La ciudad de Aso
tradicionalmente sirve de centro de operaciones para los que quieren visitar la
zona del cráter del Monte Aso. Es un núcleo muy joven, creado en 2005 al unirse
los pueblos de Aso, Ichinomiya y Namino. Su población es de unas 27.000
personas, al pasear por Aso te darás cuenta de que parece que estás solo. Donde
más gente encontrarás será en el mercado, en el centro comercial y en el conbini.
Es difícil hasta ubicar dónde se encuentran los restaurantes y si una casa es
comercial o particular, por la casi ausencia de carteles en muchas áreas. Y menos
aún, si no sabes japonés.
El núcleo está
muy diseminado y para ir a ciertos lugares, como el templo y el centro
comercial, hay que hacerlo andando junto a la carretera o por caminos entre
arrozales. Aso es un buen lugar para alquilarse un coche en la terminal Toyota
que hay allí y recorrer los alrededores, como el cráter, la Cascada Nabegataki o la espectacular Garganta de Takachiho. De todos modos, entre escapada y
escapada, aquí te dejo algunas ideas de cómo puedes pasar el tiempo en Aso.
Qué hacer en Aso City
1. Probar un
plato de Basashi: es uno de los platos más gourmet de la prefectura de Kumamoto
y uno de sus símbolos culinarios. Se trata de carne de caballo cruda. Si no te
apetece mucho lo crudo, puedes probar a comprar carne de caballo hecha de
diversas maneras, como en bollos de pan rellenos, que venden en el mercado de
Aso.
2. Comer Akaushi:
la carne de ternera de la zona está considerada una de las mejores del país.
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3. Visitar su mercado:
justo al lado de la estación de tren, está Michi no Eki, una gran tienda en la
que puedes comprar productos de la prefectura de Kumamoto. Por eso, casi todos tienen
el logotipo de Kumamon, su mascota, que confirma su origen regional. Se venden,
especialmente, carne de caballo, de ternera y leche. Dentro de la tienda
también está la oficina de turismo, donde te atenderán en inglés.
4. Comprar recuerdos
en su templo: Su puerta de dos pisos se construyó al final del periodo Edo y
tiene una altura de 18 metros. Está dedicado a los dioses de la agricultura y su
origen se remonta a la época del primer emperador Jinmu. Esto lo hace ser uno
de los templos más antiguos de Japón. Durante el terremoto de 2016, este templo,
con más de 2.300 años de historia, fue duramente dañado. Hoy siguen llevándose
a cabo tareas de reconstrucción, aunque se estima que tarden en completarse
unos diez años. Aun así, es una bonita visita que puedes hacer desde el centro
de Aso, paseando entre arrozales.
5. Andar entre
arrozales: Aso está rodeado de naturaleza y es fácil caminar entre los
arrozales que aparecen a ambos lados de la carretera. El camino que lleva desde
la estación de tren hasta el templo de Aso, te proporcionará un bonito paseo mientras
disfrutar del paisaje, de la arquitectura local y de pequeños dioses escondidos
por todas partes.
6. Comer
deliciosos dulces en Nakamura: esta pastelería es una joya que lleva abierta
desde 1951. Dentro de una pequeña casita, que parece sacada de un cuento, hay
postres extremadamente buenos elaborados con productos locales. http://www.aso.ne.jp/~nakamura/
7. Pasear por el
parque del Templo Saigandenji: el área que se puede ver en el pueblo de Aso,
forma parte del Templo Enryakuji del
Monte Hiei. La leyenda cuenta que lo fundó Saiei, quien elaboró una estatua enorme
de la Diosa de la Misericordia y la colocó dentro de una cueva, al oeste del
cráter del volcán. Hoy el paseo alrededor de su estanque y las escaleras que
llevan a unas ruinas en su cima, llenarán tu espíritu de paz y tranquilidad.
8. Comer barato
en el Coffee Plaza East: justo en frente de un conbini Lawson, este restaurante
ofrece posiblemente los menús más baratos de la zona (650 yenes). Puedes elegir sentarte en
el suelo de tatami o en la zona occidental. El trato es exquisito y saben
hablar inglés perfectamente.
9. Irse de la
ciudad en el Aso Boy: un tren de edición especial, no sólo para niños. Los adultos
también disfrutan de este original tren en el que la mascota Kuro es la
estrella. Cuenta con biblioteca, piscinas de bolas, cafetería, productos especiales
de Kuro… Es precioso y su llegada es todo un acontecimiento entre los niños
japoneses y sus padres. Su ticket viene incluido en el JR Pass, aunque hay que
reservarlo antes.