1. Los Conbini
coreanos: son muy parecidos a los conbini japoneses y vas a encontrar cadenas
como GS25, CU, 7-11, Ministop o Emart24 por todo el país, hasta en los sitios más
insospechados. Muchas de ellas tienen una barra o, incluso, mesas y sillas para
comer allí mismo. Se trata de un supermercado en el que coges los productos que
quieres llevarte, los pagas en la caja y te los comes en la propia tienda. Para
ello cuentan con microondas, termos de agua caliente para hacerte los boles de
ramen, hielo para hacerte tus propios granizados… Sus precios son muy
asequibles y están abiertos 24 horas, todos los días. Se paga sólo el producto
y se puede hacer con tarjeta hasta para pagar pequeñas cantidades. El acceso a
estos servicios es gratuito y, encima, tienen wifi gratis.
2. Las cadenas
de fast food coreanas: Lotteria y Mom’s Touch están súper extendidas por todas
las ciudades. Las dos son parecidas al Burger King, aunque están más
especializadas en pollo, que gusta más en Asia. Los precios son baratos y la
comida es abundante. Además, aquí tendrás la oportunidad de comer postres
coreanos raros y originales, como helado de melón con tomate o granizado de judías.
3. Los
mercados: los mercados como Gwangjang Traditional Market (Seúl) o el Gukje
Market (Busán), tienen en su interior un espacio muy amplio dedicado a puestos
de comida. Las raciones son generosas y los precios son realmente baratos. Algunos
puestos son tan famosos que hasta han sido visitados por personalidades de la
talla del chef Gordon Ramsey, tal y como lo muestran orgullosos colgando fotos
de estas visitas en sus stands. Si te fías de comer en ellos, podrás probar
muchas especialidades locales, como la famosa tortilla de Seúl.
4. Los puestos
callejeros: zonas como Biff Square, en Busan; Myeong-dong, en Seúl; o
Chemseong-ro, en Geongju; están llenas de puestos callejeros con comida típica
coreana, como el kimchi, y otras delicias más extrañas. Pasteles de pescado
(Eomuk), panecillos de huevo (Gyeran-Bbang), mochis, bulgogi, dulces… Los precios
son algo más caros, pero aquí podrás probar platos que es muy raro que
encuentres en otros sitios.
5. Las
barbacoas: es la opción más cara. Los coreanos tienen pasión por una buena
barbacoa. Hay calles enteras llenas de restaurantes cuyas mesas cuentan con un
extractor encima, para retirar el humo de los fogones. De cerdo, pollo o
ternera, siempre vienen acompañadas de un montón de entrantes y salsas. Su
precio puede variar mucho de un sitio a otro, por lo que es bueno que mires varios restaurantes antes de decidirte.