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Cambiar dinero en Nueva Zelanda y usar la tarjeta


Sinceramente, te recomiendo no cambiar dinero en Nueva Zelanda. No es necesario para nada. En todos los establecimientos, salvo en algunos chinos, aceptan la tarjeta de crédito, incluso para cantidades ridículas. Y la gente paga así.

De todos modos, si vas a cambiar, no lo hagas en el aeropuerto. Ahí sí es verdad que te clavan. La empresa Travelex se aprovecha, pero bien.

Busca en internet el tipo de cambio y ve a varios sitios a ver lo que te cobran de comisión, porque varía mucho de un lugar a otro. Las cajas de cambio te pueden presentar un tipo de cambio muy interesante, pero luego aplican una comisión, que a veces ni sale en el recibo, y te sorprende el resultado. Así que pídeles que te escriban cuánto te van a dar concretamente. Éstas están en las zonas más turísticas, pero no hay muchas.

De todos los bancos, el único que no cobra comisión, por ahora, es KiwiBank


Yo utilicé  el banco ASB, en Broadway, Newmarket, Auckland. Y me cobraron una comisión de 5$. No me pareció mucho, así que no di más vueltas. Eso sí, ten en cuenta que los bancos suelen cerrar a las 16'00 – 16’30.


El dólar neozelandes, o kiwidólar, se divide en 100 centavos. Hay monedas de 10, 20 y 50 centavos; y de 1 y 2$. Los billetes son de 5, 10, 20, 50 y 100$.


Una cosa que me llamó la atención es que si pagas en efectivo los precios se redondean. A veces para bien, a veces para mal. O se pierden, o se ganan unos cuantos céntimos. Con tarjeta, todo se paga íntegramente. 

Viaje a Nueva Zelanda - Echar gasolina


Tienes que pensar muy bien desde el principio a dónde vas a ir porque a veces, sobre todo en la isla sur, hay tramos largos sin gasolineras. Las más baratas suelen ser Caltex y Mobil, luego está Shell y BP y algunas de los supermercados, como Pak’nSave. Estas últimas son baratas pero no suelen tener a nadie atendiendo y se paga como si fuera un cajero. Incluso en la gasolinera te avisan de que algunos bancos pueden tener problemas al realizar el pago, así que yo no las usé.


Si vas a estar un tiempo largo recorriendo el país, a lo mejor te trae a cuenta sacarte la tarjeta AA Smart Fuel. Se adquiere en Caltex y BP gratuitamente y se da de alta en internet. Si vas haciendo compras en los sitios donde la aceptan te hacen descuento en gasolina.



Los supermercados también suelen tener sus propias promociones.


El precio de la gasolina es algo más caro que en España. El precio más usual que me encontré en la isla norte fue de 2.049$ más o menos. En la isla sur el precio iba creciendo pasando de 2.199$ en Dunedin, a la zona de Milford Sound con 2.329$.  La más barata la encontré en Greymouth. Te aconsejo repostar ahí si vas para los glaciares. Allí la gasolina es prohibitiva. La más cara la encontré en Haast. Se aprovechan porque la gasolinera está justo en la verja que cierran todas las noches hasta llegar a Makarora. Saben que la gente llega desesperada por repostar y ponen unos precios increíbles. 


En la mayoría de las gasolineras, si vas a llenar el depósito, no hace falta entrar en la tienda. Primero se llena y luego se va a la tienda a pagar. Ellos no te tienen que dar permiso antes. En todos los sitios donde fui fue así, excepto en algunas de Christchurch en las que venía especificado con un cartel. 

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Alquilar una caravana para viajar por Nueva Zelanda - Jucy Rentals


Al principio pensaba que no iba a alquilar vehículo, pero las distancias son enormes, el transporte público tarda mucho y tiene muy pocos horarios, hay muy pocos tramos de tren y lo más espectacular de Nueva Zelanda es su naturaleza, algo que no está tan accesible si no vas con vehículo propio.

Lo mejor para viajar por Nueva Zelanda es alquilar una caravana o, como yo, una campervan. Y es que el país está muy bien equipado para los que viajan de esta manera. Hay zonas de acampada libre por todos lados, los campings están muy bien preparados en general y los servicios están por todas partes.

Tras dudar mucho, al final decidí alquilar por medio de Jucy Rentals. Una compañía que ya se ha extendido a parte de EEUU y a Australia. Es muy usada en Nueva Zelanda y raro ha sido el sitio en el que no me he encontrado con otra caravana verde y morada. Ya parecía como si perteneciéramos a un club, pues los demás Jucys me saludaban por la carretera y por la calle por llevar la misma camioneta.

La compañía, como todas, hay que mirarla con lupa. Pero al final, me pareció estupenda.

Al llegar al aeropuerto, llamé desde una cabina de teléfonos a un número gratuito para que vinieran a recogerme. En 10 minutos estaba un chico allí que me llevó a su oficina. Allí me esperaba la sorpresa: a pesar de tenerlo todo muy bien atado por internet y haberme leído las condiciones cien veces, resulta que no me cobran de fianza un 20%, sino que son 3000€. Una pasada. La chica dio por hecho que el límite de mi tarjeta no iba a aceptar tanto y, ante mi cara de sorpresa, rápidamente me enseñó todas las opciones de seguros que tenían. Si contrataba uno, no hacía falta pagar la fianza. Un chollo para ellos, vamos. El seguro más sencillito costaba más que lo que me pedían por el alquiler. Menos mal que una de las tarjetas la llevaba sin límite, porque si no, mi presupuesto al traste. Y, con el cabreo, no contraté ningún seguro.

Después me pusieron un vídeo sobre las normas de tráfico más relevantes del país y otro sobre cómo se ponen las cadenas. Contraté las cadenas por si acaso, y anda que no me vinieron bien.


También me dieron muchos folletos turísticos y, a continuación, me llevaron a la campervan. Rápidamente se encargó la chica de apuntar los desperfectos que tenía, básicamente rayajos. Le pedí el papel y lo miré todo detenidamente, porque no me fiaba. Efectivamente, apunté más. Mi fallo fue no mirar el interior, porque no aparecía con dibujitos en el papel. Suerte que a la vuelta no miraron nada.

También me ofrecieron reservarme el ferry de Wellington a Picton con el Interislader, pero yo ya lo tenía contratado de antemano porque sabía que con ellos era más caro.

Su servicio en general fue muy bueno. Tan sólo tuve un contratiempo en Buller Gorge. Fui a pasear por el puente colgante más largo del país y cuando salí vi un líquido verde que salía de la campervan. Desde la oficina de la empresa de aventura de Buller Gorge llamé a Asistencia en carretera y un mecánico de Murchinson vino con la grúa. En Murchinson estuve dos horas en el taller. Al parecer se había roto lo que contiene el líquido refrigerante. El mecánico puso en el papel que no había sido por mi culpa y ellos mismos se encargaron de llamar a Jucy Rentals. Ten en cuenta que si no avisas antes de 24 horas y haces las reparaciones sin avisar, la multa te dejará tieso.

Me lo arreglaron todo y seguí mi camino, sin problemas con la compañía.

Entregué la campervan en Chistchurch. Exigían que estuviera con todo limpio y con el depósito lleno, porque lo iban a mirar con lupa para clavarte una multa. Tenían tanta gente que ni se pararon a mirar. Aparqué la camioneta y la chica me llevó al aeropuerto. Comprobé que no me habían cobrado nada aparte y que mi fianza había sido devuelta a los 10 días de haberla cobrado. Si tuviera que alquilar otra vez, sería con ellos.

También tienen una App gratuita: Jucy Travel. En ella puedes encontrar gasolineras, dónde hay wifi gratis, campings, aseos, alertas de tráfico, actividades…  Y tienen descuentos y ofertas en otras cosas, como cruceros en Milford Sound o forfait en Queenstown, y hoteles.



La Campervan que contraté en Nueva Zelanda

Me costó 500$ por 16 días, 10$ por recogida en el aeropuerto de Auckland y cadenas por 40$.

En total = 550$ + 3000€ de fianza que recuperé después.

Ten en cuenta que el seguro más barato que me ofrecían era de 448$.

La camioneta era una Jucy Cabana – Toyota Estima, que tenía marcados 158.100 km. Automática y de gasolina (luego me alegré de esto).


En la parte de atrás, se levanta la puerta y tiene una nevera, un infernillo, un fregadero y un armarito lleno de cacharros de cocina, donde yo aproveché para guardar mis cosas.




En el interior tiene un DVD y los asientos se separan para sacar una mesa (que nunca llegué a montar) y transformarlos en cama. Debajo de los asientos hay un hueco con 2 almohadas, 2 toallas, un nórdico y sábanas. Este hueco lo aproveché para guardar las mochilas pequeñas.  Todo esto estaba limpio, menos los cacharros de cocina.


Lo peor es que tienes que tenerlo todo muy bien montado cuando te vas porque, aunque el país es seguro, me habían dicho que los robos en los coches estaban en aumento. Así que me recomendaban dejar las cortinas sin echar para que miraran dentro y no vieran nada. El problema es que no hay sitio para meter el equipaje, por lo que hay que agudizar el ingenio. Si tienes pensado viajar en  campervan ten en cuenta el poco espacio disponible que tendrás para guardarlo.

Otro problema es que las camionetas de alquiler son muy llamativas. Fíjate en lo feas que son las Jucys, con sus colores discretitos morado y verde y el símbolo de la tía por todos lados (te aseguro que hay otras de alquiler mucho peores que parecen sacadas de la época hippie). Esto tiene sus cosas buenas: la gente sabe que vas a hacer turismo y te trata mejor. Pero también malas: la gente sabe que vas a hacer turismo y que tienes tus pertenencias en la campervan.


La camioneta tiene dos baterías independientes. Una de ellas es para la nevera y el DVD. Si se ha viajado durante el día, la batería dura sin problemas toda la noche. Eso sí, yo apagaba la nevera para dormir porque me molestaba el ruido.

Los precios de las compañías por alquilarte un GPS suelen ser muy caros, así que me llevé en la mochila el mío y le metí los mapas de Nueva Zelanda que encontré en internet.  Entre el GPS y el Google Maps del móvil no he tenido ningún problema para encontrar los sitios.

Si quieres utilizar el coche para cargar cosas como el móvil, la Tablet o la cámara de fotos, es probable que necesites un Inverter. En el aeropuerto los venden muy caros. Los más baratos los encontrarás en las Pharmacy y por internet. Yo tuve la suerte de que me lo dejara un amigo y me lo llevé desde casa.

Dónde aparcar la caravana en Nueva Zelanda

Tienes que fijarte en las señales que haya en el sitio en el que aparques, porque puede que te levantes por la mañana con un ranger llamando a la puerta con una multa en la mano. En algunos sitios no permiten el parking de caravanas. En otros sí que lo permiten, pero no para dormir.

De todas formas, las campervans, al ser como furgonetas, no tienen tantas restricciones y puedes aparcarlas en cualquier sitio habilitado para coches. El problema está en si quieres dormir en ellas. Yo no me atreví a dormir en la calle o en un aparcamiento y siempre usé campings u hoteles.


En los campings, siempre es mejor contratar un power site, aunque no necesites electricidad o tu caravana no esté preparada (como en mi caso). La diferencia de precio es nimia y los sitios están mejores. Algunos están asfaltados y te ahorras el barro. 

Alquilando la caravana en Nueva Zelanda – Cosas a tener en cuenta

Hay muchísimas compañías de alquiler en Nueva Zelanda y buscar una que tenga buenas opiniones y que parezca buena por internet se hace tedioso. Hay que leerse la letra súper pequeña muy bien, porque puede haber gastos inesperados. Y es que cuando te sale la factura, en internet pone una cosa, pero luego te encontrarás gastos adicionales que no aparecen en ésta especificada. 

Cosas a tener en cuenta cuando alquilas una caravana

● Suelen imponer una tasa si recoges el vehículo en un sitio y lo devuelves en otro. A veces esta tasa es enorme si atraviesas las islas.

● Se necesita tener más de 21 años y presentar el permiso de conducción internacional. Aunque no es un requisito del país, las empresas de alquiler sí que lo exigen. 

● Tasa por varios conductores: por cada conductor adicional que se presente, se pagará una tasa.

● Tasa por kilometraje: al principio puede parecer atractivo coger un diésel porque la gasolina es más cara y los diésel consumen menos, pero debes tener en cuenta los kilómetros que vas a hacer. Existe un impuesto nacional por kilómetro recorrido para todos los diésel en Nueva Zelanda. Este gasto te lo encontrarás al devolver el vehículo.

● Si hay algún cambio de fecha en la recogida o entrega del vehículo, se paga también una tasa. 

● El vehículo hay que devolverlo con el depósito lleno, totalmente limpio (por dentro y por fuera), con el tanque de las caravanas vacío y el de agua lleno, con la bombona de gas llena y con la ropa que te hayan entregado limpia (sábanas, almohadas…). De no hacerlo así, las multas son muy grandes.

● Tasa por recogida en el aeropuerto. A veces sale rentable por no complicarse la vida con el transporte. No suele ser cara.
● Fianzas: Aunque en sus webs especifiquen que no hay fianza o que es de una cantidad pequeña, es mentira. Cuando vayas a recoger el coche te impondrán esta fianza y, si no la pagas, no te lo llevas. Así que ve con un límite bien alto en la tarjeta de crédito, pues a mí me cargaron 3.000 euros. Algo que me cogió de improviso.

● Seguros: Aunque no lo hayas contratado en la web, te lo intentarán meter por cojones cuando estés en la oficina. Te presentarán varios modelos, que en algunos casos te saldrán más caros que el alquiler del vehículo. En mi opinión, son todos un timo. Si te lees bien las condiciones de los seguros, no cubren casi nada. Ni el más caro de todos. Tienen un montón de excepciones. Por ejemplo, no te cubren si: te ha ocurrido algo entre las 18’00 y las 8’00h, si ocurrió en un aparcamiento, si te pasó algo en los cristales, si no identificas convenientemente a quienes le han causado daño al vehículo – (imagínate que te lo rayan y no sabes quién ha sido), si ha sido por animales… Un sinfín de peros. Yo cogí el risk-taker y me lo ahorré, pues si no pasaba algo, al fin y al cabo iba a tener que pagar igual.

● Ten cuidado con el chequeo. Yo no tuve ningún problema, pero sí sé que muchos los han tenido. Al darte el vehículo te entregarán un folio para que apuntes lo que tiene mal el coche, como en cualquier otra empresa de alquiler. El problema es que te enfrentas al hecho de que acabas de bajarte de un avión y llevas volando muchas horas. Vas cansados y con jet lag, y el papel lo rellenan ellos contigo al lado, y muy rápido. Así que, no te cortes. Cuando acaben exige que te den el papel que han escrito y detente todo lo que haga falta para comprobarlo todo. Cualquier fallillo lo tendrás que pagar tú luego.

● Aparte queda el interior. En mi papel no ponía nada del interior y luego me di cuenta de que había algunos desperfectos (quemaduras en la tapicería, enganches rotos…). Estaba temblando porque no lo había verificado todo esto antes. Al final tuve suerte y ni miraron la campervan.

● Extras: Depende de tu viaje, puedes contratar algunos extras en la web o en su oficina. A mí me presentaron:
    • Barbacoa.
    • Sillas y mesas de camping.
    • Silla para bebés.
    • GPS.
    • Cadenas.
    • DVD (A nosotros nos vino gratis)
    • Películas y CDs…


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Preparando el viaje - Normas de tráfico en Nueva Zelanda


Permiso de conducir: para conducir en Nueva Zelanda te sirve el carnet de España, pero las empresas de alquiler de vehículos te pedirán el carnet de conducir internacional. Éste tiene validez de un año y se pide en cualquier oficina de la DGT. Para ello basta con llevar una foto y 10 euros. Te lo hacen en el acto y tiene un aspecto de libreto sacado de los años 50.

La edad mínima para alquilar un vehículo es de 21 años.

Límites de velocidad: en ciudad es de 50 km/h. En otras zonas normalmente son altas, aunque la velocidad máxima en todo el país es de 100 km/h.  Estas señales indican 100km/h.


Las carreteras están por lo general muy bien mantenidas y señalizadas. Además, hay carteles por todos lados recomendando una buena conducción. Algunos son muy acojonantes.


Pasos a nivel: hay 1390 pasos a nivel en Nueva Zelanda. La mayoría no tienen barreras, por lo que hay que estar atentos a los trenes.

Puentes de un solo carril:
●  La señal circular indica que tienes que dar paso.
●  La señal rectangular indica que tienes preferencia.


Cómo actuar en las Intersecciones:
Si las señales no determinan quién tiene preferencia de paso: 
●  Si estás torciendo, da paso a los vehículos que van recto.
●  Si vas a torcer a la derecha, da paso a los vehículos detrás de ti que van a girar a la izquierda.

Peatones: los semáforos para peatones están siempre apagados. Cuando te acerques a uno de ellos tienes que darle a un botón para que se enciendan y así saber si están en verde o en rojo.
Si está en verde, puedes pasar. Si está parpadeando en rojo, puedes pasar rápido hasta que se ponga rojo del todo.


Aparcamiento en Nueva Zelanda:
El aparcamiento en las ciudades grandes es horroroso. He tenido muchos problemas para aparcar en Auckland, Wellington, Queenstown, Dunedin y Christchurch.
Por todos lados hay señales que restringen el aparcamiento hasta en las zonas más insospechadas. Las señales pueden ser de tres tipos: 

●  No parar, ni aparcar en las horas y días indicados.

●  El número que hay debajo de la P indica el máximo de tiempo que te dejan aparcar sin pagar. Hay veces que ni pagando puedes dejar el coche.


    Esta señal indica lo mismo que la anterior pero pagando. Te dejan aparcar durante 240 minutos, si pagas.



    Aunque parezca que no, está todo muy bien vigilado y las multas son altas. Además, la empresa de alquiler del vehículo impondrá un tasa bastante alta por tramitar la multa.

    Los parquímetros admiten tarjetas de crédito.

    👉 Cuidado:

    Hay que ser muy cuidadoso con las líneas de aparcamiento de la carretera. Se debe dejar el coche justamente entre ellas. Son muy maniáticos con esto.


    ●  Es ilegal aparcar en contra del sentido del tráfico.

    ●  Las líneas amarillas discontinuas indican que no se puede parar en ese lugar.

    Y recuerda que conducen por la izquierda. 
    A veces, con sueño, se puede olvidar… 😱