La Ardosa fue una de las primeras franquicias de Madrid. Se creó en 1892 y llegó a contar con más de treinta establecimientos en la ciudad, de los que hoy sólo quedan cuatro (en las calles Santa Engracia, 70; Ponzano, 10 y Abtao, 32). Parece ser que hasta Goya se pasaba por allí cuando estaba haciendo sus grabados de Los Caprichos.
Al principio estuvo muy relacionada con el vino, pues su
fundador, Rafael Fernández, pretendía darle salida a los viñedos que tenía en
Toledo. Y así tuvo la idea de crear esta cadena.
Pero, a partir de los ochenta y bajo la nueva dirección de
Gregorio Monje, La Ardosa se convirtió en la actual taberna que conocemos. Su
fama estaría ahora, ya no en los vinos, sino en las tortillas de patatas y en
las cervezas.
Bajo la dirección de Monje, se convirtieron en los distribuidores
en exclusiva de famosas marcas cerveceras europeas consiguiendo ventas récord a
nivel nacional con la marca inglesa Bass y con la alemana Warsteiner. Tal fue
su fama que fue el primero en importar también la celebración de San Patricio,
en el que se hacía un concurso de bebedores de Guinness, e incluso crearon un
club de fútbol: la Ardosa Club de Fútbol, que jugó en la Liga Santillana y que
duró hasta el año 2000.
Cuando el dueño murió, en 1995, la familia vendió la
distribuidora, pero su hijo es quien se sigue haciendo cargo de la taberna, que
dicen que aún tiene la mejor tortilla de Madrid.
El local es muy pequeño y siempre está abarrotado. Las
pintas tardan bastante en ponerlas, pero es porque se pasan más de 5 minutos tirándola
para que quede perfecta. Lo más común es pedirte una pinta o un vermut y su
famoso pincho de tortilla, cocinado en el momento y muy poco hecho.
Horario
🕑 De Lunes a Viernes de 08:30 h a 02:00 h
🕑 Sábados y Domingos de 11:45 h a 02:30 h