Todo un
descubrimiento en Estocolmo. Sin duda, es una turistada, lo sé. Pero tiene su
encanto y te lo pasas genial.
El restaurante
vikingo Aifur se encuentra en pleno corazón de Gamla Stad, el centro histórico
de la ciudad. A un lado de la peatonal y turística calle Västerlånggatan
aparecen unas escaleritas que llevan hacia la entrada. Tienen sólo servicio de
cenas y te darás cuenta de donde está sólo por la gran fila de gente que se
agolpa en la calle esperando que la atiendan.
Este es uno de
los principales problemas. Tienes que hacer cola, sí o sí. La primera será para
el guardarropa. Una vez llegados a este punto, seguirás haciendo cola en un
pasillo estrechísimo y en penumbra. Si tienes suerte y no está lleno, puedes ir
al bar si te desvías hacia la derecha. Si tu intención es sentarte en el
restaurante, tanto si tienes reserva, como si no, tendrás que seguir esperando
en la cola.
Te aconsejo
que reserves y con tiempo. Este restaurante es muy popular y se llena
enseguida. Lo malo es que la hora va a ser muy orientativa, porque como tienes
que estar esperando en la fila… pues hasta que llegues al fondo, pueden pasar
perfectamente unos cuarenta minutos o más para que te atiendan.
Cuando se
acaba la fila, llegarás a otras escaleras donde comprobarán tu reserva. Una vez
comprobada, tendrás que seguir esperando allí hasta que un sitio se quede vacío
y te digan que eres el siguiente. Aquí empieza la experiencia vikinga.
Un señor que por
su envergadura y apariencia bien podría ser descendiente de vikingos, coge su
cuerno y te anuncia a gritos, diciendo tu nombre y de dónde vienes. A continuación,
toda la gente que está sentada comiendo empieza a gritar y a recibirte dando
golpes en las mesas. El ritual es bastante curioso.
Cuando bajas
las escaleras, una camarera vestida con traje típico te acompaña a tu mesa. Lo
aviso: aquí comerás pegado codo con codo con los que están a tu lado, que
pronto te acogerán como si formarais parte de una gran familia. Y al poco
tiempo estarás tú también pegando gritos y dando golpetazos en la mesa de vez
en cuando.
Nada más
sentarte te ponen como aperitivo unas rebanadas con distintos tipos de pan con
queso, una botella de agua y tus cubiertos. Sí, vas a comer con lo que parece
un tridente y no es fácil.
Para beber
tienen una extensa carta de hidromiel. Viene servido en unas copas muy
originales y está delicioso.
La comida no
es barata (bueno… esto es Suecia), pero los platos son grandes. Claro que a
quien le guste la carne muy hecha pues… eso aquí no se estila mucho, como
puedes ver en mi plato. De todas maneras, con la penumbra que hay no te vas a
enterar mucho.
Otro de los
momentos curiosos de la cena es cuando van pasando un gorro vikingo y un hacha
para que la gente se vaya haciendo fotos con ellos. Y ciertos días también hay música tradicional en directo. Puedes comprobarlo en su web.
En resumen: es
oscuro, comes pegado a otras personas, hace calor, no es barato, te pasas toda
la cena gritando y pegando golpes… pero te aseguro que, a pesar de todo esto,
disfrutas un montón.
AIFUR
RESTAURANT
Västerlånggatan 68b, 111 29 Stockholm, Suecia
Teléfono: +46 8 20 10 55
aifur.se/en-GB/aifur-en