La Iglesia de San Jerónimo el Real, Los Jerónimos, inicialmente fue un monasterio mandado construir por Enrique IV en 1460, pero se ubicaba junto al Manzanares y camino de El Pardo. En 1501, hartos ya de escuchar las quejas de los frailes por las malas condiciones de salubridad del edificio, por los mosquitos y demás bichos, los Reyes Católicos accedieron a cambiarlo de sitio. Lo edificaron con un estilo gótico tardío en el Prado Viejo, donde está hoy.
Fue uno de los sitios preferidos de los reyes. Tanto es así,
que al lado del convento se hicieron unas habitaciones para ellos, para que
meditaran: el Cuarto Viejo o Cuarto Real, al que le fueron añadiendo una casa
de aves extrañas, jardines, un estanque… y acabó convirtiéndose en El Retiro.
Las tropas de Napoleón lo destrozaron todo y Fernando VII lo
acabó transformando en un cuartel de artillería. Fue Francisco de Asís el que
lo mandó restaurar y construyó las torres de su cabecera.
La siguientes restauraciones se realizaron para albergar la
boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia y, más tarde, ya en este siglo, cuando
se acordó la cesión del claustro del monasterio al Museo del Prado. Por eso en
su altar mayor hoy se ven algunas obras cedidas por este museo.
Detalles de las vidrieras |
Aunque en sus orígenes era neogótico, con tantas
reconstrucciones, al final se ha convertido en un edificio con una gran mezcla de estilos
primando en su fachada el renacentista de la restauración del siglo XIX.
La Capilla Mayor cuenta con un cuadro del siglo XIX, la
Última Comunión de san Jerónimo, encargado por Francisco de Asís al artista
Rafael Tejeo. Es enorme. Mide nueve metros de alto por cuatro de ancho.
El conjunto tiene diez capillas laterales. La primera capilla es la
del Duque de la Torre, aquí se encuentra su cenotafio, realizado por Mariano
Benlliure. Hoy esta capilla es famosa por pertenecer a la Cofradía de Los
Gitanos.
En las siguientes capillas, se exponen varios
cuadros barrocos cedidos por El Prado.
En la segunda, podrás admirar un cuadro de Antonio de Pereda de
1664, San Francisco de Asís en Porciúncula, en el que la Virgen y el niño se
aparecen al santo.
En la tercera, tienes a San Jerónimo penitente, de Alonso
Cano, 1660.
La cuarta alberga La Virgen con el niño en un trono con
ángeles, de 1661, realizada por Jerónimo Jacinto Espinosa.
Cruzando al otro lateral encontrarás otra pintura de Pereda, La Inmaculada Concepción.
A continuación, La Huida a Egipto, de José Moreno, 1670.
En la octava hay una obra de Juan Carreño de Miranda, Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, de 1674.
En la última capilla verás La adoración de los pastores, de Francisco Ricci.
Del primitivo edificio subsisten la iglesia y un claustro. Este claustro es el que fue recuperado e incorporado al Museo del Prado como parte de la ampliación diseñada por Rafael Moneo. Por su actual aspecto exterior, este claustro se conoce como “El cubo de Moneo”.
Horario de la Iglesia de Los Jerónimos de Madrid
🕑 Festivos: de 9’30 a 14’30 y de 17’30 a 20’30