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Cómo es la visita al Panteón de los Hombre Ilustres de Madrid



Como en otras ciudades europeas, Madrid también cuenta con un Panteón de los Hombres Ilustres en el que se exponen los monumentos funerarios de grandes personalidades de finales del siglo XIX y principios del XX. Es poco visitado, pero si estás por Atocha, merece la pena entrar.


El recinto se encuentra en el claustro de la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, un edificio neobizantino de Fernando Arbós y Tremanti. La primera ubicación del mismo fue en la iglesia de San Francisco El Grande cuando, después de treinta años en los que una comisión se encargó de elegir los nombres de los personajes elegidos y de localizar sus restos, en 1869 se inauguró el panteón con una comitiva de cinco kilómetros, en la que desfilaron las carrozas fúnebres, bandas de música, el ejército, Guardia Civil, religiosos e intelectuales. Sin embargo, la idea no cuajó. Y a los pocos años, los restos volvieron cada uno a su tumba original.


A finales del siglo XIX, María Cristina se empeñó en volver a crear un panteón con el mismo fin. Así, en 1901 se inauguró en su lugar actual, antiguo cuartel de inválidos en el que ya había enterradas personalidades como Juan Prim o José de Palafox. Hoy el conjunto pertenece a Patrimonio Nacional y se puede visitar por dentro.

En su interior se pueden ver los monumentos funerarios de trece personajes ilustres de la historia política y militar de España.

1. Práxedes Mateo Sagasta: presidente del gobierno entre 1870 y 1902, miembro del Partido Liberal progresista. La escultura está realizada por Mariano Benlliure. En ella aparece una mujer con un libro que simboliza la Historia y un obrero a sus pies, como símbolo del Pueblo.


2. José Canalejas: presidente del gobierno, asesinado en la Puerta del Sol en 1912 por un atentado anarquista. La obra, de Mariano Beinllure, muestra a dos hombres y una mujer trasladando el cuerpo del político hacia su tumba.


3. Manuel Gutiérrez de la Concha: jefe del ejército del Norte durante las Guerras Carlistas. Sus creadores son Arturo Mélida y Elías Martín. En ella aparece Marte, dios de la guerra, y una lista con todos los nombres y fechas de las batallas en las que participó.


4. Cánovas del Castillo: político conservador y presidente del gobierno durante la época del turnismo, fue asesinado en 1897 por un anarquista. El sepulcro es obra de Agustín Querol y es el que más sobresale del conjunto. En él se encuentra la estatua de Cánovas rodeado de las seis virtudes.


5. Eduardo Dato: presidente del gobierno por el Partido Conservador, asesinado en 1921. Mariano Beinllure realizó la obra en la que se alza una cruz sobre la estatua de su cuerpo yacente.


6. Antonio de Ríos Rosas: presidente del Congreso y ministro de gobernación a finales del XIX, su mausoleo lo creó Pedro Estany. Tiene decoraciones en bronce y oro y se eleva sobre una base de mármol en las que un ángel le ofrece una rama de laurel y una mujer llora.


7. Mausoleo Conjunto: en el patio del claustro descansan los restos de varios personajes distinguidos. Originalmente estuvo en el cementerio de San Nicolás, hasta que lo cerraron y fue trasladado a su lugar actual. Se lo conoce como Monumento a la Libertad. En su interior se encuentran los sepulcros de personalidades como Argüelles o Mendizábal. También estuvieron temporalmente los restos de Prim, Palafox y Castaños, pero posteriormente fueron trasladados a sus localidades de origen.


Horario del Panteón de los Hombres Ilustres:

◾ De martes a sábado: de 10’00 a 14’00 y de 16’00 a 18’30.
◾ Domingos y festivos: de 10’00 a 15’00

◾ Precio: gratuito.

◾ Cuando hace mal tiempo, el patio del claustro no está abierto a los visitantes.

Visita la Terraza Azotea del Círculo de Bellas Artes sin hacer colas



A 56 metros de altura sobre la calle Alcalá, la Azotea del Círculo de Bellas Artes es siempre un lugar de moda para disfrutar de una buena copa en un entorno chillout mientras observas unas maravillosas vistas de la capital madrileña.




La entidad del Círculo de Bellas Artes fue fundada en 1880 por grandes artistas del siglo XIX. Originariamente su sede estaba situada en la calle del Barquillo y es en 1926 cuando se muda a su enclave actual, un hermoso edificio del famoso arquitecto Antonio Palacios, quien también diseñó los interiores de muchas de las estaciones del Metro de Madrid. Fue declarado monumento histórico-artístico de carácter nacional en 1981 y en la actualidad el inmueble tiene la consideración de Bien de Interés Cultural.

La terraza está coronada por una escultura de Juan Luis Vassallo que muestra la gran figura de Minerva, la diosa romana de la sabiduría y del arte, y el gran símbolo del Círculo de Bellas Artes.


Para acceder a la terraza tienes varias opciones:

🍹 Si sólo quieres ver la azotea: tienes que hacer la larga cola de la taquilla que hay en la calle. El precio es de 4€. En cuanto entras en el hall, vas directo al ascensor que te lleva a la azotea. Como el aforo es limitado, puedes estar mucho tiempo esperando en la cola.

🍹 Si quieres ahorrarte la cola: esta opción te saldrá tan sólo un euro más cara: 5€. Pasa de la cola y entra directamente en el hall. Allí hay unas máquinas en las que podrás comprar tu entrada para visitar las exposiciones temporales que se ofrecen en las distintas salas del edificio.

En ese momento los empleados no te dejarán subir directamente en el ascensor, sino que te llevarán a la exposición de la planta baja para que la veas antes. Luego puedes continuar por la primera planta, bajar al sótano o irte directamente a la azotea.



Es la mejor manera de llevarte una impresión completa del edificio. Podrás observar su arquitectura, aprender con sus exposiciones y acceder a la terraza. Merece mucho la pena, sobre todo los días en los que la espera se hace muy larga en la cola, porque hace viento, frío o excesivo calor.  



7 lugares imprescindibles que ver en Torrelaguna



A pocos kilómetros de la provincia de Guadalajara, en pleno Valle del Jarama, la madrileña villa de Torrelaguna cuenta con menos de 5.000 habitantes, pero se llena durante los fines de semana de lugareños que escapan de la capital y quieren descansar paseando por sus tranquilas calles y disfrutando de su gastronomía. Su patrimonio es también fuente de visitas, siendo toda la villa Monumento Histórico Artístico Nacional.


Sus orígenes están ligados a la historia de ciudad de Uceda, lugar del que partieron algunos de sus habitantes y acabaron en los terrenos de Torrelaguna estableciendo aquí una granja. Poco a poco fue creciendo, hasta configurar las siete granjerías o barrios que perduran en la actualidad. Su nombre proviene de la tribu bereber que la ocupó durante la época musulmana: laggūna.


Su época de mayor esplendor fue durante lo siglos XV y XVI, cuando el Cardenal Cisneros honró a Torrelaguna con diversas construcciones por ser la ciudad que le vio nacer. En frente del Ayuntamiento hay una cruz que indica el lugar en el que se encontraba su casa natal.


Qué ver en Torrelaguna

1. Iglesia de la Magdalena: es el edificio que más sobresale de toda la villa. Una imponente construcción gótica del siglo XIV que se alza en la Plaza Mayor. Tiene una planta de tres naves y una torre en la que aparecen los escudos de la villa y del Cardenal Cisneros. Su portada pertenece al siglo XVI y es una mezcla de gótico mudéjar y Renacimiento que hacen referencia a la Resurrección.

En su interior puedes ver retablos barrocos y platerescos, un Cristo que el papa Borgia regaló a los Reyes Católicos y la capilla de San Felipe, donde descansan los restos del poeta Juan de Mena, que murió en esta villa en 1456.


2. Ayuntamiento: el antiguo pósito del siglo XVI mandando construir también por Cisneros alberga el edificio del Ayuntamiento. De su estructura original sólo queda la fachada, el resto es fruto de las diversas remodelaciones que ha sufrido a lo largo de la historia.


3. Puerta del Cristo de Burgos: Torrelaguna estaba rodeada por una muralla de la que ahora sólo quedan algunos restos. La única entrada que queda es esta puerta.


4. Abadía de las Franciscanas Descalzas: del antiguo convento, construido en el siglo XVI, destaca su portada plateresca y el mausoleo renacentista en el que se encuentran enterrados sus fundadores.

5. Ermita de Nuestra Señora de la Soledad: al final de un bonito paseo dentro del mismo pueblo, está la ermita dedicada a la Patrona de la villa. Data del siglo XIV y antiguamente actuó como el Humilladero de la Vera Cruz.



6. Palacetes y arquitectura popular: la localidad está llena de bellos ejemplos casas blasonadas tradicionales y de antiguos palacetes, como el Palacio de Arteaga o el de Salinas.



7. Antigua Casa Patata: en Torrelaguna hay varios restaurantes. Uno de los más famosos es el Mesón Antigua Casa Patata, en la calle Malacuera. Su comedor principal se encuentra en el sótano, en unas antiguas cuevas del siglo XVII.


👉 Mapa de Torrelaguna: www.torrelagunaweb.es

7 lugares imprescindibles que ver en Bermeo



Fundada en 1236, su importancia para la zona fue tal, que se mantuvo como capital de Vizcaya hasta 1602. Su pasado pescador aún se ve en la vida diaria de sus habitantes, manteniendo una importante actividad marinera gracias a la gran cantidad de empresas conserveras que tienen su sede en esta comarca.

Situado en el interior de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai y en la falda del monte Sollube, Bermeo es uno de los enclaves costeros más bonitos de Vizcaya. Su núcleo se encuentra situado encima del puerto viejo, por lo que hay que subir unas pequeñas cuestecitas si quieres adentrarte en él.


Qué ver en Bermeo en una mañana

1. El Puerto Viejo: el lugar más fotografiado de Bermeo lo componen estrechas casas pintadas de colores. Los bares de pintxos abundan por la zona, así como grandes ejemplos de esculturas relacionadas con el mar.


2. El Parque Lamera: junto al Paseo del Puerto, esta antigua zona de anclaje para barcos es otra de las zonas populares de pintxos de Bermeo. A lo largo del parque hay varias esculturas del artista local Nestor Basterretxea.


3. El Casino: con aspecto de antiguo castillo francés, está ubicado en el muelle deportivo. Se construyó en 1894 y aún conserva tres murales de Ignacio Zuloaga que puedes ver en el salón principal. Actualmente es sede de la Sociedad Bermeana, aunque también alberga un bar, una cafetería y un restaurante.


4. La Iglesia de Santa Eufemia: al final del Parque Lamera destaca este templo gótico del siglo XIII, en el que Fernando el Católico confirmó a Bermeo como Cabeza de Vizcaya en 1476. En su interior se encuentra el sepulcro de la familia Mendoza de Arteaga.


5. El Ayuntamiento: situado en la plaza Sabino Arana, ocupa un edificio de 1732 en cuya fachada destacan dos relojes de sol. Delante de éste, se suele poner un mercado.


6. La Iglesia de Santa María de la Asunción: de estructura neoclásica, data del siglo XIX, lo que lo hacen el templo más nuevo de Bermeo.


7. La Torre Ercilla: esta torre, cuyo propietario fue Alonso de Ercilla (autor del poema La Araucana), hoy alberga el Museo de los Pescadores. Pertenece al siglo XV y es la única superviviente de las 30 torres que hubo en la localidad en la antigüedad. Precio: 3€


Si aún te has quedado con ganas, la vista a Bermeo la puedes completar con la visita a San Juan de Gaztelugatxe, el pueblo pesquero de Mundaka, los impresionantes paisajes del Cabo Matxitxako o el paseo por las marismas de Urdaibai.


4 lugares imprescindibles que ver en Mundaka en una mañana



Cuenta una leyenda que este pequeño pueblo pesquero tiene origen escocés. El barco en el que viajaba una princesa escocesa desterrada atracó en estas tierras y se quedaron asombrados por el agua cristalina que salía de una fuente que allí encontraron. Nombraron al lugar munda aqua (agua cristalina) y se establecieron en el nuevo enclave. Al poco tiempo, la princesa dio a luz a Jaun Zuria, el primer Señor de Vizcaya. 


Actualmente, Mundaka es un bonito pueblo famoso internacionalmente entre los amantes del surf y es que en su costa aparece una de las olas de izquierda más largas del mundo. Su entorno es envidiable, situándose en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai.


Qué ver en Mundaka en una mañana

1. El Puerto: la zona más concurrida de Mundaka es su puerto, rodeado de casas de colores y animados por sus bares de pintxos.

2. La Ermita de Santa Catalina: ubicada sobre una pequeña península a las afueras del pueblo, desde ella se pueden ver todos los barcos que entran y salen del estuario. A pesar de que su existencia proviene de la Edad Media, lo que observas hoy es una construcción de 1879.


3. La Iglesia de Santa María: en el centro de Mundaka, junto a un frontón y un parquecillo, este templo data del siglo XVI.


4. Los Miradores: desde los miradores que hay a la salida del pueblo puedes disfrutar de unas magníficas vistas de la Isla de Izaro, el estuario y el monte Ogoño. 


Si aún te has quedado con ganas, la vista a Mundaka la puedes completar con la visita a San Juan de Gaztelugatxe, el pueblo pesquero de Bermeo, el paseo por las marismas de Urdaibai o un baño en la Playa de Laida.