Para quien esté acostumbrado a conducir, hacerlo en Australia es bastante sencillo (si no te mestes por donde no debes – como carreteras recomendadas sólo para 4x4). La norma más importante: mantenerte a la izquierda. Se conduce por el mismo lado que en Reino Unido y, para que no se te olvide, hay señales recordándolo por todos lados. Si aun así se te olvida, las multas parten de 165$.
Límites de velocidad en Australia
Si estás en una zona construida, la velocidad se
reduce hasta los 50 km/h y 60 km/h en Northern Territory.
Es curioso que exista un tramo de 200 km en la
Stuart Highway entre Alice Springs y Barrow Creek en el que no existe ningún
límite de velocidad.
Cuando veas una señal que indique la finalización
de una restricción de velocidad, se asume que, una vez rebasada, rige la norma
de 100 km/h y 110 km/h (WA y NT).
Las multas comienzan por 106$ si te has excedido
por menos de 10 km, hasta 3330$ si lo has hecho por 45 km. Si la infracción
se realiza en una zona escolar, se considera agravante. A todo esto hay que
añadir todos los cargos que te ponga la empresa que te ha alquilado el coche.
Los gastos por tramitación de multas son muy altos.
Cuidado con las distancias
Lo más normal es que durante tu viaje por
Australia llegues a recorrer distancias larguísimas. Yo llegué a hacer
alrededor de 5900 km. Mucho más de lo que hay entre Madrid y Moscú en coche. Si
lo extrapolas a las distancias en Europa, es una burrada.
La principal dificultad es que tienes que
planificarte muy bien. Hubo días en los que hice muchísimos kilómetros sin
encontrar nada. Lleva siempre agua en abundancia y suministros de sobra por si
acaso y ten muy claro dónde están las gasolineras que te podrás ir
encontrando a lo largo de tu camino, para evitar sorpresas. Prueba de esta
monotonía en las carreteras con rectas interminables, es el hecho de que hay
señales para que vayas jugando al Trivial y así te entretengas y no te duermas.
Un punto a su favor es que hay muchas áreas de
descanso cada 100 km o así, en las principales carreteras. Los aseos están
siempre limpios y tienen papel. Incluso en muchas ofrecen café gratis a los
conductores. Son muy útiles.
Cuidado con conducir por la noche
La verdad es que los animales te pueden sorprender
en cualquier momento, pero por la noche son más comunes estos tipos de
accidentes. En general, las carreteras están bien mantenidas, y los servicios
de emergencias vienen pronto aunque estés en mitad de la nada (lo digo por experiencia
propia) pero siempre puede haber imprevistos.
En las cunetas he visto decenas de animales
muertos, sobre todo canguros. Estos causan al año miles de accidentes. Se sienten
atraídos por las luces y van hacia ellas. Si ves algo saltando en mitad de las
carreteras, lo mejor es reducir mucho la velocidad e incluso, si puedes,
pararte. Los canguros suelen desplazarse en manadas por lo que, si has visto
a un adelantado, lo normal es que los demás vengan a continuación. Ten mil
ojos, ve bien atento, evita conducir de noche y conduce siempre a una velocidad
segura, de modo que si se cruza un animal, seas capaz de reducir la
velocidad.
El peligro de los camiones en Australia
A este tipo de camiones se les llama trenes de
carretera y, cuando los ves aparecer, imponen. Estos camiones no están
permitidos en la Unión Europea. Pueden llegar a medir la longitud de diez coches
seguidos y, si vas a unos 100 km/h, tendrás que recorrer unos 2’5 km para
adelantarlos. Son un verdadero peligro porque la corriente de aire que generan
es enorme y te pueden sacar de la carretera. Si no estás seguros, no
los adelantes. Para hacerte una idea de cómo son: en el 2006, los australianos
entraron en el Guinness de los Récords al hacer transitar un camión con 112
remolques y 1474 metros de largo.
Aparcar en Australia
El aparcamiento en las ciudades grandes es
horroroso. A veces es mejor dejar el coche en las afueras y coger el transporte
público. Así hice en Melbourne, Canberra, Syndney y la Gold Coast. Por todos
lados hay señales que restringen el aparcamiento hasta en las zonas más
insospechadas, como pueblos pequeñísimos. Se siguen las mismas normas que en
Nueva Zelanda. Existen tres tipos de señales:
No parar, ni aparcar en las horas y días indicados:
El número que hay debajo de la P indica el máximo
de tiempo que te dejan aparcar sin pagar. Hay veces que ni pagando podemos
dejar el coche.
Esta señal indica lo mismo que la anterior, pero
pagando. Te dejan aparcar durante 240 minutos, si pagas.
Los precios de los parkings en muchos casos son
excesivos. Si aparcas en un lugar donde no se puede, las multas son de 80$ en
adelante. Hay mucho personal vigilando las horas de aparcamiento. Si no tienes el ticket puesto en el coche, o se te ha pasado la hora, las multas parten de
los 50$.
Los peajes en Australia
Muchas de las vías principales de las grandes
ciudades, como Melbourne o Sydney, requieren pagar un peaje para transitar por
ellas. Este peaje es electrónico, por lo que hay que tener cuidado. Puedes
llegar a no percatarte de que has entrado en una de estas carretera, sin
embargo, tu matrícula ha sido fichada y el pago se le pasará a la empresa de
alquiler. Para evitar problemas, las empresas piden una tarjeta de crédito en
la que se van cargando los gastos que generes en concepto de peajes. Te aconsejo
ir siempre con un GPS para poder evitarlas, dejar el coche en las afueras y
usar el transporte público.
Teléfono de emergencias en Australia
El número de emergencias para Australia es el 000. Yo tuve que llamar porque el coche que iba delante chocó con una rama
en el suelo, dio un trompo y acabó boca abajo en la cuneta. Por teléfono me pidieron los datos y tuve que informar de dónde estábamos y qué había
ocurrido con mucha precisión. Además, me pidieron que no nos moviéramos del
lugar del accidente hasta que vinieran las autoridades. Vinieron muy pronto y,
por suerte, todo se resolvió bien y con mucha celeridad.
Requisitos para alquilar un coche en Australia
- Tener más de 21 años.
- Tener el carnet de conducir internacional o uno traducido al inglés.
- Tener un permiso para conducir de más de un año de antigüedad.
- Dar una tarjeta de crédito con una cantidad disponible mínima que depende de cada compañía. A mí me pidieron 3000$. Hacen el cargo para comprobar que tienes ese dinero y luego te lo devuelven sin problema.
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