Con una población de tan sólo unos 500 habitantes, Riaño se llena de turistas durante las vacaciones. Aun así, sigue siendo un lugar tranquilo que se ha repuesto de la catástrofe que sufrió en 1987 cuando el pueblo original, junto con otros ocho municipios, quedó sumergido bajo las aguas al construirse la gran presa que acabó con gran parte de los bosques del valle. También es mala suerte que tan sólo un día después de su inauguración entrase en vigor la directiva europea que hubiera prohibido su construcción.
No he conocido el Riaño original, pero sí he de decir que el paisaje actual es uno de los más bonitos que he visto en los últimos años. El pueblo en sí no merece mucho la pena, porque sus construcciones no están integradas en el entorno. Muchas veces aparecen bloques de pisos que no pegan mucho con la belleza natural del resto del valle. De todos modos, basta con salir hacia la zona del embalse y admirar las espectaculares vistas para sentir que estás en otro mundo. Por algo lo llaman los Fiordos Leoneses.
Qué ver en el pueblo de Riaño
1. El banco más bonito de León: junto a la iglesia, mirando al embalse, descansa este banco que ofrece unas vistas espectaculares del entorno de Riaño. Eso sí, descansar, descansar… no creo que puedas. En temporada alta tendrás que esperar tu turno para sentarte a hacerte una foto.
2. Ermita de
Nuestra Señora del Rosario: ubicada en el antiguo pueblo de La Puerta, la
trasladaron piedra a piedra a este rincón para que no quedara hundida bajo las
aguas del pantano. Una maravilla cuya parte delantera pertenece a los siglos
XIII y XIV. En su interior puedes observar unas pinturas góticas que se
descubrieron durante su traslado y que hasta entonces habían estado cubiertas
con cal.
Junto a la
iglesia también se preservó un hórreo procedente de Salio y varias campanas de
las otras iglesias perdidas bajo la presa colgadas en un original campanario.
3. Paseo del
Recuerdo: bordeando el embalse, en la parte baja del pueblo, puedes recorrer un
caminito de un kilómetro mientras disfrutas de las impresionantes vistas del
entorno. A lo largo de la senda hay distribuidos varios paneles que cuentan el
pasado de estas tierras.
4. Plaza de
Cimadevilla: en ella se encuentra la iglesia de Santa Águeda (trasladada desde
el desaparecido pueblo de Pedrosa del Rey) y el Museo Etnográfico. Además, en
ella hay reconstrucciones típicas de la zona, como un chozo, un potro de herrar
y un hórreo. También ofrece una buena oportunidad para tomarse algo en sus
terrazas.
5. Corro de
Aluches: esta curiosa construcción está diseñada para albergar los torneos de
lucha leonesa, considerada como uno de los deportes más antiguos de Europa.
Puedes disfrutar de él durante las fiestas de Riaño, cada mes de agosto.
6. El columpio
más grande España: de reciente construcción, basta con subir hasta el Mirador
de las Hazas para deleitarte con las vistas en esta curiosa estructura.
7. Ermita de
Quintanilla: este templo se halla al otro lado del pantano, cruzando el
viaducto. A mano izquierda hay un pequeño aparcamiento y un área recreativa.
Data del siglo XVIII y, aunque se salvó de desaparecer por el embalse, se tuvo
que trasladar un poquito más arriba de su posición original. La Virgen de
Quintanilla es la patrona de Riaño.
👉Dónde dormí en
Riaño: Riaño está lleno de alojamientos turísticos. Además, cuenta con un
camping cerca del embarcadero y con un área de caravanas. Cuando yo fui el
camping estaba demasiado lleno y el parking de caravanas tenía una rampa un
poco difícil para alguien que no había llevado una tan grande en su vida, así
que decidí alejarme un poco de Riaño hasta el pequeño pueblecito de Boca de Huérgano. Allí se encuentra el camping Alto Esla, un lugar pequeño, con
instalaciones básicas y un personal amable.
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