En las zonas
turísticas de Corea del Sur que he visitado me he encontrado con varias
modalidades de alojamiento, algunas mejores que otras. Te recomiendo que no vayas a la
ligera y que mires multitud de opiniones antes de reservar nada.
En verano hay
que tener cuidado con elegir una habitación que expresamente publique que
cuenta con aire acondicionado. Muchas no lo especifican o ponen “fan”. Eso
quiere decir que, o bien no vas a tener más que un pay-pay, o bien sólo vas a contar con un ventilador de pie o de techo. Y, créeme, con la humedad y el
calor veraniego, vas a necesitar aire acondicionado.
Los alojamientos con piscinas o spa escasean en comparación con los de otras regiones y los spa o semejantes, estarán casi siempre en los más caros y lujosos. Tampoco es común ver servicio de comida o cena en los más normalitos, como mucho de desayuno.
1.
Hoteles: los hoteles en Corea del Sur, por norma general, son bastante más
caros que los que estaba acostumbrada a ver en otros países asiáticos. Sus
precios son comparables a los que se pueden ver en Japón. Los lujosos ofrecen
todo tipo de servicios y los normalitos ofrecen habitaciones pequeñas, con
cuartos de baño minúsculos (muchas veces). Los que están orientados al turismo en
general suelen cobrar el desayuno aparte y lo presentan en grandes buffet con
opciones occidentales y algunas orientales. Los que están orientados más al
turismo nacional lo suelen traer incluido en el precio y se compone de un
buffet reducido en el que priman las preferencias coreanas. En cualquiera de
los casos, el personal se defiende en inglés o hacen por donde entenderte. La amabilidad
coreana es increíble.
2.
Hostels: hay multitud de backpackers por todos lados. Es la opción más barata y
la que suele salir más rentable. Algunos son sólo para mujeres, otros son sólo
para hombres y la mayoría son mixtos. Yo he dormido en ellos, pero siempre en
habitación privada. Pero sí he conocido a muchos viajeros que han dormido en
las habitaciones mixtas y se quejan de que son muy pequeñas, las literas están
muy juntas y no se cuida mucho la ventilación de los cuartos. Si buscas este
tipo de alojamiento, cerciórate antes de que cuenta con literas, pues, a
veces, se va a reducir a dormir en un dormitorio compartido lleno de futones
tirados por los suelos.
En
los hostels coreanos suele venir incluido un desayuno básico: café, tostadas y
cereales. Todo está dispuesto en la cocina y es self-service. Todo lo que
ensucies lo tienes que limpiar, secar y colocar tú mismo. El resto de la cocina
la puedes utilizar para hacerte lo que quieras, siempre respetando el horario
de uso marcado.
El
personal de los hostels habla muy bien inglés, ofrecen cantidad de información
turística y reservan excursiones y transportes. También son la opción más
barata para lavar la ropa.
3. Hanok coreanos: los
hanok son las casas tradicionales coreanas de madera. Hoy, muchas de ellas han
sido restauradas y convertidas en hoteles. Las habitaciones se distribuyen en
forma de L o de U, alrededor de un patio central. Hay que quitarse los zapatos
para entrar y se duerme en el suelo sobre una especie de futón. Las camas
tradicionales coreanas están formadas por el yo, el iBul, que se pone debajo y la almohada, llamada
pyogae). Aún así, yo las vi mucho más duras que las japonesas.
Tradicionalmente,
el hanok se calentaba mediante el ondol, un sistema de chimeneas debajo del
suelo, que calentaban una loza de piedra. Hoy todo se reduce, normalmente, a tener
un aparato de aire acondicionado en la habitación.
Algunos se
hacen llamar tradicionales, pero su reforma no ha quedado todo lo tradicional
que quisiéramos. En estos casos, se duerme bastante mal, porque el suelo es
pura piedra sobre el que han puesto pegatinas para imitar el suelo tradicional.
Muchos traen
cocina en el interior de la habitación, algunos traen baño y/o desayuno muy
básico que se sirve en la cocina común (café, pan con mantequilla, huevo duro
y, a veces, algo de fruta).
El personal es
muy servicial, pero muchos tienen un conocimiento muy, muy limitado del inglés.
4. Love Hotels:
este alojamiento está pensado para parejas que pueden alquilar la habitación
por horas, o pasar la noche entera disfrutando de un encuentro romántico y discreto.
En muchos no hace falta hacer ni check in, se paga todo en una máquina, por internet, o te
atienden a través de una ventanilla desde detrás de una cortina, para que ni tú
veas al personal, ni ellos te vean a ti.
Están llenos de
lucecitas por todos lados, máquinas con juguetes eróticos, tangas… Hay
habitaciones tradicionales, occidentales, dobles, triples, cuádruples… Lo que
te dé la gana.
Dentro, las
habitaciones son normales y “suelen” estar limpias. Lo más llamativo es que
siempre hay una mesa, delante de un espejo como el de los camerinos de los
artistas, lleno de productos como laca, gomina, colonia, cepillos para el pelo
(llenos de pelos), preservativos, pañuelos, cuchillas de afeitar, espuma de
afeitar, ambientadores y cargadores para el móvil.
Los turistas y
mochileros los suelen elegir por su precio. Son baratísimos.
1 comentarios :
comentarios¡Interesante artículo!
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