Aprovechando mi visita al Salón del Manga deBarcelona, me paseé por la ciudad para disfrutar un poquito de ella. Y me llevé una gran sorpresa. Bonita, cosmopolita, acogedora, limpia, toda de llena de turistas y donde hay más carteles en inglés que en catalán. Eso sí, las visitas son caras, caras.
Qué ver en Barcelona en un día (y medio)
1. La Sagrada Familia: mi primera parada fue, cómo no, a la Sagrada
Familia. No hagas el canelo y compra las entradas por internet. Allí es
impensable. La cola daba la vuelta a la plaza y eso que eran las 9’00. Además,
están limitadas. Por lo que puedes pasarte toda la mañana haciendo cola para
nada. Eso sí, prepárate el bolsillo.
Con la entrada por internet en mano, se accede
directamente y no hay que esperar apenas. Si el exterior es hermoso, el interior es
impresionante. Antes de marcharte no te olvides de:
● Visitar el museo. Está justo en la entrada
principal. Antes de pasar la puerta, baja por la rampa de la izquierda y
accederás al museo todo lleno de bocetos, maquetas, fotos y mucho material
interesante sobre su construcción.
● Visitar la cripta. Se puede acceder gratuitamente.
Justo donde está el empleado que te permite el acceso si has comprado la
entrada allí mismo hay unas escaleras que llevan a esta iglesia. Lo raro es que
sea gratis.
● Hacer las mejores fotos desde el parque de en
frente.
💶 Precio:
- Sagrada Familia y visita a torres: 19’30€
- Sagrada Familia: 14’80€
🕑 Horario:
- De 9’00 a 18’00
- Cripta: de lunes a sábado, de 9’00 a 10’00 y de 18’00 a 21’00
Cómo llegar:
🚇 Metro: L2 y L5 Sagrada Familia
🚌 Autobús: 19, 33, 34, 43, 44, 50, 51, B20 y B24
2. La Casa Milá y la Casa Batlló: maravillas arquitectónicas, sin dudarlo. Desde la
Sagrada Familia hay unos escasos 20 minutos andando. El único problema es su
precio: 20’50€ CADA UNA. Obviamente, lo dejé para otra futura visita a
Barcelona, porque me pareció una sangría. Pero me detuve ante las fachadas de ambos edificios para admirar su arquitectura.
Continué mi viaje por el Paseo de Gracia, una de las principales avenidas de la ciudad,
conectando el Ensanche con la Plaza de Cataluña. Merece la pena pasear
tranquilamente mirando la cantidad de edificios modernistas que hay a ambos
lados del paseo: una de las calles más caras de España.
Desviándome un poco, me fui hacia el Barrio
Gótico. Mi objetivo era visitar la Catedral de Barcelona.
3. La Catedral de Barcelona: la Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia data
del siglo XIII. Fue construida sobre una antigua catedral románica, edificada
sobre una antigua iglesia visigoda y ésta sobre una basílica paleocristiana.
Así que historia no le falta.
Aunque de estilo gótico, su maravillosa fachada es
del siglo XIX. Se reconstruyó con motivo de la Expo de Barcelona de 1888. En su
claustro siempre hay trece ocas blancas en honor a los 13 años de edad que
tenía Santa Eulalia cuando la ejecutaron.
De sus cinco puertas, la más imponente es la
principal. De estilo neogótico, tiene un gran arco gótico con arquivoltas,
presidida por una escultura de Cristo y, en ambos lados de la puerta, las
imágenes de los apóstoles. En el pórtico hay 76 esculturas de ángeles, profetas
y reyes.
No dejes de mirar hacia arriba para descubrir las
gárgolas que hay por todo el tejado. Representan animales fantásticos, aunque
la más llamativa es la de un elefante. Las más antiguas son las que están en la
parte del ábside al lado de la puerta de San Ivo, de principios del siglo XIV.
Según la tradición, las gárgolas son brujas que cuando pasaba El Corpus Christi
escupían y eran castigadas con quedarse petrificadas como figuras monstruosas
para escupir el agua de los tejados de la catedral.
● De lunes a sábado: de 8’00 a 12’45 y de 13’00 a 17’00: GRATIS
● Domingos y festivos: de 8’00 a 13’45 y de 17’15 a 19’30: GRATIS
● Visita al coro: 2’80€
● Visita a los terrados: 3€
● Restos de horarios: se pagan 6€ pero la visita incluye todo lo que está cerrado en el horario gratuito.
● La entrada da acceso
al museo, al coro y a los terrados.
Atravesando el Barrio Gótico paseando por sus
calles, y haciendo una parada en la plaza de Sant Jaume, donde está el Ayuntamiento, llegué a mi próximo
destino:
4. La Catedral del Mar: la Basílica Menor de Santa María del Mar es otro ejemplo
de arquitectura gótica catalana. Es del siglo XIV y pocos turistas la visitaban
tanto como ahora, que está de moda por el libro de Idelfonso Falcones.
La leyenda cuenta que la iglesia se construyó con
el dinero y el trabajo de todos los habitantes de la Ribera, especialmente los
trabajadores del puerto. Su trabajo se vio truncado en el terremoto de 1428
cuando se derrumbó el rosetón y mató a varias personas.
Su austeridad contrasta con la idea que normalmente
se tiene del gótico. Es preciosa y merece la pena visitarla. Y, algo extraño,
aún es GRATIS.
5. Las Ramblas y el Mirador de Colón: dejé atrás el Barrio Gótico para recorrer Las
Ramblas hacia el puerto. Centro neurálgico de la ciudad, el bullicio es
constante. Por ella pasaba la Riera d’en Malla hasta que
desembocaba cerca de la Plaza de la Merced. En el siglo XV, el agua fue
desviada y se construyeron varios conventos en la zona, que acabaron siendo
quemados y desamortizados en 1835.
Durante el paseo puedes disfrutar de edificios
importantes, como el Teatro del Liceo y, en una paralela, el Mercado de La
Boquería, el más grande de Cataluña.
Las Ramblas desembocan en el Mirador de Colón. Obra
inaugurada en 1888 para la Expo, fue dedicada a Colón porque eligió Barcelona
para desembarcar de su viaje a América. En su interior hay un ascensor de 51
metros de altura, que atraviesa toda la columna de hierro hasta llegar al
mirador.
💶 Precio: Realmente me parece una estafa. 4’5€ me clavaron
por subir. La cola se hace insufrible en un espacio tan pequeño. Hay que subir
de 3 en 3, con lo cual todo es más lento. Y, una vez arriba, no se ve casi nada
por culpa de los adornos de las ventanas. Hay poquísimo espacio para moverse
mientras la gente no para de dar empujones para intentar hacerse una foto. Se hace una visita incómoda.
Tras bajar del mirador y hacer una parada para
comer, paseé un poquito por la zona del puerto, atravesando el puente, en la
zona del Port Vell, donde está el famoso centro comercial Maremagnum.
6. El Barrio Chino: desde allí, mi paseo por el Barrio Chino fue
corto, tan sólo una excusa para comenzar el ascenso a Montjuïc. Lo poco que
vi del barrio me dejó seca. Nada de lo que tradicionalmente había oído.
Realmente, hoy diría que la parte baja se debería empezar a llamar Barrio Moro.
Eso sí, os podéis encontrar varias pastelerías árabes baratas y muy llamativas.
Dejando atrás el famoso Gato del Raval, de Botero, me fui hacia Montjuïc. Se puede acceder a la cima en teleférico, pero yo elegí la opción más barata: andando.
7. MontjuÏc – La montaña judía: excelente mirador para contemplar la ciudad, nada
que ver con el incómodo Mirador de Colón. El ascenso andando no se hace pesado.
En la antigüedad sirvió como puesto de vigilancia
militar por su altura y excelentes vistas al mar. En él puedes encontrar
diversos puntos de interés, para los que debes tener el bolsillo bien lleno:
● Castillo de Montjuïc: antigua fortaleza que hoy sirve de museo militar. 5€ Web.
● Pueblo Español: creado para la Expo de 1929, representa rincones de España 12€ Web.● Museo Nacional de Arte de Cataluña: desde su puerta se obtienen excelentes vistas de la Fuente de Montjuïc. Zona ideal para ver el espectáculo nocturno. 12€ Si se quiere subir a la terraza-mirador: añadimos 3€ más. Web.
● Fundación Joan Miró: ver sus obras nos sale por 7€. Web.
● Jardín botánico: con más de 2000 especies de plantas. Se ubica en el antiguo basurero de la ciudad. 3’5€ Web.
●Anillo Olímpico: construido para los Juegos Olímpicos de 1992. Con la Torre de Telecomunicaciones de Calatrava presidiendo este espacio.
También puedes usar los cuatro tramos de escaleras mecánicas que parten de la Avenida Reina María Cristina y llegan hasta el Anillo Olímpico y una cinta transbordadora en el puente que cruza la calle Rius i Taulet.
👉 Total a gastar en Montjüic: sin filigranas, recorriendo lo básico y con
entradas normalitas (nada de visitas guiadas, ni audioguías): 42’5€
👉 Si, además, quieres subir en el teleférico,
tendrás que añadir a tu presupuesto 10’80€ Web.
Mi visita terminó, como el día anterior,
viendo el espectáculo de la Fuente Mágica. Eso sí, esta vez desde un sitio
mejor: las escaleras del Museo Nacional de Arte de Cataluña.
8. El Parque Güel: para el día siguiente, antes de coger el tren,
dejé la visita al Parque Güel. Otra clavada: 7€. Magnífico, pero pequeño
para el precio que cuesta. Las entradas, mejor comprarlas por internet para
ahorrarse colas. Eso sí, son muy estrictos con el horario asignado.
Después de andar mucho, encontrarme en un paso de peatones al actor Josep María Pou (con su guión en la mano) y disfrutar de productos típicos, como los panellets, me fui con la impresión de que me quedaba taaanto que ver allí, que algún día tengo que volver para descubrir más lugares de esta bonita ciudad, tan cuidada.