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Qué ver en Fregenal de la Sierra en una mañana



Si estás planteándote visita a los pueblos más típicos de Badajoz, haz sitio en tu ruta para hacer una parada en Fregenal de la Sierra. Casi en el límite con Andalucía, antiguamente perteneció al reino de Sevilla. Su riqueza patrimonial hizo que su conjunto histórico fuera declarado Bien de Interés Cultural.

La tierra que vio nacer al político Juan Bravo Murillo, ha visto pasar por ella a celtas, romanos, visigodos, musulmanes y templarios. Todos ellos han ido dejando su impronta en la localidad que hoy cuenta con una gran tradición popular que mezcla folklore bético, andaluz y extremeño, destacando los bailes que realizan los danzaores durante las fiestas de la Virgen de la Salud, conservados desde 1757.


También es famosa por Rodrigo Sánchez-Arjona, quien realizó la primera llamada telefónica de larga distancia llamando desde su casa a su finca de Sevilla en 1880.

Pasea por sus tranquilas calles llenas de casas solariegas, palacetes y edificios blancos. Date una vuelta por la famosa Plaza de la Fontanilla, en la que los jóvenes meten la cabeza cuando el reloj marca las doce durante la noche de San Juan, curiosea por el taller alfarero de los Gallardo y disfruta de un buen plato de jamón ibérico en algún bar. Si dispones de más tiempo, también puedes visitar el Santuario de la Virgen de Los Remedios, a 6 km de Fregenal de la Sierra.


Qué ver en Fregenal de la Sierra

1. Castillo Templario: esta fortaleza data del siglo XIII y tiene siete torres y un recinto amurallado. Se cree que perteneció a la Orden del Temple, cuyos caballeros ayudaron a Fernando III a reconquistar la zona, aunque los datos son muy imprecisos. En la Torre del Homenaje se encuentra el campanario y el reloj. El castillo tiene la particularidad de albergar en su interior la plaza de toros y el mercado de abastos del pueblo.



2. Iglesia de Santa Ana: rodeada de antiguos palacetes medievales, su construcción se remonta al siglo XVI, aunque ha sufrido muchas remodelaciones a lo largo de la historia. Dentro puedes ver la capilla de Bravo Murillo, donde descansan sus restos, así como un retablo en el que aparece Cristo crucificado acompañado de dos ladrones a ambos lados.

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3. Iglesia de Santa María: este templo pertenece al siglo XII y está adosado a la Torre de Santa María del castillo. Su campanario se encuentra en la Torre del Homenaje. En su interior puedes ver su bóveda de cañón de medio punto, el retablo mayor del siglo XVIII y su órgano barroco.



Visitando Zafra, uno de los pueblos más bonitos de Extremadura



Zafra es un pueblecito extremeño de unos 17.000 habitantes que tiene su origen en la villa romana de Segeda o Restituta Iulia Imperial, importante enclave entre Sevilla y Mérida en la Vía de la Plata. Durante la invasión musulmana pasó a llamarse Çafra, del que deriva Zafra.

Su época de esplendor le vino en el siglo XV, cuando se convirtió en el centro del Señorío de Feria, años en los que se construyó la muralla, el alcázar, el Hospital de Santiago y el Monasterio de Clarisas de Santa María del Valle.


Durante la conquista del Nuevo Mundo, Zafra aportó 221 habitantes que se fueron en busca de riquezas. En los siglos posteriores, el Ducado de Feria acabo siendo integrado en el Ducado de Medinaceli.

Su historia ha quedado reflejada en sus calles. Por su gran riqueza fue declarada en 1965 Conjunto Histórico Artístico de Interés Nacional y ha sido elegido él pueblo más bonito de Extremadura en sucesivas ocasiones por los viajeros.

Qué ver en Zafra

1. Palacio de los Duques de Feria: construido en tan sólo seis años por el segundo Señor de Feria (s. XV), hoy pertenece a la Red de Paradores Nacionales. En su interior destaca su patio de mármol renacentista y en el exterior, su gran Torre del Homenaje.


2. Plaza Grande: se realizó en el siglo XVI sobre una antigua iglesia medieval y un cementerio. La plaza está porticada y la conforman dos placitas más pequeñas. Un de ellas está empedrada y es peatonal y la otra está adoquinada y abierta al tráfico. Está llena de bares y terrazas.


3. Plaza Chica: está comunicada con la Plaza grande por el Arquillo del Pan, lugar en el que se encuentra la Esperancita, un retablo de la Virgen de la Esperanza. En una de sus columnas hay una Vara de Medir, que recuerda la actividad comercial que tuvo en su origen, y el antiguo Ayuntamiento, que ahora es el Palacio de Justicia. Hoy también está llena de bares.


4. Convento de Santa Clara: construido para las monjas clarisas en el siglo XV por orden del primer Duque de Feria, hoy alberga un museo sobre cómo era la vida en el convento y cómo se organizaba la ciudad y la nobleza en aquella época. Dentro puedes ver el monumento funerario a los Suárez Figeroa o El Terno de Águilas.


5. Calle Sevilla: la calle más comercial y concurrida de Zafra.


6. Iglesia de la Candelaria: edificio tardogótico del XVI, que incluso llegó a ser colegiata en 1609. En ella destaca el retablo mayor y cuadros de Zurbarán.












9 lugares imprescindibles que ver en Jerez de los Caballeros



Habitada desde la Prehistoria, por ella han pasado romanos y musulmanes, ha pertenecido a los Templarios y ha sido cuna de importantes conquistadores, como Núñez de Balboa. Jerez de los Caballeros aún sigue siendo un importante enclave turístico por la calidad de los monumentos que conserva, así como por los distintos eventos que se celebran en ella a lo largo del año, como el Festival Templario o el Salón del Jamón Ibérico.

Pasear por sus calles empedradas llenas de casas blancas es una delicia, a pesar de las cuestas. Desde su parte alta puedes obtener unas espectaculares vistas del valle del río Ardila y las últimas estribaciones de Sierra Morena.

Se piensa que la ciudad llegó a tener dieciséis ermitas, cuatro conventos y muchas iglesias. Hoy cuenta con 10.000 habitantes y lo que queda de este patrimonio que ha ido sobreviviendo al paso de los siglos. Lo mejor es comprar en la Oficina de Turismo la entrada conjunta a las cuatro iglesias, que sale mucho más económico (5€).

Qué ver en Jerez de los Caballeros

1. Castillo Templario: sobre un antiguo castillo árabe, la orden del Temple construyó esta fortaleza en el siglo XIII. Es de planta romboidal y tiene cuatro torres. La más importante es la Torre del Homenaje, también llamada la Torre Sangrienta debido a que una leyenda cuenta que en ella fueron degollados los últimos templarios.  En su patio central se encuentra el Ayuntamiento. La muralla tenía un perímetro de 1500 metros 


2. Iglesia de San Bartolomé: el templo está ubicado en la parte más alta de Jerez. Pertenece al siglo XV y en su interior alberga la Capilla de los Comendadores, donde está enterrado Vasco de Xerez y Beatriz Bravo. Su torre barroca posee una altura de 54 metros.


3. Iglesia de Santa María de la Encarnación: descansa junto al castillo. Una inscripción visigoda del año 556 muestra que fue la iglesia más antigua de Jerez, aunque lo que ves en la actualidad corresponde a una construcción del siglo XV y a sus posteriores remodelaciones.

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4. Iglesia Arciprestal de San Miguel Arcángel: situada en la Plaza de España, comenzó a edificarse en el siglo XV y cuenta con una excepcional torre barroca que sobresale por toda la ciudad. El interior es puro barroco, con recargados retablos y altares.


5. Iglesia de Santa Catalina: ya en el Barrio Bajo, este templo fue construido sobre otro medieval y es el único de la ciudad que está compuesto por una sola nave de planta cuadrada, rematada por una bóveda de crucería siguiendo un patrón gótico de transición. Dentro destaca un majestuoso retablo barroco con 34 columnas salomónicas.


6. Convento de San Agustín: actualmente es la sede de la Oficina de Turismo, pero antaño se convirtió en uno de los primeros centros públicos de enseñanza de Extremadura.


7. Casa Museo Vasco Núñez de Balboa: la casa natal del conquistador, en la calle La Oliva, se ha convertido en un bonito museo en el que se pone el valor la figura del descubridor del Océano Pacífico.

8. Puerta de Burgos: una de las puertas más antiguas de la muralla. Defendiéndola se encuentra la estatua de Hernando de Soto, adelantado, conquistador y explorador español que participó en 1522 en la expedición de Gil González de Ávila que descubrió la costa de Nicaragua. Hay muchas dudas sobre su lugar de nacimiento, aunque se comúnmente se acepta que nació aquí.

9. La dehesa extremeña: Jerez de los Caballeros se encuentra en plena dehesa. Los caminos que llegan a ellos están llenos de cerdos ibéricos, terneras, ovejas, alcornoques y encinas. Merece la pena detenerse un poco a admirarlos.







8 lugares imprescindibles ver en Olivenza



Olivenza sólo es española desde 1801, cuando las tropas españolas la ocuparon durante la Guerras de las Naranjas. Antes fue portuguesa, por eso nuestros vecinos aún siguen reclamándola como suya. Desde 1986, con la integración en la Unión Europea, esta antigua disputa territorial ha sido relegada a un ámbito menor en las relaciones bilaterales, aunque a veces surgen movimientos que recuerdan estas ideas. De hecho, actualmente sus habitantes tienen la opción de ser españoles y portugueses. Ochocientas personas han adquirido ya la doble nacionalidad entre oliventinos, cónyuges y descendientes directos.

Hoy Olivenza vive de ese pasado fronterizo entre España y Portugal y su gran patrimonio ha hecho que esté en el listado de los Pueblos más bonitos de España desde 2019.

Qué ver en Olivenza

1. Alcázar de Olivenza: su origen está en los templarios, a quienes Alfonso IX cedió la aldea como pago por su ayuda contra los musulmanes. Cuando Olivenza fue de dominio portugués, lo amurallaron y construyeron su torre del homenaje, que resultó ser la más alta del país. Ésta se integraba en una frontera formada por doce atalayas, de las que sólo se conservan cinco. La mayoría de lo que vemos ahora son el resultado de las reformas realizadas durante el siglo XIV. En su interior se puede ver el Museo Etnográfico González Santana, en el que se recrea la vida en estas tierras, así como acceder por medio de unas rampas a la Torre del Homenaje.


2. Murallas: de las cuatro murallas que tuvo Olivenza, hoy sólo se tienen restos de la primera, construida en el siglo XIV, y de la última, perteneciente al siglo XVII. Se puede dar un paseo tranquilo alrededor de éstas viendo también los nueve baluartes que conserva.



3. Iglesia de Santa María del Castillo: situada al lado de la fortaleza, se construyó sobre una antigua iglesia templaria en el siglo XVII. Su exterior es clasicista, aunque la torre y una puerta lateral son de estilo manuelino. Dentro, en su Capilla del Evangelio, se puede ver un retablo de madera en el que se representa un árbol genealógico con los doce reyes de la cada del rey David.


4. Iglesia de Santa María de la Magdalena: realizada en el siglo XVI, es un buen ejemplo del estilo manuelino. Su interior está decorado con retablos barrocos y azulejos blancos y azules.


5. Palacio de los Duques de Cadaval: actualmente es la sede del Ayuntamiento. Lo que destaca del edificio es su portal manuelino del siglo XVI en el que está el escudo de la villa.


6. Casa de la Misericordia: este antiguo hospital del siglo XVI, ahora realiza las funciones de residencia de mayores. Lo más llamativo es la Capilla del Espíritu Santo, toda engalanada con azulejos portugueses. Se puede entrar durante las horas que permanece abierta.

7. Pasos: repartidos por la ciudad hay cinco pequeños altaritos en las fachadas de algunas casas. Están decorados con mármol y azulejos portugueses azules y blancos. Popularmente son conocidos como pasos y representan escenas religiosas.

8. Pastelería Casa Fuentes: en ella se vende Técula Mécula, el dulce más famoso de Olivenza y cuyo su origen proviene de una antigua receta que encontraron y registraron los propietarios de esta pastelería. Sus ingredientes básicos son almendras, huevo, azúcar y una base de hojaldre. 








Qué ver en Medellín en una mañana – Badajoz



El lugar de nacimiento de Hernán Cortés se encuentra al norte de la provincia de Badajoz. Una localidad de unos dos mil habitantes que cuenta con un gran patrimonio monumental, fruto de las diversas civilizaciones que la han ido moldeando a lo largo de los años.

De fundación romana, época en la que se conocía como Metellinum, la ciudad logró mucha importancia por estar ubicada cerca de la Vía de la Plata. Aunque sus orígenes son incluso anteriores, habiéndose descubierto restos tartésicos que la han permitido identificar con Conisturgis, capital de los conios.


Caída en poder de los musulmanes, quienes aprovecharon para reconstruir la fortificación romana y hacerla más grande, en el siglo XIII Fernando III la reconquistó definitivamente y la incorporó a la Corona de Castilla.

Durante la conquista de América, durante los siglos XVI y XVII, más de 280 personas abandonaron Medellín para colonizar el nuevo continente. Entre ellos, Hernán Cortén.

Aunque durante la Guerra de Independencia y la Guerra Civil, la ciudad quedó devastada, hoy es un importante enclave turístico, gracias a su patrimonio. Puedes dejar el coche en el aparcamiento del castillo, aunque es mejor que lo dejes en el pueblo e inicies tu camino andando. Lo más representativo se encuentra en la colina y sus inmediaciones, a excepción del Puente de piedra.

Qué ver en Medellín

1. Puente de piedra: su estructura actual data del siglo XVII, aunque el original fue de origen romano. Mide 400 metros y tiene 20 arcos que descansan sobre el río Guadiana. Para evitar su deterioro prohibió el tráfico pesado y se construyó un segundo puente que obtuvo el premio a la mejor obra extremeña de 2002.

2. Teatro Romano: se sitúa a los pies del castillo medieval y al lado de la Iglesia de Santiago, que actualmente es el Centro de Interpretación. El teatro pertenece al siglo I d.C. y se puede ver parte de su graderío, escenario y algunos elementos decorativos. Todavía está en proceso de excavación. La entrada es guiada y cuesta 3€. Cierra los lunes y los martes sólo abre en horario de tarde.


3. Castillo Medieval: sus cimientos son romanos, aunque quedaron modificados durante la conquista musulmana, época de la que sólo se conserva el aljibe. En el siglo XIV, Pedro I lo mandó destruir entero por rivalidades con el entonces alcalde, Alfonso de Alburquerque. Enrique II fue el encargado de su reconstrucción, pero su forma actual no la adquirió hasta el siglo XV. La entrada cuesta 2€. Cierra los lunes y los martes sólo abre en horario de tarde.


4. Iglesia de San Martín: en tu camino de vuelta, bajando la cuesta del castillo, te encontrarás con este pequeño templo del siglo XIII, construida sobre un antiguo templo romano. Su fama le viene dada por ser la iglesia en la que fue bautizado Hernán Cortés.


5. Iglesia de Santa Cecilia: construida en el siglo XVI sobre una iglesia menor para dar cabida a una población más amplia en Medellín, presenta un estilo renacentista. Del rico patrimonio artístico que se sabía que guardaba en su interior, hoy apenas se conservan algunas piezas, como el retablo lateral del presbiterio que pertenece al siglo XVIII.