La visita obligada por antonomasia si vas a
Moscú es pasearte por el Kremlin. Esta ciudad amurallada recibe cada año miles de
turistas de todo el mundo. Para poder entrar, llegué una hora antes de que
abrieran las taquillas y ya había cola. Asegúrate bien de cuál es tu taquilla porque se arma un montón de follón en la puerta, empiezan a aparecer
diferentes colas de repente, la gente intenta colarse de una fila a otra… un
desastre.
El complejo alberga cuatro catedrales y cuatro
palacios rodeados por una gran muralla que bordea la Plaza Roja. Su interior
tiene 27 hectáreas, pero no todas son accesibles para los visitantes. Existen dos
tipos de entradas principales para acceder al Kremlin: una para la Plaza de las
Catedrales y otra para el Museo de la Armería. Después de todos los museos que
llevaba vistos, decidí dejar atrás la Armería y sólo visitar las
Catedrales. Sólo en eso y la Plaza Roja y alrededores ya eché toda la
mañana.
Cuando conseguí comprar los tickets,
me fui directamente a las taquillas para dejar la mochila (tan
sólo se puede acceder al Kremlin con bolsos y mochilas pequeñitas). La consigna
está al otro lado del parque, cerca de la entrada. Pero, como todo en Rusia,
mucha burocracia, muchos trabajadores, pero poca eficiencia. Mira muy bien el
horario de la consigna porque, en vez de hacer turnos para descansar, todos los
trabajadores se van a la misma hora y ésta queda totalmente cerrada, y con una
cola de turistas que llega a igualar a la de la venta de tickets.
Con mi mochila a buen recaudo dejé el parque atrás y entré por la Torre Kutafiya, crucé el gran puente y me adentré en el Kremlin a través de la Torre de la Trinidad. Allí tuve la
suerte de ver el cambio de guardia, aunque sin mucha pomposidad.
Dentro de la zona visitable, vi por fuera
el edificio del Senado, los jardines secretos, la Plaza de Iván y la Armería.
En esta zona exterior, lo más destacable y
donde había más turistas arremolinados, es el Cañón y la Campana del Zar. El Cañón
pesa 38 toneladas y tiene un calibre de 890 mm, data del s. XVI.
La campana pesa 216 toneladas y tiene un
diámetro de 6,6 metros. Fue fundida en bronce entre 1733 y 1735, y en 1737 se
rompió un fragmento durante un incendio. Hoy se puede ver perfectamente esta
rotura.
Habiendo visto todos los exteriores, me paré en la famosa Plaza de las Catedrales, un espectacular conjunto de cuatro
templos:
1. Catedral de la Anunciación: inevitablemente
me recordaba a las catedrales de Suzdal y Vladimir que había visto el día
anterior. Estaba destinada a las ceremonias familiares de los zares y príncipes
rusos. Dentro contiene el iconostasio, con casi cien iconos con escenas de la
Anunciación pintados entre los siglos XIV y XVII. Fue erigida entre 1484 y
1489. El espacio interior del templo no
es muy grande. Cuatro pilares macizos lo dividen en tres naves, en la parte
oeste están los coros que se apoyan sobre las bóvedas y en el sótano se puede
ver la exposición “Arqueología del Kremlin de Moscú”, con las piezas más
valiosas encontradas durante los siglos XIX y XX en el territorio del Kremlin.
2. Catedral de la Asunción: siendo la más antigua
del Kremlin, data de 1475. Es la catedral principal de Rusia, en ella se
coronaron a los zares. Incluso puedes ver el trono de coronación de Iván el
Terrible. Aquí se elegían a los jefes de la Iglesia Rusa, rezaban un tedeum ante
de salir en campaña militar con motivo de las victorias del ejército ruso;
promulgaban actas estatales y se realizaban los ritos funerarios de
metropolitanos y patriarcas.
3. Catedral de Arcángel: construida en el siglo
XVI, su función principal es la de servir de sepulcro para los grandes
príncipes feudales y los primeros zares rusos. En ella puedes ver las tumbas de
Iván el terrible y dos de sus hijos, que se encuentran en un sepulcro especial.
Sus paredes están decoradas con pinturas fúnebres.
4. Iglesia de la Deposición del manto de la
Virgen: en ella se guarda el manto de la Virgen en Blanquerna. La historia
cuenta que, en el siglo V, en el templo de Blanquerna, en Constantinopla, fue
depositada esta reliquia milagrosa que ahora tienes aquí. También
hay una exposición de escultura rusa de madera desde el siglo XV hasta el XIX
provenientes de los centros culturales de Moscú, Novgorod, Rostov Veliki y del
Norte Ruso.
Además de estos cuatro templos, con la entrada
puedes acceder a las Cámaras del Patriarca con la Iglesia del Concilio de los
Doce Apóstoles. El establecimiento del patriarcado ocurrió en 1589 durante el
reinado del zar Fiodor Ivanovich. Antes, la iglesia ortodoxa rusa la dirigían
los metropolitanos, y hasta la mitad del siglo XV pertenecía al patriarcado de
Constantinopla.
Este edificio se construyó en 1653 para el
patriarca Nikon. Las habitaciones de las Cámaras rivalizaban por su lujo con el
palacio del zar. En la primera planta estaban los servicios domésticos y las
oficinas del patriarca; en la segunda, las cámaras de gala (la de la Cruz y el
Comedor); y en la tercera estaban sus aposentos personales. Hoy se pueden
visitar las distintas estancias y una exposición sobre artes aplicadas y vida
cotidiana en la Rusia del siglo XVII.
Los jardines de Alexander
Saliendo del Kremlin, me paré a descansar
en los jardines exteriores, cuya visita es gratuita. Tuve que hacer hora
para coger la mochila, porque los empleados de la consigna estaban de
descanso y la habían cerrado.
Merece mucho la pena que te pasees por ellos.
Existen tres tramos, Superior, Medio e Inferior, este último no es visitable.
En el Jardín Superior, que ocupa 10 hectáreas,
se pueden ver varios monumentos:
1. La Tumba al Soldado Desconocido: bajo la
lápida se encuentran los restos un soldado, transferidos aquí desde una fosa
común en la carretera de Leningrado, con la inscripción “Tu nombre es
desconocido, pero tu hazaña es inmortal” y una Llama Eterna.
2. La gruta de la Torre Arsenal de Oriente: fue
construida en 1821 con los restos de edificios dañados durante el incendio de
1812.
3. El Obelisco de los Romanov: hecho en 1913 en
honor a los 300 años de la dinastía Romanov.
En el Jardín Medio se encuentran las taquillas
del Kremlin, y un amplio paseo central rodeado de árboles.
Durante mi visita al Kremlin no dejé de
acordarme del video de Putin y su entrada triunfal en su fortaleza.
Plano del Kremlin
Precios de la entrada al Kremlin
Las entradas se pueden comprar online, pero hay que escoger un día y una hora concretas. Si no sabes si vas a poder estar disponible a esa hora, lo mejor es ir muy, muy temprano para hacer la cola antes de que abran las taquillas para poder comprar el ticket. Si llegas muy tarde, las colas serán enormes y puede que te quedes sin entrar porque están numeradas. A través de la página web sólo se pueden comprar tickets de adulto, sin ningún tipo de descuento.
● Entrada para la Plaza de las Catedrales: 500
Rublos
● Entrada para el Museo de la Armería: 700
Rublos. Hay pases a las 10’00, 12’00, 14’30 y 16’30.
● Entrada para el Fondo de Diamantes de la
Armería: esta entrada de 500 Rublos sólo se puede comprar en las taquillas. Para
poder comprarla hay que comprar antes (o llevarla impresa) la de la Armería.
● Entrada para la Torre del Reloj: sólo se
venden de abril a septiembre, y en las taquillas. Cuesta 250 Rublos. Se puede
visitar a las 10’15, a las 11’15, a las 13’00, 14’00, 15’00 y 16’00. En verano
hay otra sesión a las 17’00.
● La ceremonia de Cambio de Guardia se hace
todos los sábados a las 12’00 en la Plaza de las Catedrales.
⚠ Importante: los jueves todo el complejo del
Kremlin está cerrado.
👉Información sobre horarios, precios y venta de entradas online:
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