Este hotel lo contraté a través de Agoda.com.
Me costó 16€ por una noche en habitación estándar, con el desayuno incluido.
Mi tren llegó a las 8’48 a Hue, muy puntual. Para
despabilarme un poco, pasé de los taxistas y conductores agobiantes de la
estación de tren y decidí ir andando. Hay unos 35 minutos desde allí al
hotel. Por el camino me paré en una agradable y barata cafetería con
jardín.
¿Dónde está el Hong Thien Ruby Hotel?
El hotel está fuera de la ciudadela, a unos 2 km. Se
puede llegar perfectamente andando. Hay que mirar con cuidado la calle en la
que está, porque anda algo escondido. Y hay muchos hoteles por la zona con
nombre parecido. Desde la calle principal, sale un cartel con una flecha, entre
otro montón de carteles que anuncian hoteles. Se sigue por una callejuela muy
estrecha y te lo encuentras justo al final de ésta.
La zona está llena de restaurantes y tiene mucha
vida por la noche, pero al estar metido en la otra callejuela, está bastante
tranquilo y no llega el ruido de la calle, ni de las motos.
Para ir a la ciudadela, basta con llegar a Le Loi,
seguir por el parque y atravesar el puente de Trang Tien (el primero que verás).
A menos de un kilómetro tienes el bullicioso
mercado de Dong Ba, y a 1’4 km, la pagoda Chieu Ung.
El hotel, sus servicios y su peculiar jefa
El check-in lo tenía a las 14’00, como en casi
todos los hoteles de Vietnam, pero quería llegar al hotel, al menos, para
dejar el equipaje y quitarme ese peso de encima. Nada más llegar me recibió
la jefa, con una confianza que abrumaba. Me sentó a la entrada, delante del
mostrador de recepción, que es donde están las mesas para servir el desayuno
(la única comida que sirven). Mientras comprobaba mis papeles, una chica
me trajo unos zumos naturales de sandía.
Una vez comprobados los papeles, la jefa vino y se
sentó conmigo. Me hizo un montón de preguntas sobre mi viaje y
cuando le dije que había venido en tren no paró de repetir de vez en
cuando “Pobre…¡qué pena!”. Me ofreció (insistiendo tanto que asustaba) un
desayuno, que luego no me cobró. Me trajeron el menú de desayuno para que
escogiera lo que iba a tomar. Pedí y volvió a venir toda airada porque
había pedido muy poco. Así que tuve que pedir más cosas para hacerla
feliz. Estuvo genial por su parte, pero fue muy incómodo porque se volvió a
sentar en mi mesa mientras observaba cómo comía. Parecía como cuando
vas a casa de tu abuela y hasta que no te sale la comida por las orejas no te
deja en paz.
Después de desayunar me acompañó a la habitación,
aunque era súper temprano, porque me dijo que así me podría duchar
tranquila. Descansé un poco y cuando volví a bajar para visitar la
ciudad, apareció la señora de la nada y me paró en seco: que a dónde iba,
que qué quería ver, que si necesitaba un chófer, un plano, comida para
llevar… qué agobio. Le pedí un plano por hacerla feliz y me fui.
Cuando volví de visitar la ciudadela de Hue,
apareció otra vez la señora y me dijo que no podía subir a la habitación
sin beberme algo fresquito porque hacía mucho calor. Así que, aunque quería subir para ir al servicio, me tuve que quedar en recepción, sentada hasta
que me bebí el zumo, mientras me miraba.
Aprovechando que vinieron unos empleados y les
estaba echando la bronca por algo, empecé a irme, pero se dio cuenta y me paró para decirme que, en vez de descansar en la habitación, que fuera a la
piscina. Le dije que el hotel no tenía piscina. Me miró con cara de vacile y me
dijo que ella tenía muchos hoteles y que justo el de al lado tenía una, que me esperaba en recepción mientras me ponía el bañador para llevarme al otro
hotel. Por más que le dije que sólo quería descansar un poco, porque no
había podido pegar ojo la noche anterior en el tren, no hubo manera. Por cojones
tenía que bañarme 😂. Esa señora no se daba por vencida.
Estuve un rato en la piscina del hotel de al
lado (para que no le diera un infarto a la señora) y volví. Respiré tranquila porque no estaba en recepción y me escabullí a mi habitación para descansar un poquito.
Por la noche, salí a tomar algo y estuvo allí
para recomendarme restaurantes. Me preguntó que a dónde iba a la mañana
siguiente, le dije que a Hoi An y antes de que me diera cuenta ya me había encasquetado un chófer con conductor para que me fuera parando en una
playa, en un mirador y en las Montañas de Mármol de Danang. Me lo pintó todo
maravilloso y el precio me pareció muy razonable: 50$
A la mañana siguiente, cuando hice el check out,
me recordó mil veces que le diera buena nota en Agoda y en Tripadvisor. La tía
vivía obsesionada con las puntuaciones. La recepción estaba llena de cuadros
con las notas que tenía en Booking, Hostelworld…
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Algunas de las excursiones que ofrece el hotel |
La excursión no estuvo mal, pero llegué con una
hora de antelación a Hoi An porque el chófer no me llevó a la playa. Al principio
dijo que sí, que iba a poder bañarme (también me lo indicó en su momento
la jefa), pero luego dijo que sólo la íbamos a ver de lejos. Cuando le pregunté,
puso cara de: “¿Pero cuándo he dicho yo eso?”. Tampoco tenía muchas ganas de
bañarme allí, así que lo dejé pasar.
Lo sorprendente fue que, cuando llegué al hotel de Hoi An, el chófer me dijo que, por favor, me metiera en Tripadvisor y
le diera buena nota al hotel y que no se me olvidara indicar que el chófer
había sido muy bueno. Si obtenía comentarios así en las redes sociales, su jefa
le daba un regalo después. Asombroso.
Puntos fuertes:
- Buena ubicación, cerca de zona de restaurantes,
pero apartada de ella lo justo para que no moleste. La ciudadela está a dos
kilómetros andando.
- Cada vez que vienes de la calle, sea la hora que
sea, te darán un zumo gratis.
- Recibes recomendaciones turísticas por doquier.
- Habitación sencilla, pero con todos los detalles. Cama
cómoda.
- Posibilidad de ir a las piscinas de hoteles
cercanos.
- Posibilidad de hacer un early check-in.
- Amabilidad y atenciones por doquier, porque viven
obsesionados con las puntuaciones en las redes sociales.
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Camino desde la Estación de trenes hasta el hotel |
HONG THIEN RUBY HOTEL - HUE
35 lane 12 Chu Van An Street, Hue City ,Viet Nam