Copenhague es
una ciudad bastante asequible paseando y usando la red de transporte público.
Su centro es pequeño y se puede ver bien en un par de días, por lo que te
recomiendo que aproveches tu estancia en la ciudad para hacer visitas a lugares cercanos. Las
entradas de los museos y sitios más famosos son bastante caras, tenlo en cuenta
para tu visita.
Qué ver y qué
hacer en Copenhague
1. Hacerte una
foto con La Sirenita: el símbolo de Copenhague es una de las imágenes más
fotografiadas de la ciudad. La estatua la mandó construir a principios del
siglo XX el dueño de la fábrica de Calsberg y su autor fue el escultor Eriksen.
Muchos se decepcionan al verla porque es muy pequeña (mide algo más de un
metro) y las colas para poder hacerte una foto con ella son desalentadoras.
2. Endulzarte
en La Glace: la pastelería más antigua de toda Dinamarca hará las delicias de
cualquiera que se acerque a su escaparate. Hans Christian Andersen la visitaba
asiduamente, así como la familia real danesa. Su chocolate servido en jarra y
acompañado de leche batida, no se puede dejar escapar.
3. Subir a la cúpula
de la Iglesia de Mármol: este templo luterano barroco fue construido en la
época de Frederik V (s. XVIII) para conmemorar los trescientos años del reinado
de los Oldemburgo. Con sus 31 metros de diámetro, su cúpula es la más grande
los países nórdicos. La entrada es gratuita.
4. Comer en el
barrio cosmopolita de Nørreport: atravesando el largo Puente de la Reina, te encontrarás
con un barrio lleno de tiendas y restaurantes multiculturales baratos. Si quieres
comer algo más elaborado o el famoso Smorrebrød típico de la ciudad, no dudes
en llegar al Mercado de Torvehallerne.
5. Visitar
Rosenborg Slot y Amalienborg: estos dos palacios parecen sacados de un cuento
danés. Rosenborg fue construido en el XVII y tienen unos amplios jardines justo
delante de su entrada. Amalienborg es la residencia oficial de invierno de la
familia real danesa y está formado por cuatro palacios distintos. Dos de ellos
(el de Moltke y el de Levetzau) están abiertos al público. Sus precios no son
nada baratos, pero existe una entrada conjunta con la que se obtiene algo de
descuento.
Precio de la
entrada a Rosenborg Slot: 105 DDK
Precio de la
entrada a Amalienborg: 95 DDK
Precio de la
entrada conjunta: 145 DKK
6. Ver el
desfile de la Guardia Real: sólo cuando la reina está en el Palacio de
Amalienborg, tiene lugar el desfile del cambio de la Guardia Real. Comienza a
las 11’30 y recorren el camino entre el Palacio de Rosenborg y la Plaza de Amalienborg.
7. Pasear por
Stroget: la calle peatonal más larga de Europa está llena de restaurantes y
tiendas. A través de ella y de sus ramificaciones se une la Plaza del
Ayuntamiento con la Plaza de Kongens Nytorv.
8. Comprar Legos:
en una de las ramificaciones de la calle Stroget, verás la famosa Lego Store,
con un mural gigante de Copenhague realizado con piezas de Lego. Comprar aquí
es llevarte un buen souvenir danés a casa.
9. Curiosear
por Christiania: el barrio antisistema de Copenhague dice que está al margen de
cualquier tipo de gobierno exterior y que no depende de la Unión Europea. Sus
territorios de engloban en la llamada Ciudad Libre de Chistiania. Está a media
hora caminando desde el centro de Copenhague. Sus calles se han convertido en
uno de los lugares más visitados de la ciudad.
10. Entrar al
Tívoli: su apertura en 1843, lo hacen uno de los parques de atracciones más
antiguos del mundo. Cierra entre temporadas para preparar las atracciones para
los nuevos visitantes. Tenlo en cuenta para planificar tu visita y mira antes
en su web si está abierto en las fechas que quieres ir a visitarlo.
11. Aprender
sobre la cerveza Calsberg: en 1847, J.C. Jacobsen elaboró la primera Calsberg y
hoy es una de las más consumidas del mundo. Su antigua fábrica cuenta con un
museo en su interior a través del cual se va mostrando su historia. ¿Sabías que
su logotipo original era una esvástica? Aunque su elección poco tuvo que ver
con los Nazis…
12. Ver las
casitas del puerto de Nyhavn: el lugar más fotografiado de Copenhague y por cuyas
casitas de colores es identificada la ciudad, es un ir y venir de turistas que
pasean por sus tranquilas calles peatonales en donde vivió Hans Christian
Andersen. Su mala reputación de antaño (pues era frecuentado por prostitutas y
marineros) han dado paso a un gran canal lleno de restaurantes y cafeterías.
13. Abrazar a
Hans Christian Andersen: en la plaza Rådhuspladsen puedes ver la estatua del
gran escritor danés, justo al lado del ayuntamiento, Andersen sostiene un libro
y un bastón mientras mira hacia la entrada del Tívoli.
14. Asistir a
una sesión de chillout en una iglesia: Iglesia de Nuestra Señora (Vor Frue
Kirke) pasa a llamarse la Iglesia de Natkirken por la noche y ofrece sesiones
de chillout en sus llamadas God goes Deep sessions. En el altar colocan una
mesa de mezclas y el suelo se llena de grandes cojines para que la gente se
retrepe y disfrute de la música y de las luces rojizas que lo inundan todo. En su
web puedes ver el horario de sus sesiones. La entrada es gratuita. http://www.natkirken.dk/
15. Andar por
el Kastellet: la ciudadela de Copenhague es una de las mejores conservadas del
norte de Europa. Su origen se remonta a 1626 para la defensa de la muralla de
la ciudad. Hoy la zona se ha convertido en un gran parque público, aunque
muchas de sus construcciones también tienen uso militar.
16. Dar una
vuelta en bici: cientos y cientos de bicicletas recorren la ciudad cada día. Sus
calles están perfectamente preparadas para los ciclistas y cuentan con un
servicio público de alquiler bastante interesante (bybyklen.com).
Conviértete en un local y haz lo
que ellos.
17. Subir a la
Torre de la Iglesia de San Salvador: 400 escalones son los que hace falta subir
para llegar a la cima, 150 de ellos se hacen por su exterior. Esta torre
barroca ofrece constituye uno de los mejores miradores de la ciudad. Precio de
la entrada: 40 DDK.
18. Hacer una
visita a un lugar cercano: existen multitud de empresas que hacen viajes de un
día a lugares cercanos, como a la ciudad vikinga de Roskilde, y a los castillos de Frederiksborg y Kronborg. Es una buena manera de conocer otros sitios por
poco dinero y en poco tiempo para que puedas disfrutar más de tu visita.
19. Cruzar el
puente hasta llegar a Suecia: una de las salidas típicas desde Copenhague es cruzar el puente para llegar a Malmo. Desde la Estación Central de Copenhague tardarás
35 minutos en llegar a la ciudad sueca en tren atravesando el puente de Oresund,
que cuenta con dos líneas de tren y cuatro carriles de carretera, siendo el
puente combinado tren-carretera más largo de Europa.
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