En el Salón del Manga de Barcelona


El mayor salón de manga de España se viene realizando en Barcelona desde 1995 y ya ha cambiado de sede tres veces porque cada vez acude más gente ¡Las entradas se han llegado a vender en la reventa por 300 euros! Y es que este año ha batido record: 130.000 visitantes en 50.000 m2.

Este año también se celebraba en la Feria de Barcelona, en plena Plaza de España. Ubicación excepcional si se va en tren. Yo fui en el AVE  desde Madrid y mereció la pena, porque evitas el jaleo del aeropuerto, que pilla muy retirado.

Lo primero que tienes que hacer al llegar para disfrutar del salón: apuntarte a todas las actividades con aforo limitado para que no te quedes fuera.

Lo segundo, sea la hora que sea, es pasarte por los puestos de comida. A las 14’00 es imposible pillar cosas, las colas son enormes y cuando llegas al puesto ya no queda casi de nada. La verdad es que me impresionó la cantidad de puestos de comida que había. Y a precios razonables. Mochis, yakitoris, cerveza Sapporo y Asahi, takoyakis… incluso había kakigoris que estaba haciendo un japonés.

En la Plaza Univers, justo a la entrada, no pararon  las actuaciones: concursos de Cosplay, Anime Song Contest, bailes y actuaciones. La más reseñable fue la de Loverin Tamburi, una banda que está de gira mundial y ha parado en Barcelona. http://www.loverintamburin.com/ Y también varias exhibiciones de artes marciales.

El Pabellón 1 contó con un montón de actividades. En la planta baja, al final, se situó el taller de cocina, con degustaciones, catas a ciegas de ingredientes japoneses (incluso de sake)…

En el salón de actos se realizaron un montón de conferencias y presentaciones de las novedades de varias editoriales y del Estudio Ghibli. También hubo encuentros con autores como Takeshi Obata o Ken Niimura, acompañados del famoso traductor Marc Bernabé. Y un sitio reservado al airsoft.



En medio del salón, todo estaba dedicado a Pokémon. El espacio, de 750m2, estaba lleno de Nintendos 3DS y 2DS para probar las novedades Pokémon y participar en algunos torneos de videojuegos y cartas.

En la planta baja del Pabellón 2 se desarrollaron los talleres de manga y de cosplay, un taller de aerografía y varias clases magistrales de expertos invitados. También hubo un espacio dedicado al J-Pop y otro de juegos japoneses.

La planta 2 era la más japonesa de todas: Espacio del espíritu de Japón, dedicado a las tradiciones, cultura y terapias naturales japonesas. Aquí fue donde más disfruté: exposiciones de ikebana, de jardines zen, espacios de meditación (aunque en el que yo me metí no me gustó nada), varias conferencias, talleres de comida macrobiótica, de cómo ponerse un kimono, de masajes…







Por último, en la sala de proyecciones se pudieron ver varias películas en español, catalán y en VOSE.

Lo único que no me gustó fue la organización de las firmas: por sorteo y encima te firmaban en un papel oficial del salón, nada de posters, ni dibujos. Y algunos dejaban hacerse fotos y otros no.



En general, una experiencia muy positiva.

Y, a la salida, no te olvides de quedarte a ver el espectáculo de luces y música de la Fuente de Montjuïc. 


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