Cómo son las Cuevas de los Portugueses - Las Merindades

Muy cerca del lugar en el que el Arroyo de las Torcas vierte sus aguas al río Ebro, encontrarás estas formaciones excavadas aprovechando la roca arenisca característica de esta zona de la sierra de La Tesla, en el Desfiladero de la Horadada.

A través de unas escaleras de piedra te podrás adentrar en este complejo rupestre utilizado por ganaderos seminómadas entre los siglos VIII y IX, o por los mozárabes que huían de la guerra y se refugiaron aquí, o por algún que otro asceta. Lo cierto es que no se sabe realmente cuál es su datación, ni qué función tenían.

El lugar se compone de catorce habitaciones excavadas en un lugar idílico: un pequeño desfiladero cubierto de vegetación y regado por las aguas de un caudaloso arroyo, que pasa desapercibido desde el exterior.

Inicialmente eran habitáculos independientes con un único agujero que servía de puerta, junto a otro vano que hacía de ventana. Las paredes muestran que se usaron herramientas como picos, piquetas y azuelas para construirlas. A esta época primigenia corresponden los bancos corridos que recorren algunas de ellas y numerosos mechinales y hornacinas.

Para los seguidores de la corriente que afirma que estas cuevas fueron habitadas originalmente por ascetas, el también conocido como Eremitorio del Arroyo de las Torcas, sería una Laura cenobítica, una incipiente agrupación de monjes relacionados con la iglesia rupestre de San Pedro, situada en la ladera sur de la sierra de La Tesla, o con la desaparecida ermita de San Fermín, que se encontraba en el Camino Real a la Oradada.

De este modo, las cuevas habrían funcionado como celdas independientes, de un solo acceso y que estarían ocupadas por un único monje.

¿Por qué se llaman Cuevas de los Portugueses?

Su nombre actual, Cuevas de los Portugueses o del Pontarrón, proviene de principios del siglo XX. En esa época se construyó un canal para llevar las aguas desde el embalse de Cereceda hasta la central hidroeléctrica de Trespaderne.

En la obra trabajaron muchos obreros portugueses que usaron las cuevas como vivienda mientras duró la construcción del canal. Fueron ellos los que modificaron la obra, comunicando entre sí los habitáculos mediante pasillos.

Cómo llegar a las Cuevas de los Portugueses

Siguiendo la carretera Oña – Trespaderne (N-629), junto al desvío hacia Tartalés de Cilla, verás las escaleras que dan acceso al complejo. Puedes dejar el coche justo delante de ellas, a un lado de la carretera, aunque hay poco espacio.

Si no tienes hueco, puedes continuar con dirección a Tartalés de Cilla. Pasada la primera curva verás otro pequeño parking con espacio para dos o tres vehículos.

👉 La visita se hace por libre, es gratuita y dura unos quince minutos.


Otras entradas que te pueden interesar:

➤ Qué ver en la provincia de Burgos

➤ 27 lugares imprescindibles que ver en Las Merindades y alrededores

➤ Qué comer en Burgos - 15 productos típicos

Compártelo

Entradas relacionadas