantes. Fue una parada rápida e
imprescindible en mi camino a Sydney.
Distancias:
- 125 km hasta Sydney – 80 minutos.
- 162 km hasta Canberra – 100 minutos.
- 82 km hasta Wollongong – 50 minutos.
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