Ruta de Senderismo - De la Atalaya de Torrelodones a Canto del Pico

La Atalaya de Torrelodones se levantó entre los siglos IX y XI cuando Al-Andalus estaba bajo la dominación omeya. Su objetivo era vigilar uno de los caminos que se dirigía hacia los pasos de la Sierra de Guadarrama y su nombre proviene del árbol almez, también llamado lodón y que abundaba en esta zona. El poblado que se originó a sus pies tomó el nombre de Torrelodones y adoptó la atalaya como emblema y como parte de su escudo. 

El primer dibujo que se tiene de ella data de 1668, cuando Cosme de Medicis paró en esta entonces aldea junto con el pintor Pier María Baldi, quien la plasmó identificándola como Torre de los Oydores. 

La Leyenda de la Torre de los Lodones

Entre los múltiples cuentos que se contaban sobre esta atalaya, destaca uno protagonizado por Don Tirso Lodón, quien regresaba a casa tras haber sido reconquistadas Madrid y Toledo. En ella le estarían esperando su esposa y sus hijos, Sancho y Ferrán. 

Desgraciadamente, al llegar a su hogar se encontró con que su mujer había fallecido y con que sus hijos se habían convertido en unos déspotas sin sentimientos, que trataban mal a las gentes del lugar. 

Pronto, los vecinos empezaron a acudir a él para contarle todos los desagravios recibidos. Don Tirso quedó decepcionado con tales noticias, pues avergonzaban a su apellido: Lodón, puesto en honor al árbol recio e intenso que brillaba en su escudo familiar. Así que, durante la Noche de Todos los Santos, decidió llamar a sus hijos al día siguiente para expulsarlos de su castillo. Al saber de sus ideas, éstos se refugiaron en la Torre.

A la mañana siguiente, Don Tirso se dirigió hacia la Torre con sus sirvientes y allí se los encontró muertos. Aterrado por la idea de no poder explicar, ni justificar su muerte, ordenó colgar sus cuerpos de la torre para aparentar una falsa redención de sus pecados. Aunque los vecinos nunca creyeron tal historia y atribuyeron su muerte al demonio

De la Atalaya de Torrelodones a Canto del Pico

 👉Inicio de ruta: El coche lo puedes dejar en Torrelodones y cruzar la carretera o aparcar en la explanada que hay justo debajo del cerro en el que se asienta la torre. No tiene pérdida, pues se ve desde la autovía A-6, en el km 29.

Desde allí parte un sendero estrecho que sube todo el cerro hasta donde está la Atalaya. Construida en granito, lo que ves ahora es fruto de una restauración realizada en 1928, tras el derrumbe parcial de sus muros. En 1979 una bomba provocó daños en su estructura durante las primeras elecciones generales de la Transición. Aun así, está considerada como una de las mejores conservadas de Madrid y ha sido declarada Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico-Artístico

Su forma cilíndrica mide unos once metros de altura y tiene adosada un cuerpo lateral en el que se encontraba una cocina de piedra. No se puede acceder a su interior, pero sí que puedes subir hasta su base y rodearla. 

Bajando por una cuesta llegarás a un sendero estrecho que va paralelo a la carretera, dejándola siempre a tu derecha. Un kilómetro después tendrás que cruzar el puente que hay sobre la A-6 para llegar al Polideportivo de Torrelodones y tomar el desvío hacia la izquierda. Continuando todo recto por un camino de tierra hasta que aparezca ante ti un sendero mucho más estrecho a tu izquierda y que lleva hacia un repetidor y un depósito de agua.

El camino sigue subiendo y subiendo atravesando grandes formaciones rocosas hasta llegar hasta el Mirador del Lanchal, momento en el que comienza una bajada hacia el Barranco de los Ángeles. Al fondo del barranco, en temporada de lluvias, se pueden ver la Laguna monte y la Laguna Chica, aunque muchas veces aparecen secas. 


Llegados a este punto, comenzarás un fuerte ascenso entre grandes rocas teniendo siempre como referencia el Palacio Canto del Pico, que aparecerá en tu horizonte. Llega a haber tantos senderos que muchas veces tendrás que intuir por dónde seguir caminando. No es difícil, pero no está nada señalizado. Antes de llegar a él tendrás que cruzar un pequeño arroyo y subir por una cuesta que va paralela a una vaya y a un muro de piedra.  



El Palacio Canto del Pico se levanto en 1920 para albergar la colección de arte de José María del Palacio y Abárzuza, conde de Las Almenas y marqués del Llano de San Javier. Su nombre se debe a un cercano canchal de granito que tiene forma de pico de ave y que bautiza al palacio y a la finca en la que se asienta. Situado a 1011 metros de altura, constituye uno de los puntos más altos de Torrelodones. 

Su diseño ecléctico es obra del ingeniero Antonio Ramos, quien utilizó obras originales de diversos estilos provenientes de otras edificaciones históricas. Así, puedes encontrar columnas góticas del castillo de Curiel o vidrieras y sillerías de la colegiata de Logroño. 

Durante la Guerra Civil fue sede del Estado Mayor del Ejército Republicano y en los años de la Dictadura, Franco lo utilizó como finca de recreo legándolo a su hija tras su muerte. A partir de entonces quedó abandonado, sufriendo robos, incendios y destrozos. Posteriormente un particular lo compró e intentó convertirlo en hotel, sin llegar a poner en práctica el proyecto. Actualmente, a pesar de ser Bien de Interés Cultural, está incluida en la Lista Roja de Patrimonio en Peligro y la finca ha sido reconocida como Coto de Caza de la Comunidad de Madrid. No se puede acceder a su interior ya que permanece cerrado y con personal encargado de su vigilancia. 

Es una pena que esté así. Podrás verlo desde los muros de la valla. Desde allí, sólo te queda bajar hacia la Urbanización de Los Robles. El camino se intuye, no está señalizado, pero sí marcado. En la calle Antonio Maura (quien, por cierto, murió bajando las escaleras de este palacio), tendrás que girar a la derecha para llegar a la Avenida de los Robles hasta la entrada a la urbanización. 

Bajando paralelo a la M-618, te encontrarás con un depósito de agua y llegarás a la A-6. Cruzado el puente de la autovía, entrarás en las calles Ribadesella y Mieres y llegarás al aparcamiento. 

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  alrededor de 8 km 
                              🏃  Dificultad:  moderado. Hay muchas cuestas.
                              🏃  Duración: 4 h
                              🏃  Recorrido circular
   

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