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Nueva Zelanda - Problemas que me encontré para visitar Wellington



Hay tres grandes problemas a la hora de visitar Wellington. Me fui de allí con la impresión de no haber disfrutado para nada de la capital.

● El primero es el aparcamiento. Está mucho peor que en Auckland. Al menos en Auckland encontré algunos sitios gratis, o gratuitos durante 2 horas, algo que me fue imposible en Wellington. Además, los lugares turísticos están bastante distantes unos de otros, por lo que es imprescindible coger el coche o el autobús para desplazarse. Hay multitud de cuestas y muchos sitios donde no hay acera, así que lo de moverse a pie todo el día queda descartado.

● El segundo es el viento. Windy Welly es ventosa de narices. A mí me dejó sin gorro. Es desagradable, hay mucha presión y parece que los oídos te van a estallar. No pude disfrutar de pasear por la ciudad porque el viento molestaba demasiado.

● El tercero, como en toda Nueva Zelanda, es el horario de apertura y cierre de las atracciones turísticas: abren tarde y cierran muy pronto.

👉 Un consejo: deja de dar vueltas por la ciudad y ten muy claro lo que vas a ver y cuánto tiempo le vas a dedicar a cada cosa y juega con eso. Aparca en el sitio más próximo a lo que quieres ver, dirígete hacia él caminando y mueve el coche hacia otro lugar. Ahorrarás tiempo, gasolina y quebraderos de cabeza. Los parking de pago es la última opción, aunque me parecieron exageradamente caros. Pero ante la desesperación…







Nueva Zelanda: Día 6 – Qué ver en Wellington en un día - El Museo Te Papa


Mucho más pequeña que Auckland, la capital de Nueva Zelanda apenas tiene 326.000 habitantes y les encanta el café. En esta ciudad encontrarás enormes tazas de cientos de variedades y cafeterías chic por todo el centro.

El Museo Te Papa

Mi primera parada durante la visita de la capital kiwi fue el Museo Te Papa, considerado el mejor del país. Por ello su nombre significa “El cofre del tesoro”. Cuenta con seis plantas, dos cafeterías, dos tiendas de regalos y un bonito jardín junto al mar. Su apertura en 1988 fue bastante controvertida por la manera que tuvo de exponer los tesoros de Nueva Zelanda: de un modo interactivo y muy original para la época. Hoy resulta muy atractivo, llamativo y ameno. Sus exposiciones se dividen en varios apartados:

Bush City: es una exposición viviente que lleva la exuberante naturaleza neozelandesa a la ciudad. Cruza un puente colgante, visita una cueva de luciérnagas o unas marismas, escala un río de lava seca o excava en busca de fósiles, al lado del mar.


Planta 1: aquí está la entrada al museo, el guardarropa, un cajero automático, una tienda y una cafetería con sala de juegos. Destaca el ancla de De Surville, que  está en la pared de dentro de la entrada, y conecta los viajes que realizó por el Pacífico el explorador francés De Surville y los primeros contactos entre maoríes y europeos.


Planta 2: en la entrada hay un mostrador con un montón de información turísticas y donde se pueden comprar los tickets para las visitas guiadas.

Awesome Forces: impresionante sección que muestra cómo el paisaje del país se ha ido transformando por las placas tectónicas, los terremotos, los volcanes y el agua. Déjate mover en la casa sísmica, admira la erupciones en una pantalla grande y descubre la historia maorí sobre la creación con la película Papatuanuku.

● Mountains to Sea: esta zona cuenta cosas interesantes sobre la flora y la fauna del país. Aquí podrás explorar los seis ecosistemas más importantes de Nueva Zelanda: la montaña, la selva, el agua dulce, la costa, el mar abierto y el océano profundo.  Lo mejor: un imponente calamar gigante y ver cómo vive en una película en 3D con tus gafas y todo.



NatureSpace Discovery Centre: con juegos relacionados con la naturaleza y actividades infantiles y familiares.   

● Te Papa Kids’ Store: tienda de regalos para niños.

● OurSpace: zona interactiva con un montón de cachivaches para tocar y aprender.


Planta 3:
 se divide en dos zonas:

● Blood, Earth, Fire: revela la dramática transformación de Nueva Zelanda: de ser un entorno virgen a ser tierra cultivada. Con plantas y animales que existían antes de que llegasen los humanos. A través de los tesoros maoríes se pueden descubrir las propiedades afectivas de la madre tierra, el calendario lunar maorí y naturaleza en la película My Place.

● El cañón Endevour: sirve de conexión entre los viajes por el Pacífico del explorador británico James Cook y el primer contacto significativo entre maoríes y europeos.


Planta 4: 

●  Mana Whenua: llena de historias y tesoros maoríes, taonga.

● Rongomaraeroa: es la marae (lugar de reunión comunitario) contemporáneo de Te Papa, y fue tallada por los mejores tallistas maoríes.

● Signs of a Nation: cuenta la historia del Tratado de Waitangi, el documento fundacional de Nueva Zelanda.

● Passports: donde se celebra la diversidad cultural de país a través de las emocionantes vivencias de las personas que emigraron a este país.

Tangata o le Moana: The story of Pacific people in New Zealand revela la importancia de la influencia del Pacífico en este país. Se conoce cómo se relacionan Nueva Zelanda y sus vecinos del Pacífico.

● Golden days: es una increíble tienda de objetos usados que recobra vida durante una presentación interactiva de 12 minutos con los acontecimientos más destacados de los últimos 100 años de historia neozelandesa.

● Slice of Heaven: 20th Century Aotearoa consiste en las historias, los habitantes y los eventos que transformaron el país en el siglo XX.


Planta 5:  esta planta experimenta la riqueza y la diversidad del legado artístico de Nueva Zelanda. Alberga la colección de arte nacional. En sus exposiciones temporales se exponen más de 300 impresionantes obras.

Planta 6: dedicada a exposiciones temporales. Su azotea es genial. Desde ella hay increíbles vistas de la bahía de Wellington y de la ciudad.



Si sólo tienes tiempo para visitar un museo en la zona, sin duda, éste es el mejor.

🚘 Parking: debajo del museo hay un parking de pago bastante caro. Justo al lado hay una zona de aparcamiento gratuito durante dos horas. Hay muy poquitas plazas, pero puede servir para ver el museo, cambiar el coche de sitio o dar una vuelta y volver a aparcar allí para dar un paseo por el centro. Así lo tuvimos que hacer nosotros.

 💲  Precio: Gratis. Visitas guiadas de 1 hora en inglés = 14$

🕑 Horario: de 10’00 a 18’00. Los jueves abren hasta las 21:00

 📱  WIFI ilimitado y gratuito.

   MUSEUM OF NEW ZEALAND   
Te Papa Tongarewa
Cable Street, Wellington.

Nueva Zelanda: Día 5 – Opinión del Camping Aotea Lodge Porirua en Wellington


Si volviera a Wellington, jamás escogería este camping de nuevo. Nada que ver con la página web, ni con sus propios folletos, ni con su publicidad. Es un engaño total. Mirando este folleto parece un sitio fenomenal, con piscina climatizada y todo, pero una vez allí te darás cuenta del lugar en el que estás.


Llegué a Wellington de noche, con un frío terrible, lloviendo y, cómo no, con viento. Un viento tan fuerte que movía la caravana. Daba susto. Y es que Wellington presume de llamarse Windy Welly, una ciudad donde tienen más de 300 días al año con vientos que superan los 60km/h.

Elegí este camping porque estaba apartado de Wellington, en una zona que se llama Porirua, a unos 20 minutos del centro de la ciudad. Un sitio que me pareció tranquilo y donde seguramente se estaría más resguardado de los vientos del puerto. Además, dentro de la oferta de la zona, me gustaron los folletos, las opiniones en internet y el precio. Opiniones falsas, pues hoy sé que, especialmente en Nueva Zelanda, se hacen muchas trampas en Tripadvisor y páginas semejantes, y son los propios dueños los que publican unas opiniones excelentes. Es muy importante ver cuántas opiniones distintas ha publicado un usuario, porque si hay muchas opiniones extraordinarias de gente que sólo ha publicado una o dos veces, ya tenemos indicios de que están falseadas. Mi primera opción fue un Camping Top 10, pero estaba todo completo ese fin de semana.

Cuando llegué allí, no había nadie en la recepción. El camping está situado en pendiente, sin nada alrededor, nada más que zonas residenciales, es imprescindible coger el coche para ir a cualquier sitio. Tuve que esperar bastante hasta que una chica se dignó a venir. La chica me cobró, se asomó a la ventana y me dijo dónde tenía que dejar la caravana... Literalmente, el supuesto camping era... ¡EL APARCAMIENTO DE UN HOTEL! Si, en serio. Habían puesto en el aparcamiento tomas de corriente y, para ellos, ya estaba el camping hecho. Y este es la magnífica sala de estar del camping:



¿Y qué hay de las instalaciones disponibles para los campistas?

No te preocupes: los campistas utilizan las instalaciones del personal de servicio del hotel. Es decir, que la supuesta cocina a la que tenía acceso, era la lavandería del hotel, comía de mierda, donde los empleados se hacían el café en su descanso. Y el WC era su baño. Así que tenía que pasar por delante de ellos mientras trabajaban y molestaba estando en medio. Por cierto, la cocina tan excelente que anunciaban por todos lados, consistía en un microondas y un fregadero. Todo cubierto de telarañas, pues los empleados, todo hay que decirlo, parecían vivir entre mierda. 




Lavadora reciclada convertida en una pila.


Arañones por todas partes.

El lavabo ruinoso, con manchas amarillas por todos lados. ¡A ver si había narices a ducharse allí!



Lo peor de todo era la cara de los clientes del hotel cuando se asomaban por la ventana, o cuando iban a coger sus coches y me veían salir de la furgoneta para armar la cama con las almohadas y todo. Parecía una pobre que les iba a robar o algo. Había dos caravanas más, pero de las grandes, justo en el aparcamiento de arriba. Y éstas estaban más alejadas de los clientes, así que parecían no molestar tanto. 

Manifesté mi malestar y mi extrañeza en la de recepción. Y la que se extrañó fue ella. No comprendía mis quejas. Me dijo que si no me gustaba mi plaza, que cuando se fuera otro coche la cambiara sin problema. 

Se suponía que el wifi entraba gratis con la reserva, pero no fue así. Cuando fui a preguntar me dio una tabla con las tarifas. Al ver que estaba ya cagándome en to, y despotricando en español, me dijo que como hacía tan mala noche me lo regalaba por venir de tan lejos. Qué considerados. Seguro que lo que estaba temiendo era una hoja de reclamaciones, que es lo que se merecían. 

Además estaba lo de la piscina. El recinto no está mal, pero no tienen vista ninguna. Resulta que la piscina van y la ponen en mitad del restaurante. Tal cual. Por lo que mientras te estás bañando tienes a toda la gente del hotel entretenida, toda arregladita, viéndote haciendo largos. Obviamente, no vi a nadie bañándose.  

En fin, aquí pasé dos noches como pude antes de coger el ferry para cruzar el estrecho de Cook. Mientras me mecía el viento con sus enormes ráfagas. 

Precio: 70$ por dos noches. 

➤  Nueva Zelanda: Día 6 – Qué ver en Wellington en un día - El Museo Te Papa


Nueva Zelanda: Día 5 – El Lago Taupo y Huka Falls en helicóptero con Helijet


El Lago Taupo (pronunciado Toupoo) es el más grande del país, casi del mismo tamaño que Singapur,  y descansa en la caldera de un volcán formado hace 300.000 años. El último gran cataclismo se produjo en el año 180, y creó una nube de ceniza tan grande que cubrió el cielo de rojo y se registró incluso en la antigua Roma y en China.


En él nace el río más largo del país: el Waikato, que desciende por las cascadas Huka y acaba desembocando en la costa de Auckland. Aunque el agua está helada, en algunos lugares hay aguas termales. Famoso por todas las actividades de aventura que se pueden practicar en él (jet boat, kayak, cruceros para ver tallas gigantes maoríes, ski acuático…) también cuenta con otras atracciones como la piscifactoría de gambas Huka Prawn Park o los panales de miel de Honey Hive. Al año se pescan más de 28.000 truchas.


Mi visita a la región fue bastante corta pues tenía que atravesar toda la isla norte para llegar a mi próximo destino, Wellington,  antes de que fuera noche cerrada (aún así, no lo conseguí).

Visitando las Huka Falls 

Las cascadas Huka están muy bien señalizadas (a 3km de Taupo Town)  y cuentan con parking gratuito y WC de pago. Por ellas pasa el río más largo del país, el Waikato, dejando una imagen espectacular de agua azul, de un azul impresionante. El río se precipita desde 10 metros de altura a una laguna. Desde el puente se puede ver la fuerza del agua, llamada en maorí Hukanui (Gran Cuerpo de Espuma). La visita es gratuita y no dura más de 20 minutos. Aquí podrás hacer unas fotos geniales.



Si tienes más tiempo, también puedes hacer un alto en Aratiatia Rapids, donde la presa se abre cuatro veces al día (a las 10’00, a las 12’00, a las 14’00 y a las 16’00) dejando que el río descienda 28 metros en tan sólo 1km.

Viaje en helicóptero sobre el Lago Taupo 

Justo antes de llegar a Huka Falls, hay una empresa de viajes en helicóptero que hace varias visitas por la región. Me llamó la atención cuando la vi al lado de la carretera. Paré la caravana y me acerqué a que me informaran. Fueron muy amables. Primero me enseñaron sus instalaciones y vi un helicóptero viejo que tienen en exposición, donde puedes entrar, sentarte y hacerte fotos. Luego me dieron una charla sobre cómo funciona el helicóptero y sobre seguridad y, por fin, empezamos a volar. Fue una experiencia increíble. No se puede ir a Nueva Zelanda sin darse un paseo como estos en las múltiples empresas especializadas que hay por todo el país. 





El vértigo está asegurado. Me costó unos 100$ y el viaje no llegó a 15 minutos, ideal para el tiempo que tenía disponible. La empresa fue Helijet: www.helicoptertours.co.nz



Vistas del Tongariro National Park y del Monte del Destino 

De camino a Wellington atravesé el Tongariro National Park, el primer parque nacional de Nueva Zelanda y el cuarto del mundo, fue fundado en 1887. Hoy es uno de los tres lugares del país declarados Patrimonio de la Humanidad.

Sus tres enormes volcanes: Ruapehu, Ngauruhoe y Tongariro, fueron donados a Nueva Zelanda por una tribu local, viendo este acto como el único modo de conservar esta zona de especial valor espiritual.

El principal interés del parque para mí estaba en el Monte Ngauruhoe, de 2287 metros. Es un volcán cónico perfecto, con un solo cráter, y te sonará por ser el Monte del Destino en El Señor de los Anillos.


El Monte Ruapehu es el volcán más alto y activo del parque, con sus 2797 metros de altura. Su nombre significa Pozo del Ruido, por sus habituales erupciones (una cada 50 años, más o menos). La última fue en el 2007.

El último de los volcanes del parque es el Monte Tongariro, el cráter rojo, con 1968 metros. Su última erupción fue en el 2012.

El centro del parque está en Whakapapa Village, donde hay algunos hoteles y comercios, y sólo tiene 200 habitantes. 

🚽 Baños

●  En el i-site de Taupo hay WC con ducha caliente por 2$







Nueva Zelanda: Día 4 – Qué ver en el pueblo maorí de Rotorua


Después de visitar el Te Puia, decidí dirigirme al pueblo para conocer la cultura maorí. Con sus 65.000 habitantes, está situada a la orilla del lago Rotorua y cuenta con un 35% de población maorí. Nada más llegar, el olor a podrido llama la atención por el azufre, pero no es para tanto.  La primera parada indispensable es el Kuirau Park, un parque que está situado muy cerca del camping y donde se puede disfrutar gratis de la actividad geotermal de la zona. En el 2003, una erupción lo cubrió de barro. Hoy hay un lago en el cráter, pozas de barro hirviendo y muchos chorros de vapor humeante. Incluso puedes meter los pies en una de sus piscinas de agua calentita, cosa que me recordó a mi viaje a Nagano, en Japón. 




Después, me adentré en la ciudad a través de su eje central, Fenton Street, donde están la mayoría de restaurantes (bastante caros) y negocios de la zona, y donde ponen el mercadillo nocturno. Al final de la calle está el i-site y los Government Gardens, una gran zona verde preciosa, donde hay campos de cricket y bolos sobre tierra, y donde están situados el Museo de Rotorua, lleno de cultura e historia maorí, y el Polinesian Spa, el más lujoso y tradicional de la zona.




El Rotorua Museum, está ubicado en un edificio señorial tipo Tudor. Inicialmente fue un balneario donde se practicaban técnicas tan descabelladas como los baños eléctricos.  

 💲  Precio: 18$
🕑 Horario
      De abril a septiembre: de 9'00 a 17'00
      De octubre a marzo: de 9'00 a 20'00
📌Dirección: Queens Dr, Government Gardens

Justo detrás del Museo aparece el camino para llegar al Lago Rotorua, el mayor de los 16 lagos de la región. Es un volcán extinto y se hacen visitas en barco. Está lleno de patos y cisnes, que yo no sé cómo sobreviven en el agua sulfurosa, pero ahí están. 



Tras disfrutar del ambiente invernal de la ciudad, cogí la caravana para ver dónde viven de verdad los maoríes: Ohinemutu, un marae actual. A orillas del lago, esta aldea me decepcionó mucho pues, aunque tenía su encanto, estaba demasiado destartalada y me dio la impresión de que los maoríes que allí vivían eran muy marginales. Chabolas, basura, descampados, niñas mirando los coches para ver lo que robaban... Nada parecido a lo que había escuchado por todas partes sobre lo bien integrado que estaba este pueblo. Parecía un poblado chabolero. 

Lo más bonito es la Tama-te-Kapua, su sala de reuniones, y la St Faith's Anglican Church, una iglesia anglicana de madera llena tallas maoríes. 

El acceso a Ohinemutu se hace por Kiharoa St, Haukotuku St o Korokai St, bocacalles de Lake Street. Hay un amplio parking gratuito, pero no parecía muy seguro. Yo preferí dar la vuelta, aparcar un poco más lejos e ir andando. 






Antes de que se hiciera de noche, fui a disfrutar de la naturaleza en estado puro en el Redwood Whakarewarewa Forest, a 3km al sureste de la ciudad, en Tarawera Road. En un principio albergaba más de 170 especies de árboles plantadas desde 1899 para estudiar cuál producía mejor madera. El pino radiata fue el que triunfó, por eso está plantado por todo el país, pero el reclamo del parque son sus enormes secuoyas californianas. Los senderos comienzan al lado del parking gratuito, frente al centro de recepción de visitantes y tienda de recuerdos. El sendero más sencillito, para hacerte una idea rápida del bosque, dura media hora y atraviesa el bosque rojo, Redwood Grove. Se puede hacer picnic y alquilar bicicletas junto a Waipa State Mill Rd. 




Al principio de los senderos hay un WC muy original, muy integrado en la naturaleza. 


🕑 Horario: de 5'30 a 20'30

Y, antes de volver al camping, a probar un poco de la comida basura del lugar: el famoso Wendy's con sus hamburguesas cuadradas.