Serbales, pinos, sauces… acompañan a lo largo
de esta ruta de escasa dificultad que discurre junto al Arroyo del Aguilón. También puede que veas cabras, caballos, vacas y ternerillas. Pero el verdadero protagonista
es el buitre negro, ya que la ruta se encuentra dentro de la Zona de Especial
Protección para las Aves Alto Lozoya. Aquí está la mayor población nidificante
de todo Madrid.
Ruta hacia la Cascada del Purgatorio
👉 Inicio de ruta: el camino comienza frente al Monasterio del Paular,
en Rascafría (que también te recomiendo visitar en esta entrada). Puedes dejar el coche en el parking del monasterio o un poco más adelante, junto al
río.
Frente al Paular, hay que cruzar el Puente del Perdón,
construido en el siglo XVIII y desde el que puedes disfrutar de la tierna
imagen de unas pequeñas cabras con sus crías y de paso, de las cristalinas aguas
del río Lozoya.
El puente recibe este nombre porque desde él se
realizaban las apelaciones de los juicios y, a veces, los presos recibían el
perdón del juez.
Cruzado el puente continúa recto atravesando la
Finca Los Batanes y dejando a la izquierda el Albergue Juvenil. Pasando la
valla metálica, sigue por el camino asfaltado hasta que éste se ramifique.
Hay que seguir recto.
Unos 300 metros más adelante, el camino se vuelve a
ramificar. Aquí, una vez más,
sigue recto, dejando a la derecha el Área Recreativa de Las Presillas, con
sus piscinas naturales y su chiringuito.
Un poco después, ya se acaba el asfalto. Atraviesa unos muros de piedra continuando siempre rectos en las dos siguientes
ramificaciones.
En la tercera bifurcación, encontrarás una señal
que indica tu destino. Hazle caso y continúa por el camino que
gira levemente a la derecha.
Por este camino pronto llegarás a un puente sobre
el Arroyo del Aguilón, afluente del Lozoya. Ahí comienza la subida.
En la siguiente ramificación, sigue la pista de
la izquierda hasta llegar a una puerta de ganado. La atraviesas y, a medio
kilómetro, encontrarás un cartel que informa de la ruta que estás realizando hasta la mítica cascada.
Toma el camino de la izquierda, como dice la
señal. Cruza nuevamente el río y bordea por la derecha una finca
vallada. Para ello, camina por un sendero estrecho del que no te puedes desviar. Pronto estarás rodeados de
pinos silvestres.
A unos 250 metros tendrás que cruzar otra vez el río y
permanecer junto a su cauce todo el
rato. Un kilómetro, más o menos, más adelante el camino se vuelve más rocoso.
En ese instante tienes dos opciones:
● Subir recto por las rocas para llegar
pronto a la cascada.
● Desviarte un poquito por el camino que baja
hacia la derecha para ver una cascada menor. También muy bonita. Recomiendo las
fotos que se hacen desde este enclave.
Volviendo al camino principal, atravesando las
rocas, en la siguiente bifurcación elige el camino de la izquierda. Una zona
algo escarpada, pero fácil de superar.
Al poco tiempo, entre las rocas, ya verás aparecer el mirador.
La zona es algo estrecha. Lo justo para pararse un
poco a descansar de pie, disfrutar de las vistas y pelearse para poder hacer
una foto. Si hace buen tiempo, la zona estará saturadísima de visitantes. Por
el poco espacio disponible, si quieres comerte tu bocata tranquilo, lo
puedes hacer trepando por las rocas (algo incómodo) o hacerlo en cualquier zona
llana antes de llegar a la cascada.
La cascada se compone de dos saltos principales: la
Baja, que tiene una altura de 10 metros, y la Alta, con un salto de 15 metros. Desde
el mirador sólo se ve la Baja. La Alta se ve desde otra ruta que exige algo más de
esfuerzo y más complicada. La dejaré para otra ocasión 😉
🏃 Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
🏃 Longitud: 12 km (ida y vuelta).
🏃 Dificultad: baja.
🏃 Recorrido circular: No
🏃 Longitud: 12 km (ida y vuelta).
🏃 Dificultad: baja.
🏃 Recorrido circular: No
🌞 Temporada óptima: durante el deshielo, cuando el arroyo tiene más caudal y la cascada se ve con mayor majestuosidad.