Irlanda: Cómo es la visita a Belfast, Carrick-a-Rede y La Calzada del Gigante (III)



Tercera parada: La Calzada del Gigante

Una vez visitado Belfast y atravesado el puente de Carrick-a-Rede, me quedaba lo más interesante de la visita: la Calzada del Gigante. A ella llegamos en unos 20 minutos.

Una caminata más tarde, ya se ven las formaciones rocosas que todos estábamos deseando visitar. Este lugar se descubrió en 1693 y hoy es uno de los lugares más visitados de la isla, estando incluida en el listado de Patrimonio de la Humanidad y en la Causeway Coastal Route, una de las mejores carreteras panorámicas.


En el centro de visitantes dan información sobre las cuatro rutas de senderismo que se pueden hacer por la zona:

🏃 La verde es la más corta y llega hasta un mirador desde el que se observa la calzada, no llega hasta ella. (700 metros)
🏃 La azul lleva hasta la zona más visitada de la calzada, y es la que realiza la mayoría de la gente. (1 km)
🏃La roja es una ruta circular que continúa un poco más allá de la azul para ver más formaciones. (3km)
🏃  La amarilla es la más larga y conecta la Ulster Way con la Caseway Coastal Route.(53 km)

A lo largo de la ruta azul se pueden ver otras formaciones interesantes, además de la calzada. Por ejemplo, a medio camino aparece el camello gigante de Finn. (Hay que echarle un poco de imaginación).



También se puede ver la silla de los deseos, hecha por el propio Finn y en la que, cualquiera que se siente, verá sus deseos cumplidos.


Otra formación curiosa es la bota que Finn dejó allí olvidada.


La calzada es peligrosa y escurridiza. Está muy vigilada para que la gente no se acerque demasiado al mar, aun así, los guardas no paraban de llamar la atención con el silbato para que la gente dejara de hacer el tonto. Así que ten cuidado, más de uno se ha caído al agua, o se ha resbalado y se ha roto algo.

Además, llévate comida y bebida. Allí sólo esta la cafetería del centro de visitantes (pero hay que pagar la entrada para acceder a ella) y un pub bastante caro.


Cómo se formó La Calzada del Gigante

Hace 60 millones de años la lava de una caldera volcánica se enfrió rápidamente, dando lugar a más de 40.000 columnas de basalto de forma hexagonal, que abarcan casi 29 km (18 millas) de costa. El basalto, una roca cristalina, origina cristales con forma hexagonal o pentagonal para ahorrar volumen, como si se tratara de una colmena de abejas.




La leyenda de La Calzada del Gigante

Una antigua leyenda celta narra la historia del gigante irlandés Finn MacCool y otro gigante que habitaba en la isla escocesa de Staffa (en la que también existen estas formaciones heagonales). Los dos estaban en lucha continua y se lanzaban rocas desde ambos extremos, estando el mar entre ellos.

Estas rocas formaron las columnas de basalto y las que quedaron en medio del agua dieron lugar a una calzada que unió ambas tierras. El gigante de Staffa cruzó la calzada para matar al irlandés, pero su mujer se dio cuenta y vistió al gigante Finn disfrazándolo de bebé.

Cuando el escocés vio a un bebé tan inmenso, pensó que su padre tenía que ser enorme, le entró miedo y salió corriendo. En su huida, pisó las rocas tan fuerte, que la calzada acabó hundiéndose y él se ahogó en el mar.


👉 La entrada a La Calzada del Gigante es gratuita (si no pasas por el centro de visitantes), sin embargo, si vas por tu cuenta, tendrás que pagar 8 libras por aparcar. Desde el aparcamiento se puede hacer la andando o cogiendo un autobús que te deja en la misma puerta por una libra.

👉 Si decides entrar en el centro, tendrás que pagar el ticket que incluye audioguía, parking, una exposición y poder acceder a su cafetería. Pero, si no estás muy interesado, pasa directamente por abajo, donde comienzan los senderos. Te ahorrarás 9 libras (online) o 10’50 libras, si la compras allí.




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