Para aprovechar mi escala en Abu Dhabi contraté a través de la web Getyourguide.es una excursión por el desierto. No
las tenía mucho conmigo porque nunca había contratado con ellos,
pero mereció la pena. Cuando llegué al hotel, la recepcionista me dio un
mensaje de la empresa diciéndome que habían llamado y que vendrían a buscarme a las 16’30.
Puntual, el guía me recogió en un todoterreno
muy limpio y bien mantenido. Dentro iban ya varios viajeros y fuimos al Emirates Palace a recoger a otra pareja más. Un lujazo de hotel.
Ya completos, nuestro guía nos llevó directamente
al desierto tras una media hora de coche. Nos dijo que íbamos a hacer una
parada para hacer fotos del desierto. Allí había otros coches de la misma
compañía que estaban haciendo exactamente lo mismo. Nos unimos a ellos y
comenzamos nuestro safari.
Empezamos a subir y bajar dunas, a quedarnos sobre
dos ruedas, que parecía que nos íbamos a caer, y a correr. Si os mareáis con
facilidad, tomad antes alguna pastilla para el mareo porque se sufre un poco. El
estómago queda totalmente revuelto y varios de los demás coches acabaron
vomitando.
Capots abiertos para que no se quemen
Al poco rato paramos para ver unos camellos que
había en un cercado en mitad del desierto. Nos hicimos fotos con ellos, pero no
pudimos montarnos. Nos dijeron que, para montar teníamos que esperar a llegar
al poblado.
Nos subimos de nuevo en el coche y continuamos con
las dunas. Pero, esta vez, mucho más rápido y con más emoción. Acabé mareada,
pero me gustó la experiencia. Me llamó la atención que hubiera zonas llenas de
basura en el desierto. Me pregunto cómo será esto más allá de todo lo que
tienen montado para los turistas… ¡Qué pena que tuviera tan poco tiempo!
Después de nuestro último tramo haciendo filigranas
por la arena, llegamos al “poblado” árabe tradicional. Lo llamo poblado entre
comillas, porque realmente era como un chill out en mitad de la arena. Fuera había
camellos en los que podías montarte por unos minutos y una zona para hacer
snowboard en la arena. Yo lo dejé pasar, iba ya llena de arena y no tenía más
ganas de embadurnarme. Si hubiera estado más tiempo en los Emiratos, lo hubiera
intentado, seguro. Los que no quisimos, subimos una duna para ver la puesta de sol.
Dentro del poblado empezaron a organizarse los
chiringuitos. En uno de ellos había té y dátiles, en otro podías probarte
trajes tradicionales de Abu Dhabi para hombres y mujeres y hacerte una foto, en
otro había tatuajes de henna y los últimos era tiendas de souvenirs.
En el centro estaba el escenario y, alrededor,
estaban las mesas y los cojines para sentarse. En frente de nosotros se encontraba
la barra libre. Podías pedir todas las bebidas sin alcohol que quisieras, las
alcohólicas se pagaban aparte. Me llamó la atención.
Los servicios estaban impecables. Increíble para
estar en una zona llena de arena.
Cuando estuvo todo listo, llamaron para el buffet. Gran
cantidad de comida muy bien preparada y para todos los gustos: arroz, falafel,
hummus casero, ensaladas, pinchos, chuletas a la barbacoa, pan árabe…
muchísimas cosas, podías repetir tanto como quisieras. De postre había dulces
árabes y fruta.
Después de comer, nos fuimos a otro sitio donde
estaban preparando sishas con carbón natural. Había de varios sabores y estaban
buenísimas. Además, uno de los camareros venía de vez a cuando a comprobar el
carbón y que tiraba bien.
Cuando todo el mundo se había hartado ya de comer,
empezó el espectáculo de danza del vientre. La bailarina fue muy buena y el
baile fue excepcional. Me encantó.
Para acabar, cortaron la música y las luces. Todo se
quedó en silencio y nos recostamos sobre los cojines para contemplar la noche
estrellada del desierto. Estuvimos así unos minutos, hasta que encendieron las
luces de nuevo y nuestro guía vino a buscarnos. El camino de vuelta al hotel,
llenos de arena, ya fue por la carretera normal y mucho más tranquilo.
Llegué al hotel alrededor de las 21’30. Todo mi planning se había cumplido. Me duché, descansé un poco y cogí el taxi
al aeropuerto. Se acaba mi viaje. ¿Con ganas de llegar a casa? Noooo. ¡Con
ganas de empezar a planear otro!
👉 Precio: a través de Getyourguide.es me costó 53€
por persona (todo incluido). El operador local que organizó la visita fue Best Value Tourism LLC (+971 555810948 reservations@bestvalue-tours.com).
Hay multitud de precios en internet para hacer
esta actividad. incluso en su misma página web. En los hoteles de Abu Dhabi
también hay muchos folletos. Mi experiencia es que al final acabas en un
sitio parecido y haciendo lo mismo, la diferencia está en el precio que pagas
por ello. A los que lo contrataron en el Emirates Palace les costó huevo e
hicieron lo mismo que yo, viajando a mi lado. Por lo que mirad
ofertas y esperad a que salga una buena. En muchos casos es como en China, así
te veo, así te cobro. Pero, en este caso es: Miro donde te alojas y así te
aplico un precio u otro.
En cualquier caso, mi experiencia fue muy
buena. A pesar de ser una “turistada en toda regla”, disfruté mucho.
Amaneciendo en el último avión de vuelta a casa.
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