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Argentina: Día 16 - Brasil: En helicóptero por las Cataratas de Iguazú




El día anterior había visitado las Cataratas de Iguazú desde el lado argentino. Mi idea hoy era llegar y hacer el recorrido de las cataratas en el lado brasileño. Así que cogí el autobús de la empresa Río Uruguay en la Terminal de Ómnibus de Puerto Iguazú y me dispuse a cruzar la frontera a Brasil.

Durante el camino deshice mis planes. Ya había visto las cataratas desde la tierra y me habían impresionado mucho. Pensé en cómo sería verlas desde el aire y me picó el gusanillo. Antes de cruzar la frontera y quedarme sin internet busqué vuelos en helicóptero y reservé en ese mismo momento. Ya me había aficionado a este medio de transporte después de mis vuelos por Nueva Zelanda y Kamchatka y ahora tocaba Brasil.



El autobús me dejó delante del Parque das Aves, justo en frente de la empresa de helicópteros Helisul, la única autorizada del parque. En el recinto hay un cajero para sacar reales y te dan una pequeña explicación de seguridad y una postal de recuerdo. Allí esperas tu turno y… ¡a volar!


Una de las 7 maravillas naturales del mundo se ve a tus pies, humeante. El salto de agua parece como si se abriera la tierra y se cortara. Es impresionante.








El vuelo dura tan sólo unos diez minutos y es caro (unos 100 €), pero te aseguro que merece la pena. Verlas desde los miradores no tiene nada que ver con admirarlas desde arriba. Es una experiencia única.



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Brasil: Cómo llegar a las Cataratas de Iguazú lado brasileño desde Puerto Iguazú


La entrada a las Cataratas do Iguaçú está a unos 25 km del centro de Puerto Iguazú. Acceder a ella en transporte público es muy sencillo y útil porque te permite ir a tu aire. Mucho mejor y más barato que si contratas una excursión que te lleve allí.

🚍 El autobús de la empresa Río Uruguay sale de la Terminal de Ómnibus de Puerto Iguazú: andén 10/11.

Se puede comprar el billete en el mostrador de la estación de autobuses ese mismo día o para un día concreto.

◾ Frecuencia: cada hora, desde las 8’30.

◾ Duración del trayecto: unos 50 minutos. Depende mucho del tiempo que tardes en la frontera.

◾ Precio: 180 AR$ que se pagan en efectivo en la taquilla o al conductor.

◾ Para la vuelta: el autobús para en el mismo sitio donde te dejó. Sólo tienes que ponerte en la cola que haya delante de la entrada del parque.


Pasar la frontera a Brasil

El autobús para en la frontera y todo el mundo tiene que bajarse e ir corriendo hasta migraciones para que sellen tu pasaporte. El autobús te espera, pero no te puedes demorar. 

Con tu pasaporte sellado, sales del edificio, buscas tu autobús y te montas. 

Para volver a Puerto Iguazú el proceso es el mismo. esta vez tienes que pasar por aduanas y escanear tu mochila, por lo que tardas un poco más. En mi caso había bastante cola y cuando salí ya no encontré mi autobús. Me monté en otro de la empresa Río Uruguay que también estaba allí y listo. 



Argentina: Día 15 - Cómo es la visita a las Cataratas de Iguazú Argentinas



Por la mañana me fui a la parada de autobús que había en la esquina del hotel en el que me alojaba para coger el que llevaba a las cataratas argentinas. Sin embargo, una vez allí, vino un taxista a decirnos a todos los que estábamos esperando que nos llevaba a las cataratas por el mismo precio que lo hacía el autobús si nos juntábamos cuatro. Nos pusimos de acuerdo cuatro y nos fuimos con tal de no estar esperando más. 20 minutos después llegamos a la puerta del Parque Nacional. Allí compré la entrada. Ya se puede comprar con Tarjeta de Crédito. Y me dispuse a visitar el recinto.

Las cataratas están formadas por 275 saltos de agua, de los que un 80% pertenecen a Argentina y el 20% restante es de Brasil. Su nombre, Iguazú, proviene del guaraní y significa “Agua Grande”.

Se descubrieron en XVI, primero por Alejo García y luego por el adelantado Álvar Núñez Cabeza de Vaca. No fue hasta 1934 cuando se creó el Parque Nacional y en 1984 fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad.

La leyenda cuenta que en sus aguas vive la serpiente gigante Mboi. Para aplacar su ferocidad, los aborígenes sacrificaban a una dama una vez por año, arrojándola a las aguas como ofrenda para la bestia. En una de esas ocasiones un valiente guaraní raptó a la doncella elegida, para salvarla del tradicional rito, escapando con ella en canoa por el río. Mbói entró en cólera y partió el curso del río, creando así las cataratas y separando de este modo a ambos indígenas.

Itinerario por las Cataratas de Iguazú argentinas

A la entrada del parque está el Centro de Visitantes y varias tiendas de souvenirs. Dentro hay una exposición sobre la fauna del parque. Si es temporada alta, te recomiendo que dejes la visita al centro para más tarde, para que tengas espacio en el tren y no tengas que esperar mucho.

Coge el sendero verde para llegar a la Estación Cataratas y así llegar de los primeros a la Garganta del Diablo, lo más impresionante del parque.



Yo me monté en el tren y me bajé en la segunda estación, la de la Garganta del Diablo. Desde allí atravesé andando un sendero de pasarelas de 1100 metros por el que se iba viendo el curso del río hasta llegar al balcón que ofrece las mejores vistas del salto de mayor caudal de las cataratas y el más alto, con 80 metros de altura. Es la cascada de agua más impresionante que he visto en mi vida. Se me saltaron las lágrimas. En frente, se veía el mirador del otro lado de la garganta, el que se encuentra ya en Brasil.







Volví a la Estación Garganta del Diablo, pero decidí no montarme de nuevo, sino ir andando hacia el inicio del Circuito Superior por un sendero que hay al lado de las vías del tren.


A través de las pasarelas del Circuito Superior, llegué a la parte de arriba de los saltos. El camino es de 1550 metros y se tarda menos de una hora en recorrerlos.

Caminando entre la selva se pueden ver desde arriba los saltos: San Martín, Mbiguá, Bernabé Méndez, Adán y Eva y Bosetti.




El último sendero que me quedaba por hacer era el Circuito Inferior. Éste no es sólo interesante por las aguas, sino por los coatíes. Coatíes hay por todo el parque, pero aquí es donde se reúnen más, en las zonas cercanas a los merenderos.

No son amables. A la que te descuidas te han saltado encima y te han quitado lo que tengas de comida. Además, saben cómo destrozar las bolsas de plástico con las uñas, para que caiga lo que llevas dentro y llevárselo.

Lo que más me llamó la atención fue el merendero que había al lado del restaurante. Allí los que estábamos enjaulados éramos los humanos. Hay una jaula en medio de todo, llena de mesas y sillas, para que los visitantes puedan comer sin que los molesten los animales. Aun así, han aprendido a cavar hoyos en el suelo para pasar por las rejas y hubo más de un susto mientras comía. Su peor enemigo: la escoba del guarda. 







El Circuito Inferior tiene una longitud de 1400 metros. Desde él se pueden ver el Salto Chico, el Salto de las Dos Hermanas, el de Alvar Núñez y el Salto Lanusse. Además, se adentra en la selva para ver el edificio del Antiguo Hotel Cataratas y la Torre Tanque, que funcionó durante muchos años como mirador de las cataratas y como lugar de almacenamiento y distribución de agua para el hotel. 






El recorrido me llevó casi todo el día. Llegué cuando estaba abriendo el parque y me fui sobre las 18'00. Sin duda, fue una visita preciosa. Los monos, los coatíes, el agua y la selva en un día maravilloso. 

Itinerario por las Cataratas de Iguazú

🏃  Autobús Río Uruguay o taxi compartido desde Puerto Iguazú.
🏃  Entrada al Parque Nacional Cataratas de Iguazú
🏃  Estación Cataratas y llegada en tren hasta la Garganta del Diablo
🏃  Circuito Superior: 1550 metros
🏃  Circuito Inferior (Coatíes): 1400 metros
🏃  Centro de Visitantes y tiendas de souvenirs


🚶 Sendero Macuco: 3'5 km. No siempre está abierto
🚶 Isla San Martín: se llega en barco (entrada aparte) y no siempre está abierta, cerciórate antes.

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Argentina: Cómo llegar a las Cataratas de Iguazú argentinas



La entrada a las Cataratas de Iguazú está a unos 25 km del centro de la ciudad. Acceder a ella en transporte público es muy sencillo y útil porque te permite ir a tu aire. Mucho mejor y más barato que si contratas una excursión que te lleve allí.

🚍 El autobús de la empresa Río Uruguay sale de la Terminal de Ómnibus de Puerto Iguazú: andén 10/11.

Se puede comprar el billete en el mostrador de la estación de autobuses ese mismo día o para un día concreto.

El autobús va haciendo paradas por el camino, por lo que puedes preguntar si hay una parada que te pille cerca de tu hotel. En mi caso había una justo en la esquina de mi alojamiento (Avenida Victoria Aguirre, antes de llegar a la rotonda de acceso principal) y no tuve que desplazarme hasta la estación.

◾ Frecuencia: cada 20 minutos, desde las 6’30.

◾ Duración del trayecto: unos 30 minutos.

◾ Precio: 180 AR$ que se pagan en efectivo en la taquilla o al conductor.

◾ Para la vuelta: el autobús para en el mismo sitio donde te dejó. Sólo tienes que ponerte en la cola que haya delante de la entrada del parque.

🚘 También tienes la opción de un taxi compartido. En las paradas de autobuses suelen acercarse taxistas que te ofrecen llevarte por el mismo precio que te lleva el autobús, siempre que haya cuatro personas. Así la gente se ahorra el tener que esperar en la cola.


Argentina: Día 14 - Una tarde visitando Puerto Iguazú



Salí de Bariloche a las 10’50 y llegué a las 16’00 a Puerto Iguazú, haciendo escala en Buenos Aires. Como no había transporte público desde el aeropuerto, arreglé con el hotel que fueran a buscarme.

Mi alojamiento se encontraba fuera del centro turístico de la ciudad, en una calle que no tenía nada que ver con los sitios argentinos que había visitado hasta ahora. Las calles de Puerto Iguazú eran totalmente distintas y estaban muy descuidadas. Además, había gente haciendo barbacoas en mitad de la calle, al más puro estilo asiático.




Durante mi camino me paré en la primera tienda que vi a comprar comida para llevármela al día siguiente a las cataratas, el Supermercado del Tío Juan. Me hizo gracia el nombre. Seguí caminando mientras ahuyentaba a muchos perros callejeros llenos de picaduras. Me acordé de lo que me había dicho el médico de los mosquitos y me eché repelente. Estaba vacunada contra la fiebre amarilla, pero era bueno prevenir.


Siguiendo toda la Avenida Victoria hacia abajo sin desviarme, llegué al centro. Pasé por delante del Casino Café Central y dejé atrás grandes resorts de lujo. Llamaban la atención esos mamotretos entre tanta casa baja y calles polvorientas.



Al final de la avenida estaban arremolinados todos los turistas. El resto de la ciudad parecía fantasma. Allí se encontraba el famoso Hito de las Tres Fronteras.

La Triple Frontera está situada en el cruce de fronteras entre Argentina (Puerto Iguazú), Brasil (Foz do Iguaçu) y Paraguay (las ciudades de Presidente Franco y Ciudad del Este). Las fronteras de estos tres países, en esta zona, siguen el curso de los ríos Iguazú y Paraná. El puente Tancredo Neves cruza el río Iguazú y conecta las citadas ciudades argentina y brasileña. Sobre el río Paraná, el Puente de la Amistad une Foz do Iguaçú con Ciudad del Este, además existen barcos que conectan a Puerto Iguazú con Presidente Franco. En el área, hay un obelisco en cada país con los colores de su bandera nacional correspondiente.




En Puerto Iguazú hay un obelisco y un monumento con los escudos y banderas de los tres países. También hay un mirador desde el que se ven las costas de Brasil y Paraguay.

Debajo del mirador había un montón de puestecillos de artesanos vendiendo sus productos. Alrededor del Hito había muchas tiendas de souvenirs.


A las 19’30 hay un espectáculo de luces y agua, con música, al lado del obelisco. En el show se representan las tres culturas de la triple frontera a través de distintos ritmos musicales.


Para volver al hotel cruce de acera y atravesé la Plaza San Martín. Seguí caminando viendo tiendas y tiendas y paseé por La Ferinha, una calle muy pequeñita que es famosa por su ambiente brasileño. Pero no había mucha gente.




Me paré en un hipermercado a comprarme la cena para hacérmela en la cabaña y descansé, porque estaba ya muy cansada de tanta tralla. Al día siguiente me esperaban las cataratas.