El tren Yufuin
no Mori no sale de la estación de Beppu todos los días, por lo que tienes que
mirar bien el horario y reservar con antelación. Está incluido en el JR Pass.
Esperando el
tren en la estación, me di cuenta de la forma tan curiosa de entretenerse y
pasar el rato que tienen los japoneses. En medio del hall habían colocado un
gran bloque de hielo lleno de figuritas y bolitas muy pequeñitas. El entretenimiento
consistía en ir deshaciendo el hielo con los dedos hasta encontrar cualquier
sorpresa y hacerte con el premio. Gente de todas las edades lo intentaba hasta
que se quedaban helados.
Una vez en el
andén, esperé al Yufuin no Mori, un tren panorámico que comenzó su andadura en
1989. En él el paisaje tiene una importancia especial y es por eso por lo que
cuando va pasando por puntos paisajísticos importantes, como las cascadas Jion-no-taki
Falls, el tren pasa más despacio mientras el guía va comentando lo que se ve a
través de los grandes ventanales.
La principal
diferencia entre esta línea y la otra que va hacia Hakata, es que ésta atraviesa
la isla de Kyushu de este a oeste por el centro, mientras que la otra (operada
por el tren Sonic) bordea la costa por el norte. Esto también influye en el
tiempo de tu viaje: mientras el Sonic une Beppu con Hakata en 2 horas, el
Yufuin no Mori lo hace en 3’20 horas.
Su interior es
muy vintage, con acabados de madera y un cierto aire nostálgico.
Uno de los
vagones tiene una pequeña biblioteca y asientos panorámicos a través de los que
disfrutar del paisaje y de vistas tan curiosas como la estación de Yufuin, en cuyo
andén hay ashiyu (baños de pies termales) para que esperes al tren mientras
tienes los pies en remojo.
El tren
también cuenta con una cafetería en la que poder comprar bento (ekiden) y
souvenirs del Yufuin no Mori.
El personal
del tren va pasando por todos los asientos y se ofrece a hacerle fotos con el
móvil a los pasajeros mientras sujetan el cartel del tren, para que tengan un
buen recuerdo. También tienen disponibles trajes de maquinistas gratuitos para que
posen los niños.
Además, van regalándole
a los viajeros caramelos del tren y una postal que puedes sellar en la
cafetería y quedártela de souvenir.
Para una enamorada de los trenes como yo, los trenes
turísticos japoneses me han encantado. Sobre todo el Aso Boy.
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