Las bravas existen desde 1950, que fue cuando los dueños de este local inventaron su receta. Aunque el local original parece que lleva en funcionamiento desde 1933. La auténtica salsa brava sólo se puede probar aquí, las demás son sólo imitaciones, pues la tienen hasta patentada.
Los precios son bastante razonables. Sobre todo el
de la ración de bravas (2'90€), que viene hasta los topes de salsa. La tortilla de patatas recubierta de salsa también merece la pena.
Actualmente tiene tres locales en pleno centro de
Madrid:
● Otro en Espoz y Mina.
● Y otro en el Pasaje Matheu.
El único problema es el personal. Para ser un sitio
tan turístico y tan recomendado.... La amabilidad es cuestionable. Las redes están que arden con el trato de sus
camareros. Parece que ha
ido empeorando con el tiempo. Pero, si quieres ir por probar su salsa… sencillamente te lo recomiendo.
Metro: Sol