A pesar del desengaño que
me llevé con una excursión que no era la que había contratado, los
paisajes que vi no fueron para nada desdeñables. De hecho, en otras
condiciones, la excursión hubiera estado interesante, al menos.
Mi conductor buriata
me recogió en mi hotel en su furgoneta. Allí estaban ya todas las plazas
ocupadas y me tocó en la parte de atrás, encima de la rueda (ideal para
marearse por los caminos de Olkhon). Primeramente, llegamos a la entrada del
Parque Nacional y allí estuvimos montados en la furgoneta durante media hora
mientras nuestro guía se las entendía con los guardas. Al final volvió y nos
pidió 400 rublos a cada uno. En un cartel vimos que la entrada costaba 300, así
que nuestro querido abuelete se estaba embolsando su propia propina de
antemano. Nadie nos había dicho que teníamos que pagar nada y todos los de la
furgoneta nos quedamos igual de asombrados.
A partir de allí, el
camino se convirtió en esto:
El abuelo se lo pasaba
divinamente haciendo rally por aquellos boquetes, mientras la gente se mareaba.
De hecho, dos potaron en cuanto nos bajamos. La primera parada fue en Peschanaya
Village, a una hora de Khuzhir. Es un antiguo pueblo abandonado, que se utilizó
en la época soviética para que los prisioneros trabajaran en la industria
pesquera. Hoy hay allí un café, en el que paran todos los tours como el
nuestro, que tiene un aseo y una tienda de souvenirs. Además, hay algunos
puestecillos cerca de la playa.
Después de media hora
allí, volvimos a la furgoneta y nos dirigimos hacia la bahía de Uzuri. Allí,
nuestro guía empezó a hacer una hoguera y nos cocinó una sopa de pescado. Sacó té,
pan y caramelos. Mientras se hacía la sopa, estuvimos dando vueltas por la
bahía. Quisimos subir hasta la cima de la montaña Raba para ver el paisaje
desde allí, pero nos llamó el señor diciendo que la comida estaba lista.
Ya comidos, recogimos y
vuelta a la furgoneta. Esta vez, hacia el Acantilado del Amor (Love Cliff). La cima
de este acantilado dicen que tiene forma de piernas abiertas, como si una mujer
estuviese dando a luz. El pequeño camino que lleva hacia la supuesta rodilla
izquierda es para los chicos, y el que lleva a la derecha es para las chicas.
Nuestra siguiente parada
fue el Cabo Khoboy (Hoboy le llaman ellos). El punto más al norte de la isla se parece a
una meseta de mármol blanco. Está situado cerca del punto más ancho del Baikal:
79’5 km.
La última visita fue en
el Cabo Sagaa-Khushun, que significa “Cabo Blanco” en la lengua buriata. Está situado
a 4 km de Khoboy. Se le conoce como Cabo Blanco, porque el agua refleja una masa
rocosa que parece de mármol. Desde allí se pueden ver Los Tres Hermanos: según
la leyenda allí vivían tres hermanos que fueron convertidos en águilas por su
padre. Éste les dijo que lo único que tenían que hacer para mantener su poder
era no comer carne de animales muertos. Sin embargo, cuando el hambre apretó,
rompieron su promesa. El padre, furioso por ello, los convirtió en estas tres
rocas que miran al Baikal.
Al atardecer llegamos a
Khuzhir y aproveché el tiempo para hacer mis últimas compras en el
pueblo y comer unos cuantos manjares siberianos más.
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