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Nueva Zelanda: Día 3 - Cómo es la visita a Hobbiton


Desde mi de hotel en Auckland comencé la mañana muy temprano hacia la nueva ruta, que me llevaría a Hobbiton, Waitomo y Rotorua.

A dos horas de Auckland, Hobbiton se encuentra situado en Matamata, una ciudad que no tiene mucho que ver. Yo ni siquiera paré allí, al verla poco atractiva.


Conforme te vas acercando al hogar de los Hobbits, la carretera y el paisaje se transforman dando lugar a una inmensa pradera tan verde como nunca antes había visto. Fue uno de mis paisajes favoritos del viaje. Todo lleno de ovejas y vacas, y colinas verdes, verdes.


Hay que estar muy atento a la carretera, porque no está muy bien señalizado y el camino es muy estrechito. A unos 20 minutos de Matamata está el aparcamiento, donde hay un café, una tienda de recuerdos y la venta de entradas. Yo la compré por internet para evitar problemas. Que no se preocupen los coleccionistas, porque las que entregas impresas te las canjean por las originales para que te las lleves de recuerdo.



Desde el aparcamiento, lleno de ovejas, sale con mucha frecuencia un autobús desvencijado. El autobús me impresionó, pensaba que habría algo más de glamour en una de las atracciones más visitadas de Nueva Zelanda y que les está generando enormes ingresos al año.

Bueno, todo se olvida pronto si tienes en cuenta la simpatía de la guía y del conductor. Nos llevaron por un camino en muy malas condiciones y en 15 minutos o así llegamos al verdadero Hobbiton Movie Set.

En 1998, Peter Jackson estaba sobrevolando el país buscando escenarios para la película de El Señor de los Anillos. De este modo, descubrió la granja de Alexander, en Matamata. 1250 acres llenos de ovejas. Le impresionó tanto su verdor que decidió situar allí La Comarca, el hogar de los Hobbits.




Para ello tuvieron que cavar 39 agujeros de hobbits, e incluso el ejército neozelandés colaboró para crear una carretera que permitiera al equipo de rodaje instalarse allí. El famoso roble de la fiesta de la película fue cortado y transportado desde Matamata hasta su ubicación actual. Para que todo quedara perfecto se trajeron miles de falsas hojas desde Taiwán que se colgaron en el árbol una a una.

Todo el decorado quedó destruido al acabar la trilogía de El Señor de los anillos. Cuando Peter Jackson volvió a llamar a la puerta de Alexander para pedirle permiso para rodar en su granja su nueva trilogía de El Hobbit, Alexander le dejó poniéndole una condición: todo lo que construyeran deberían hacerlo con materiales que permitieran que se quedaran de forma permanente en la granja para que él los pudiera enseñar en una ruta.




El trabajo de jardinería es excepcional. Se pueden ver a un montón de jardineros día tras día cuidando todos los detalles. Incluso van midiendo las flores.

El lugar se divide en varias partes:

El decorado de La Comarca: desde aquí la guía te irá llevando por los distintos agujeros y podrás ver todo el atrezo. Tan sólo se puede acceder dentro a una de estas casas , pero está vacía y es muy pequeña.

La zona de la fiesta: aquí se encuentra el famoso roble. Aunque parezca real, el que se usó para El Hobbit se hizo con silicona y otros materiales. Si no te lo dicen, parece totalmente real.


La zona del lago: el paisaje es espectacular. En este lugar está carro en el que sale montado Gandalf y también está la noria. Al fondo puedes ver la taberna y al otro lado las casas hobbits, a distintas alturas.

La taberna (The Grren Dragon Inn): la visita acaba aquí. El decorado es increíble. Realmente, una vez hecha, decidieron rodarlo todo en los estudios de Wellington, por lo que la taberna nunca se llegó utilizar para la película. Hoy cuenta con un restaurante, bastante barato para ser una zona tan turística. En la taberna te invitarán a una jarra de lo que elijas, aunque te recomiendan una variedad de cerveza de jengibre artesanal que venden en la tienda y está bastante buena. Te la sirven en una jarra hobbit y te puedes sentar junto a la chimenea a disfrutarla.



Hay varios tipos de entradas. Si pagas la cara te incluirá más parafernalia, como un paseo por La Comarca de noche con una lámpara como si fueras hobbits y una cena en la taberna. Mucho más caro te saldrá si decides dormir en la granja para ver su espectáculo de ovejas combinándolo con la entrada a Hobbiton.

Cómo llegar a Hobbiton y precios: 

Las visitas salen diariamente desde:

▪ The Shire’s Rest. 501 Buckland Road, Hinuera, Matamata. (Aparcamiento a 20 minutos de Matamata).Precio: 75$  
Duración: 2 horas.

▪ El i-Site de Matamata, 45 Broadway, Matamata. (Dejáis el coche en el pueblo y os llevan en autobús).Precio: 75$ Duración: 3 horas.
▪  I-site Rotorua. Os debéis informar antes en el i-site.

💲 Precio: 110$ Duración: 4’30 horas. 






Nueva Zelanda: Día 2 – Visitando la playa de arena negra Karekare


La tarde la pasé probando la caravana por carretera antes de la tralla del día siguiente. Tenía miedo de que tuviera algún problema y que me pillara lejos. Así, si ocurría algo con ella, era rápido volver al mismo sitio donde la había cogido.

Aproveché la visita para conducir hasta Karekare. Desde Auckland la carretera se va volviendo cada vez más serpenteante y llena de vegetación. Parece la selva. Un paisaje totalmente distinto al de la ciudad, estando tan cerca. Y es que en Nueva Zelanda, el paisaje cambia constantemente sin dejar de sorprenderte.

La playa de Karekare es virgen, sin explotar. Es un paraíso alejado de turistas. Tan sólo vi algunos kiwis paseando por allí. Tras bajar por una carretera bastante estrecha, se llega al aparcamiento, que cuenta con WC gratis.

Atravesando el puente con un arroyo se llega en 15 minutos a la playa, famosa por su arena negra volcánica. Aquí se han rodado películas como El Piano y series como Xena, la princesa guerrera.

Eso sí, está considerada como una de las playas más peligrosas del país. Así que, no pienses en bañarte. El oleaje es extremo. La playa, preciosa, está llena de exóticas conchas que, por supuesto, no te dejan coger.

Nueva Zelanda: Día 2 – One Tree Hill y Centro de Auckland


One Tree Hill 

Por la mañana temprano visité One Tree Hill. Se puede llegar en coche hasta lo alto del parque, aunque es mejor dejarlo en el barrio y pasear por este antiguo volcán. Hay varios sitios con restricción de dos horas de aparcamiento gratuito y zonas sin límite de tiempo. También hay aseos gratuitos y limpios. 


Auckland está emplazada sobre un istmo volcánico de 11 km de ancho, separado por dos puertos. En esta parte del país se han encontrado los restos de 48 erupciones. Los dos conos más famosos para visitar son One Tree Hill y Mt Eden. Yo sólo tuve tiempo de visitar el primero, porque quería pasar la tarde en una de sus playas.



Durante el ascenso, el paisaje es increíble. Todo lleno de vacas, ovejas, pájaros y plantas; y un montón de gente haciendo deporte. En lo alto se encuentra el obelisco de granito, erigido en 1940 en honor a la tribu maorí Tangata Whenua. Fue la mayor fortaleza del país, pues desde lo alto (182 m de altura) se tiene una perspectiva de toda la ciudad. En la cima está enterrado John Logan Campbell, que en 1901 cedió la tierra a la ciudad y pidió que se levantara este  obelisco en memoria del pueblo maorí.


🚌  Cómo llegar a One Tree Hill en autobús: coge el número 328 desde Custom St a Manuku Road. Se tarda unos 20 minutos. 

Visitando el Centro de Auckland 

Volviendo del volcán extinto, me fui directamente a aparcar en Stephen Avenue, que ya sabía que era gratis. Atravesé el glamuroso Parnell hasta llegar al centro.



Queen Street es el corazón de la ciudad, con un montón de restaurantes y puestos de comida realmente baratos. Bajando la calle tienes el ayuntamiento y la famosa Aotea Square. En la siguiente esquina está el bonito Civic Theatre.


Pronto, a la izquierda, verás en lo alto de la cuesta, la Auckland Art Gallery, la galería de arte más famosa de la ciudad y, encima, gratis (abierta de 10 a 17).


Justo detrás está Albert Park, donde podrás ver flora autóctona y casas victorianas. Fue uno de los lugares que más me gustó de la ciudad.





Atravesando el parque llegarás a la zona de la universidad. Merece la pena pasearse por el campus y disfrutar del ambiente universitario. Incluso puedes entrar en el edificio y ver la torre del reloj


Detrás de esta torre está Old Government House, hoy pertenece al campus, pero se puede ver por fuera.

Y, antes de regresar, no olvides pasar junto al Albert Barracks Wall, construido en 1846 para defenderse de las tribus maoríes. 


De vuelta, estuve por Britomart, la zona de compras, y las paralelas a Queen Street, llenas de gente y negocios, antes de acabar en el puerto.

Auckland es conocida como City of Sails, la Ciudad de las Velas. El puerto tiene más de 80.000 embarcaciones privadas. 1 por cada 11 habitantes. 


👉 Mi impresión de Auckland: el centro es bonito y la ciudad está llena de ese aire neozelandés tranquilo y apacible que hace que siempre sea valorada como una de las mejores ciudades para vivir. Pero lo cierto es que, quitando el centro, es una ciudad poco manejable y muy desperdigada.

El sueño del neozelandés medio es llegar a tener una finca de 1000 m2 y esto ha creado una amalgama de casas y edificios que hace que se pierda su esencia. La planificación urbana parece haber brillado por su ausencia y es una pena, con el maravilloso paisaje y aire puro que tienen. Podría ser mucho mejor. 



Nueva Zelanda: Día 1 – Qué ver en Auckland en una tarde


Qué ver en Auckland

La verdad es que, pese a ser la ciudad más grande del país, ofrece poco atractivo turístico. Con dos días es más que suficiente para hacerte una idea de su patrimonio. La tercera parte de los neozelandeses viven en Auckland y hoy cuenta con el mayor número de inmigrantes polinesios del mundo.

Hay que tener en cuenta cuando planifiques tu viaje, el poco tiempo que abren los monumentos en toda Nueva Zelanda. Por la mañana permiten el acceso entre las 9 y las 10 y la última admisión suele ser a las 16'00. Además, muchos de ellos cierran uno o dos días a la semana.

Cuando yo fui aparqué en la misma Stephen Avenue. Allí pude ver por fuera la Catedral anglicana y St Mary’s Church, de estilo neogótico y en madera. Pasear por Parnell Street es una delicia, pues es uno de los barrios más antiguos y sus edificios son muy bonitos, aunque sus restaurantes son bastante caros.



Desde Parnell hasta el centro de Auckland, llamado CBD – Downtown, hay una media hora andando. Como ya era casi de noche cuando llegué, tan sólo tuve tiempo de disfrutar del ambiente céntrico por la zona del Sky City y Victoria Street, llena a las 5 de la tarde y vacía a las 6.



Sky City: Hasta hace poco era la torre más alta del hemisferio sur con sus 328 metros de altura. Se trata de un hotel de 4 estrellas, un teatro, tres salas de juego, cinco restaurantes y un casino. En su página web puedes encontrar varias ofertas. También está de moda hacer puenting desde arriba.  
🕑  Horario: de domingo a jueves, de 8’30 a 22’30. Viernes y sábados, de 8’30 a 23’30.
 💲  Precio: 28$



Siguiendo por centro hacia el puerto, también puedes ver el Museo Marítimo por 17$. Yo no pude ir porque todo cierra muy pronto en este país. Pero pasearse por su zona peatonal es muy agradable. Al lado también encuentra el edificio de la antigua estación.




Dónde aparcar gratis en Auckland



Dónde aparcar gratis en Auckland

El principal problema que me encontré cuando visité esta ciudad es la falta de aparcamientos gratuitos. En el centro es imposible aparcar. Debajo de las señales azules de parking, hay un número que indica los minutos que podemos dejar el coche sin tener que pagar en el parquímetro en metálico o con tarjeta. Están muy vigilados.


Al final, después de estar una hora dando vueltas, conseguí encontrar aparcamiento sin limitación en St Stephen Avenue, justo enfrente de la Holy Trinity Cathedral y haciendo esquina con la famosa Parnell Road. Allí fue donde dejé el coche los dos días que estuve visitando la ciudad.

Si tienes intención de alquilarte un coche o una caravana, es importante que estés atento a las normas de tráfico neozelandesas